domingo, 10 de abril de 2011

GANA-PIERDE


Un juego en que algunos ganan y todos pierden

No se trata de dejar mi opinión pues yo la dejo sin necesidad de cualquier tratado. Creo ser una fatal verdad la gran confusión que arman los partidos en la cabeza de sus partidarios y tambien en la cabeza de quien no comparte el ideairio partidista. Los actos de cualquier partido en beneficio de quien no tiene partido son meramente simbólicos y no se prestan a cualquier consideración que los amparen en un  realismo práctico y productivo. Luego, la cuestión es meramente política, entendida la política como un esfuerzo humano de la persona en beneficiarse del resultado de su esfuerzo.

En todo esfuerzo siempre existe una esperanza ideológica que lo compense en el futuro:un investimento del que esperamos retorno, Hecho el esfuerzo y concretizado el resultado, lo que viene a seguir son laureles y alfombras por las que habrá de caminar el laureado.  Un desvio del camino trazado por la alfombra podrá significar para algunos que el iluminado no tiene suficiente autoestima para caminar sobre ella.

Ideológicamente se ha establecido que la alfombra debe ser roja, pero en Europa ultimamente el cesped se pinta de azul, como tambien podría ser de cualquier otro color retirado del arcoiris y las cosas continuarían en su estado inercial, que es la tendencia natural de todo objeto que habita este mundo. La situación en oriente muestra que la vida de las personas poco ha cambiado si consideramos que las espectativas de un futuro feliz serán adecuadamente atendidas. Si a vuelo de pájaro observásemos la figura del concello de Cee, todos diríamos que todo está cambiado, pero un vuelo profundo sobre el alma de las personas nos haría ver que la esencia de la vida continua como descrita en los evangelios del viejo y nuevo testamento y asi, por tan divina revelación, nos permitimos entender lo que de otro modo sería incomprensible a nuestra consciencia.

Los partidos son obsoletos porque todos ellos convergen en un mismo punto: el poder absoluto y autoritario de sus dirigentes. Y todo dirigente busca poder absoluto sobre sí y sobre todos que lo rodean, sin limites y con la única prudencia que su raciocinio y su relación con el peligro establezca. Ejemplo práctico de este postulado lo tenemos en los salmos bíblicos cuando piden para alabar el nombre del señor, el único nombre sublime. Y aquí no importa que se llame Antonio o Ramón, Amanda o Zaira ni siquiera Daniel Oca pregando un nuevo sacerdocio, pues todos desearán, llegado el momento, ser majestades en el reino del cielo y, como sumo sacerdotes, ofrecerán, al coste de quien tenga algo para ser subtraido, sacrificios pertinentes a sus labores de dirigentes supremos.

La política es así, exige continuos desvios de la normalidad. Son desvios de rumbo para alejarse de situaciones tormentosas, algunas vezes; otras tantas, o más, el desvio obedece a la ignorancia de las razones que alertan prudencia en el trato justo de la cosa pública, haciendo que la barca resvale por la barranquilla, rumbo al desastre de sus marineros.

Infelizmente ese sería el destino de toda nuestra costa si la vara de trobón no hubiese tocado el costado de los verdaderos expoliados por la avaricia de quien se dispone a administrar los intereses del prógimo en beneficio único de su particular interés.

De momento, el interés público ha marcado gol, un gol espectaculoso, con derecho a sinfonia de banda marcial. Aplaudimos la expulsión de jugadores que revelaran su audacia haciendo juego sucio contra los partidarios de su equipo. Pero si el juego nos emociona y por esa emoción deseamos que el juego democrático continue, necesario será que substitullamos los jugadores expulsos por otros jugadores, inteligentes, bien preparados y con suficiente audacia para alcanzar resultados que den victoria a los equipos en juego. En el estado presente de ausencia de democracia auténtica un propósito de tal envergadura sería posible?

Cada uno de los electores tendrá su particular y personal respuesta dentro de los limites que la partitocracia reinante lo permita. Votaremos en personas de una lista que no eligimos y estos pondrán un alcalde que no deseamos, y este ejercerá autoridad suprema sobre lo que a él interesa que sean nuestros deseos. Unos cantarán la suerte y otros llorarán la desgracia de un juego estúpido de gana-pierde o pierde-gana, lo que es igual, cuando la lógica del intrés publico sería un juego en que todos, sin excepción, salgan ganando.

jueves, 7 de abril de 2011

PIN, PAN Y PUF



Los de mi edad, aquellos que nacimos bajo la gloria del miedo y la esperanza de un futuro feliz, hemos conocido y vivido el gran salto hacia la modernidad. Me acuerdo de los pañales traidos por un primo emigrado a America: era una maravilla de tejido sintético, mi hermano de tierna edad se meaba y se cagaba en el recinto de los pantalones sin que una gota de líquido o trozo de sólido orgánico emigrase al exterior.

Yo fui privilegiado por los primeros sonidos de radio oidos en la Costa da Morte, jamás me olvidaré del sentimiento extraño que un monte de personas comprimidas dentro de una cajita de madera produjeron en mi alma.  Despues llegó el aiga de mi primo Manolo, era tan ancho que se atascaba en las calles del pueblo. La nevera en el Nueva York y la orquestra de discos movidos a peseta. La penicililina, esta sí que fue una gran novedad cultivada en una jarra en la casa de Moncho, el cartero, donde yo aprendí el nombre de los días de la semana cantarolando luns, martes e mercores, tres; xoves, venrres e sábado, seis. Siempre havia uno en el grupo de parvos que debia chillar: e domingo sete, señora!. Ah, el brasero extendido en una enorme losa de piedra, en la que se apoyaban las patas de un pote de hierro ennegracido por el humo de siestas y tojos, hacía las delicias de mi vida en los rigores de los primeros año de mi invierno infantil.

Que tiempos aquellos! Para amainar las tormentas se rezaba horas a estajo. Cuando la secura amenazaba la siembra, eran las procisiones a diario entorno del pueblo avisando al diablo que ya se estaba pasando de lo prudentemete soportable.

Conoci la pluma que mojada en tinta negra se desgastaba al revelar sobre el papel algunas pocas letras. La pluma metálica era más eficiente pero tenia vicios adaptados a la personalidad de quien con más frecuencia la usaba. Creo que procede de estos tiempos el dicho de que pluma y mujer no se empresta a nadie. O esto era lo que querian que pensásemos antes del advento de la modernidad en la Costa da Morte.  

Mientras tanto, se dio el juego de remanye cuando el gato maula chuleaba con el mísero raton, para dejar el mate lleno de infelizes ilusiones, haciendo que los triunfos verdaderos no pasasen de una vana pretensión. Tuvimos que emigrar para ganar la vida y, cuando despues de muchas odiseas nos fuimos dando cuenta que el tiempo era otro, vino la jubilación con toda la fuerza de un trabajo hecho para honrra de máquinas intelectuales arengando a los dioses del capital que ellos (las máquinas) trabajarían mucho más y mejor.

Y no causa repugnancia pensar que el iluminismo de las batallas fogueteras son tan criminales como el rosario de una metralla rezando ra-ta-ta-tá. Si cruzando el aire el plomo impacta sobre la sien, no será peor que morir de hambre consolado por un padre nuestro y tres ave-marias.

Los niños de mi edad, en esta doble estulticia, alcanzamos el periodo final de un ciclo que es continuo y se repite a todo momento. Creo, sin mucha convicción, que vivimo el momento que por ser el más distante tambien es el que más se aproxima del origen de la vida. Es el nuevo estilo del Big Bang que despues del Pin del 36 dió Pan a los sobrevivientes, esos que ahora estamos prestes a tener un radical Puf para dormir tranquilo en un eterno RIP.