martes, 23 de diciembre de 2014

TIEMPO, ADELANTE!

Tiempos atrás, cuando yo era algo más joven de lo que usted es hoy, en pleno apogeo del corralito, decidí juntar mis trapos y volver a la patria querida. Como es sabido, las queridas dejan de serlo cuando no se las tienen al uso. Mi caso con ella era diferente, al cruzar la mar serena yo me daba cuenta de lo que atrás quedaba, y pensaba “Ay, ay, ay, voy a morirme de pena viviendo tan lejos de ti”. El tiempo transcurrió y percibí que mis sentidos continuaban vivos lejos de ella. Pero había dejado una huella indeleble timbrando en mis oídos el deseo de regresar. Y regresé con todo el estilo de un emigrante al revés. En mi bagaje no había trapos planchados para la misa del domingo, ni viejos libros corroídos por el antiguo bachiller. Las maletas cargaban  el pesado fardo de la experiencia vivida en empresas multinacionales, todas ellas con más gente de las que yo había dejado en el pueblo. Diplomas y certificaciones de todo lo que había aprendido y sabia no faltaban.

A mi llegada tocaron las trompetas de bienvenida sopladas con la firma de Aznar. Sentí el calor de los amigos y las autoridades a mí se aproximaban. Volví a rezar misa y a depositar un euro por cuenta de mi futuro ingreso en la cofradía del paraíso. Un amigo se lamentaba “Coño, el año pasado yo daba un duro y el cura me lo agradecía, ahora exige un euro y dice que es poco”. Es el precio del bienestar - pensé yo en las tres mis lenguas de uso.

La peseta, en su último suspiro, mostrara que tenía valor y por la alcurnia de sus blasones fue gratificada con una súper valorización en el mercado (20 % por la cuenta de los mínimos). Eran tiempos del milagro económico. Y lo celebramos con abundante perejil y mucha disposición para trabajar en Afganistán.


Poco a poco empezaron a aparecer las cuentas y el cuento del bienestar pasó a mostrar la ruña y su maleza. Hoy tengo el sombrero puesto y una razón para vivir. La vida es hermosa y ofrece todo lo que necesito; ella es atractiva para mí; en este nadal calienta mi corazón con alegría y felicidad. ¿Que esperanza tienen los más decididos y más preparados? Dejad que el tiempo siga adelante y tendrán la misma esperanza  que tengo yo: fe inquebrantable, que la vida irá a mejor por el año que viene  ahí.

miércoles, 17 de diciembre de 2014

TEMPERANDO EL SAPO

Por razones de Estado, el estado particular de mi salud, dejé ayer de copiar y colar mis contra-razones  a las razones del mestre Conde.  Pido, pues, sinceras disculpas por el atraso en la emisión de estas inflarías epístolas, y ruego que me las publiquen hoy, para entera satisfacción de la vanidad y pleno regocijo  de este artero plumero que, en baño maría, se pone  a disposición de ustedes para que  comprueben el estado febril de su insana figura.

Cuando a uno el otro le tira lo que tiene,  el huno subirá al tablado para zapatear todo cuanto pueda y, en el compás que le convenga, hará exposición de arengas y milongas. Montado en airoso caballo, cabeza bien puesta, crinas al vuelo y cola rabeando libremente por la izquierda o por la derecha, no habrá mala hierba que resista a su paso. El pizzicato estimula el paso y, sin tercios para vigilarlo, el pisar fluye armonioso, en paso medio, por contacto del jinete con la boca del caballo; otras veces estira el cuello y empina la cabeza para dar riendas sueltas al paso medio; en paso reunido, la doma es necesaria para que el caballo no pierda el ritmo. En galope entroncado, el caballo sabe que debe cambiar a la derecha cuando va en mano izquierda, y viceversa, debe aplastar el brote verde cuando lo crea conveniente. No extrañemos el hechizo que nos brinda el caballo: tiene cabeza grande, cuatro patas ligeras  y muestra cascos de acero.

Después de gran esfuerzo y mucho sudor de quien zapatea en el tablado, lavarse no es malo. Con aguamanil en una mano, vertimos algunas gotas del rancio sudor en la otra, de tal modo que las dos queden igualmente temperadas.  Previamente disponemos sobre el palanganero una bacía llena con agua caliente y a su lado una aljofaina vacía de agua caliente pero llena con agua fría. Ahora lo tenemos todo preparado para una prueba de suceso: el teste de la rana. Calma, señores! No deseo  crearos el menor embarazo al flujo de vuestro pensamiento. Este teste es otro, y no tiene  como objetivo inocular la rana como método de diagnóstico precoz. Aquí se trata del experimento de física elemental.  Me refiero al teste descrito por conde, el cual nos deja tontos y perplejos por no saber en qué lado está la razón. El sapo calentado en baño maría no se quema ni se tuesta, muere feliz, calentito y sin sentir los cambios a su alrededor, que habelos ailos.

ESPÉCIE PROTEGIDA

Penso eu, pois pensar não custa nada, que se conselho fosse bom, bom preço teria. Conseqüentemente vejo com algumas reticências que andar ao Ferlos, aqui ao lado de Bertamirans, e comer dois churros acompanhados  de uma taça com café e leite é um conselho como os de outro santo qualquer, de aqueles milagreiros com os quais  já estamos  acostumados.  Esso sim, os churros são importantíssimos e predispõem o corpo para assistir uma boa missa. O café anima a alma e o leite deixa todo branco.
   
Se a cousa vai de preferências para atingir o emagrecimento abdominal, eu prefiro ir acompanhado do meu pastor belga, que é mais peludo do que a rana do Luis, é mais negra que o café colombiano, e tem a alma mais branca que o leite de cabra. Ingredientes perfeitos para uma boa saúde e ajudam a reduzir o peso que, na minha condição de herói galego, por ter ultrapassado o cabo da boa esperança, já  subiu ao monte dos cem e continua subindo.

Quando um servidor dos senhores vai a um restaurante, café, bar ou outra pocilga qualquer, e lê um letreiro “Proibido a entrada de cans” viro a cara na direção e sentido que apontam as nádegas, e pico mula. Eu sou muito comedido, evito constranger o ânimo do pastor belga, não vai ser o demo e se lhe enervem os pelos e me passe pelo sermão da montanha na moral de Mateus. As vem-aventuranças som conselhos de peso, muito boas para subir ao monte e, na andada, reduzir peso. Pero ao baixar ao val do Tamega, aqui por Lazo, vendo as vigas que o sísifo transporta às costas, o ânimo baixa a moral e, sem moral, o peso sobe. São as condições do cachorro humano as que determinam a perda de peso. Em vez de churros experimente você comer um sabugo, que é gostoso e salgadinho. Como o mundo já vai muito atravessado, não recomendo espinhas de  peixe para proteger o homem sabido, pois este acostuma se atravessar na goela empurrada  pela língua. É sabido que o homem é osso duro de roer. Carece de conselho para o tornar espécie protegida.


martes, 16 de diciembre de 2014

SAL MORA

En mis quehaceres matutinos, volitivamente escogidos a dedo, tuve hoy  la gran satisfacción de encontrar el señor Morales, ese señor discreto que andaba algo escondido. Como sabemos, el señor Morales es casado con doña Ética y ambos siguen muy unidos en su intimidad ideológica. Ella trabaja duramente la tierra tentando sachar hoyos y descubrir raíces que puedan ser ofertados al público en la escuela fundamental de los valores humanos, aquellos que orientan nuestro comportamiento en la aldea global. El señor Morales, plácidamente albergado en su estudio hortifruticultural, promueve ataque a las costumbres, reglas, tabús y convenciones establecidas en nuestra aldea. El recuerdo que hace referencia a distancias longevas en tiempo y en espacio es prueba de los beneficios  de la edad. Como ejemplo expongo el valor relativo que separa un señor de 70 años con la edad de un niño con uno (70/1=70); el mismo con otro que tiene 35 años  (70/35 = 2); con otro que tiene 70 años (70/70 = 1).

 Haciendo atavismo, no será difícil concluir que al hacer regresión temporal el valor relativo que nos separa se estrecha  en una serie de números 70, 2,1. Esto es, si nos comparamos con un humano que ha vivido siete mil años atrás, por teoría del tiempo relativo, los hechos y costumbres nos separan por un insignificante istmo de proporción  70/7000 =  0,01.  En otras palabras, entramos en el dominio de la calderilla, la cual no deja de ser deliciosa estulticia para los mayores de la buena edad. 

Expuesto lo dicho no será difícil entender la pasada por Sodoma y Gomorra y ver cómo han sido calcinados aquellos cuerpos cuya moral Moisés no consideraba libada. Poco a decir de la caída de la moral mosaica delante de la estatua de sal de la Ética, su esposa. Querrá esto decir que la moral del dichoso Moises era más moral que la de sus menesteres seguidores, todos calcinados y conservados en sal mora?

No diría yo que pudiera ser así, pero la distancia del hecho se encorta y a cambio de algunos céntimos el cuento podrá venir a flote. Y así reflota hoy la escuela de los abastados en tiempos de profundo desabasto para  recordar la deuda que por no muy grande la han dejado de pagar las clases dichosas en otros tiempos. Y no habrá más que ver la tele o navegar por las redes sociales para saber quien son los señores y colectivos presentes en la desdicha que nos guían hacia el descalabro de la moral nacional.

Asoma en el firmamento la estrella que habrá de guiar nuestros pasos por el  belén de los pobres. No parece doado llevar nuestras plegarias al señor Morales. Él, de la mano de Proust y en su dolor prostático, seguirá buscando el tiempo perdido por los anales de la historia.

domingo, 14 de diciembre de 2014

VELADAS MARIPOSAS

Buen tema parece este de hoy, combinatorio de estresados autores que han vivido la patria en diferentes épocas de evolución histórica. Servirá de salsa para el condimento de nuestro santo domingo. Pero, advierto, algún cuidado habrá que tomar en la cosecha del cuento para que por la garganta no deslice una mala hierba disfrazada de la que mucho nos gusta. Conocemos el perejil, Petroselinum crispum la llamamos los que metemos hocico en la culinaria y chafurdamos  en la corte. Mi señora, dueña de quien ella dice que es el dueño de su particular propiedad, la llama “cheiro verde” y yo, rebuscándolo entre los aromas, la encuentro como noble planta en acta legislativa del emperador Carlomagno. Observado por su raíz, es fácil confundirla con la chirivía. Observada por las ramas, un cansado de ojos podrá confundirlas con hojas inconvenientes y al posar sobre ellas un fatal cortocircuito lo desploma, y otro remedio no queda sino pasar  rastillo sobre el vientre y retirar las mariposas que han caído.

La prosa va aceitada con Juan Goytisolo, a quien tengo  el gusto de conocer en esta ensalada de aromas raros. La otra especie es el mojo lírico  de un monje de la contra reforma, el mejor compositor de música sacra en los estertores del renacimiento. De Mozart ya había oído tocar y por la prosa de Voltaire más de una vez fui encantado. Toca hablar pues de los tontos, mejor dicho, de los parvos pues a los tontos se asocia la venganza de las mariposas muertas. En el atlántico, años antes que una famosa película naciera, yo alaba mis brazos en la proa del barco. Respiraba el aire cálido que surgía con la velocidad que el buque llevaba.  En un inmenso mar, finito en el roce con el cielo, cardumes de ángeles voladores celebraban mi paso. De pecho ufano, que por mi modesta edad la vanidad  ensanchaba, las  veía como velas mariposadas en un mundo infinito. Lamento el rastillo que las tiró del mar y en tierra untó con veneno las ahora veladas mariposas.

CALIBRANDO EL PASO

De una serie de ideas que una palabra puede sugerir, Schopenhauer ha destacado dos para la palabra Vorstelung, y con ellas pasó a desarrollar un lio bajo el título Die Welt als Wille und Vorstellung. Con Wille, intencionaba imaginar el show que podría representar en tiempos de escasez la austera Vorstellung. Con Vorstelung, sabia como la percepción de los lectores alcanzaría el paroxismo de lo imaginable. Lo que da ocasión a nuestras parergas y sus respectivos suplementos, que por nuestro buen sentido venimos aquí para-li-ponelas (disculpen el trocadillo tocado a modo de calambur para que la coja que sepa andar).

Puesto lo expuesto vallamos al cesto para  ver lo que allí alberga  y saber si por allí pasa algo. ¡Pues sí que pasa! Un caballo chacoloteando ferradura. Y pasa con la gallardía permitida al delicioso frescor que pasa por la monótona pradera  en tiempos de primavera, que, habemos fe, son brisas para aflojar la brida del caballo que fue el frescor general en tiempos  del lejano oeste.

 A lo que a mis ojos parecía imposible a otros le fue facil. Parangonando  el camello que pasa por el ojo de una aguja, los (g)ermanos inventaron el “pasa, no pasa” y, con tal dispositivo, pasaron a regular la invisible tolerancia. Con tal herramienta hasta un tonto, como este bórego servidor de ustedes, medio ciego de un ojo y muy obtuso del otro, es capaz de calibrar el montante de lo grueso que se lleva o deja de llevar el autor de la obra. Si la mano pasa por el agujero grande, es aprobada para pasar por el aquí no debe pasar. Si pasa por el pequeño, la mano es descartada por insignificante, aunque sepamos que también, en sumatorio, contribuye en el montante del significado.  Si de cara observamos que no pasa por el agujero grande, los alarmes del dispositivo calibrador son accionados y la mano del objeto en análisis es presa y sometida a un proceso de corrección de la ambición dimensional. Identificado el desvío, el rumbo puede ser corregido sin alarma de los pasajeros, y los caballeros vera sus beneficios restaurados.

sábado, 13 de diciembre de 2014

DESTINO CIEGO

DESTINO CIEGO
Nada cambia, si usando la misma ropa la vestimos al revés. La porcaria que se había colado por fuera pasamos a llevarla por dentro y, viceversa, los calzoncillos que protegía el rego ahora lo dejan  expuesto al ataque de ajenos guerreros y, por el corrido ano, que  agora toca no seu fundo, se produce la virosis de cuño imperial y estirpe muy generalizada.

 Lavar la ropa es bueno, higieniza la vida y renueva el ambiente. Pongamos los pantalones sobre la cuba, exhibamos la camisa de once varas hurgadas al viento y expongamos el culo para abrillantarlo al sol, que no hará mal, pero dejemos Braga en su sitio y con sus sueños de libertad al albedrio de su respetuoso género. Pasemos pues a oler el perfume de las rosas que  exhalan aromas subiendo el abismo a hombros de los ábregos vientos.

En una olla de presión, las burbujas que bailan en la superficie vienen del fondo y dejan de bailar cuando el humo que les daba alegría se esfuma en el espacio.

Mal no iba la doña católica cuando buscaba la unidad de Europa casando sus hijas con hijos de otras casas que deseaban casa igual. El supremo que nunca se engaña la amparaba con bulas y burlas a todo derecho. Y así fuimos andando de hecho en cohecho para caer en la corrupción, que otra cosa no es sino una herida abierta por donde entran los de afuera para comer lo que tenemos dentro.

Yo también soy un resentido. Fue sentimiento reiterado siempre que veía un colega japonés o un colega alemán recibir carta del gobierno de su país, muy interesado en la situación de su vida. Algunas sugerían el uso de créditos a su disposición. Eran créditos de países derrotados para mostrar a los súbditos que se podía vivir como vencedores.

Nosotros también tenemos la Commonwealth de comunidades regidas bajo el cetro de la casa que ha dado origen a las castas que hoy reinan en los reinos de Europa en las diversas ramas de la original raíz cosechada en la Casa de los Capetos.

 Somos diecisiete comunidades autónomas, independientes, con fuero y lengua propia, cuerpo legislativo, policial y presupuestos monumentales al gusto comunista de los presidentes comunales. ¿De qué cojones nos quejamos, entonces? Nuestro queixume por el rozar de los pinos será llorar unha noite na eira do trigo ó refrexo do branco luar y dejar o megalofes chorando sen trégolas o desdén do ingrato conde. Unha por uma no son dos y, con más una, son lastres que se ahogan en el cubo.


A lo mejor existe una Iberia haciendo parte de la España ahogada por muchas, pequeñas, desunidas y  repartida por diestro y siniestro. A lo peor el gobierno será concentrado en un pequeño principado de Bruselas. A lo mejor deseamos ampliar su dividida grandeza y llamar Sanmartín, Bolivar y ¿porque no? los hermanos Castro, el brasileño Lula y el bolivariano Chaves para reorganizar los destinos ciegos de una gran nación, que es, fue y será IBERIA. 

jueves, 11 de diciembre de 2014

ABISMO DE ROSAS

Entre un honrado ladrón y un licenciado en derecho también puede armarse un enorme follón. Y es que el honrado ladrón no quiere  entender como el que aboga el derecho no consigue tirarlo de la terrible aflicción en que lo han puesto los “biennacidos” por la ley, que a todos nos hace igual. Media docena de meses enredado en reja de grueso calibre a cambio de haber desosado una gallina suelta en el pasto de lujosa propiedad jamás podrá parecer al buen samaritano derecho de un cambio justo y perfecto.  Los levitas y sacerdotes no van por el mismo camino. Un samaritano, cuentan, cuidaría del buen ladrón, lavaría las heridas provocadas por el hambre, le daría hogar y algunas monedas para emprender la dura jornada que representa el paso por esta vida. En otras palabras, la Constitución no reza la cartilla del buen samaritano.  Y llamamos buen samaritano porque la doctrina lo explica  como excepción y la regla es ley dictaminada por el código de Hamurabi: hambre, prisión y muerte  por una gallina.

Por el hueso de una gallina querían arrancar  del corazón del pobre ladrón una libra de su ya muy sufrido corazón. Y el licenciado, que representa el abastado Shylock en el mercado ibérico, en defensa del derecho a que el pobre no tenga derecho alguno, afirma, al tribunal de justicia, la justa correspondencia entre crimen y castigo. Y por los nuevos vientos que el alba nos trae y la fuerza que el poder nos otorga, queremos nosotros que los otros se callen y se dobleguen a nuestro fuero de justicia callejera. Triste dilema es el tema entre un mal licenciado y la licenciatura  de un buen ladrón. Desosada la gallina no hay remedio que la salve y es de buen samaritano permitir que la disfrute el buen ladrón y que su estómago bendiga los santos despojos.

Al borde del abismo estamos. El borde es escabroso y el abismo es profundo, obscuro y tenebroso como el infierno dantesco de Alighieri. Si por él tenemos que andar, hagámoslo acompañados de Virgilio, con rosas en las manos.  

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martes, 9 de diciembre de 2014

TORMENTA

Con criterios éticos, estéticos y otros entre tantos otros reactivamente maléficos, llegamos al tercio del último mes del año, que fue  extraordinariamente extraordinario en hechos de suceso ampliamente generalizado. Fuimos al hondo del pozo y encontramos mucha lama en fondo confuso, todo revuelto con lama pantanosa gasificada con sulfhídricos sabores, entremezclados con el explosivo y caprichoso mono-oxidado-carbono. Invocamos los doscientos mil ojos de San Luis para revelar lo que en el fondo había. Y no revelaron nada que no fuese del vano interés de la heroica capital. De allí vienen los tercios bien ornados con hoja de flandres y sus famosas tostaderas para mejor, y a su gusto, asarnos.

No fuese poco lo que tanto nos abala, viene usted con su estímulo a incurrir en el devaneo de su particular lectura para alejarnos de otro desaguisado entretenimiento, aquel que envuelve todos los sentidos y por todos los lados: surfismo sobre las ondas internadas. Esto es, nos recomienda alejarnos de la falacia para aproximarnos al sofisma de la retórica romana.

Vivimos tiempos en que no es prudente perder el control de la mano. La mía es presta en sus obligaciones. Cuando en la obscuridad soy alcanzado por la proyección de mi sombra, las mías dos  manos, al unísono, se dirigen a sus respectivos bolsillos para sentir si han sido saqueados. Me han enseñado a saber que no hay brujas, pero en Bruxelas habelas ainas. La prudencia ordena invocar las meigas nuestras para protegernos de las otras,  que son de ellos. Y no os será difícil entender que el canto de sus serenas, al toque de su flamenco sonar, nos hace bailar con agrado sentimiento, aquel sentimiento previo a la inconsciente borrachera.

 Vamos bien gobernados a camino de las fiestas saturnales. No serian diferentes si fuesen fiestas marciales, nos hiciesen creer que el año entero es diciembre y el futuro fuese programado para un presente nunca alcanzado. Dos fuerzas nos abordan por lados opuestos  y no dejan otra alternativa sino picar mula y enfilar  proa a todo que a ella se oponga.

Internados por las luces de la internet, ese supremo sabio, omnipresente, veloz como el rayo y rugiente como el trueno, transforma la base de nuestras creencias y la hace estremecer con su fundamento virtual.

Por otro flanco recomiendan serenidad para hacernos entender que la tragedia seguida a la abordaje podrá ser más llevadera, si conseguimos entender que ella fue, es y será consecuencia de nuestra sumisa naturaleza.

Ah! ¿qué hacer para enfrentar las vicisitudes que nos rodean? - Pregunta usted. Si concluimos que las ovejas tienen juicio, lo será porque ellas temen el lobo y el lobo protege su rebaño del ataque de otras matillas.

Inexplicablemente acabamos varados en la misma arena y, convulsionados, sentimos  la agonía del boto, aquel de la familia de los delfines, cuando lo vemos ahogarse en la playa para nuestra tristeza.

Es diciembre. Dejemos que el reno alegre nuestros sentimientos. Vendrá enero y ahí será la vez de compartir ilusión con los reyes magos, a espera de que otra estrella ilumine el cielo  y  que otras tormentas volverán  a formar nuevos pantanos cubiertos con lama de tragedia romana.


jueves, 4 de diciembre de 2014

CLARO COMO EL CAFÉ CON LECHE

Ha tocado usted hoy el fuero íntimo de este bórego, su ilustre servidor y colaborador inspirado en sus diarios jornales. Dicho esto, y para dejar lo otro bien claro, pasaré a decir lo que a mí parecer hoy yo me siento: una persona que ya ha ultrapasado la expectativa de vida media determinada por los certificados oficiales.

Me responderá usted, con el auxilio del amigo celta sin filtro, que, en conformidad con las estadísticas del INE español, me queda una larga carrera de cinco años antes de responder ”presente!” a la voz potente del divino proveedor.

Con el alma en la mano  y corazón palpitando entre las rejas   de un ufano pecho, yo le respondo en tréplica  que, sin usted estar equivocado,  yo no cuento mentira. Nonsí?

Dirá el coro: “Oh, como puede ser esto posible? Como dos afirmaciones mutuamente excluyentes pueden armonizarse para constituir  afirmación consecuente?” 

La respuesta está en la condición espacial en que dos cuerpos se encuentran en un determinado instante de la evolución celestial. “De difícil comprensión”, dirán aquellos que muestran puño con el gordón hacia abajo, en claro respecto al trasero asiento de los ilustres viejos.

Entre vuestros ojos y el impulso de mis dedos sobre el borrego ordenador median tres horas. Tres horas que pueden transformarse en 24 horas si quien me lee lo hace plácidamente sentado en las antípodas. Fue así que lo ha determinado nuestro señor, por orden del rey Sol.

Ayer leí dos noticias que mucho constriñen el fuero interno de los ya algo cansados por tanto castigo de la naturaleza. Uno hablaba de la corrupción encanceradamente expuesta en los territorios que yo tengo asiento. El otro se refería a la tensión provocada por ajuste a la baja de las pensiones futuras como consecuencia a un aumento en la esperanza de vida.

Y, aquí, como en breve lo será por ahí, la orden corresponde a ley de soberanos señores, dueños de política nacional y de todo lo demás que a sus particulares intereses convenga.

Cuando la dura dictadura parecía aplacarse y después de sufrir las inclemencias del tiempo por necesidad perentoria desde los zero a los veinte, este bórego fue arrastrado por la emigración a una gran república federativa. Allí ondeaba bandera de liberación de opresión capitalista. Allí, juró bandera de dos colores con yugo en el escudo. Allí supo que no había vuelta al lar de origen sin antes pasar por las armas legionarias. Allí conoció la democracia comunista del centro gallego e hizo coro con la casa de Galicia, allí conoció a quien más tarde haría oposición a la dictadura que se engendraba.

De repente, sin transacción ni transición advino el imperio de la dictadura. El centro democrático de la casa de Galicia se fue al carajo y la gran libertad que nos era posible disfrutar fue dormir y trabajar.

Más tarde surgieron otras libertades, como poder estudiar en tiempo reservado al sueño. Veinte y un años fue ciclo de régimen militar en el país acogedor. Sumados a los 20 del régimen militar del país de origen, este cándido e ingenuo luchador paso cuarenta y un años sometido a la vigilancia del imperio dictador. Retornado al País, sintió en la piel como era falso el bienestar de la política nacional, muy empeñada en distraernos con perejil y bombones lanzados por los cuentos de Bagdad. Fueron dos años de busca loca por adaptación a la esperanza de vida. Vana ilusión de un viejo, con reconocido saber y sabia experiencia, el querer competir  con sueldos reservados al joven sin experiencia y abundancia de letrado conocimiento. En una acerrada disputa, éramos uno, mayor de sesenta, contra doscientos, de veinte, por un empleo de absoluta carencia de conocimiento previo.

Es hora de mostrar lo blanco en café mezclado con leche y ver lo que puede ser peor: la mala leche o un café sin sabor.

martes, 2 de diciembre de 2014

LOUVA-A-DEUS

Loubado sexa.
Oxe vamos de tortas entre os uns e os outros. Vivimos en uma isla con auga ata o cuello e falamos o que pete o peito para sentir si desafoga a garganta.
Era uma vez, en un longinguo reino de farwest europeo, uma terra fértil donde se producía de todo: touros, cavalos, ouro e prata. A terra era tan rica que só de mirala xa se via o que era. E todos quedaban felices, con urugallos e con perdices; se cadra tamén con un veado daqueles con revirada gallada na testa para ser abatida en día de cazada.

Sem duda eramos a terra prometida aos santos africananos, e a estas bandas chegaron os fenicios, os cartagineses, os celtas, judeos, árabes, romanos e gregos. Festejamos a armonía comunitaria co’a loucura do príncipe archi-formoso, herdeiro do sacro imperio romano, quen amava Luis, que odiaba Fernando que amava Isabel, que odiaba Juana y casó Catarina con el hijo mayor de Enrique VII, el duque de Cornualles y príncipe de Gales.

Que mais podíamos querer? Querer es poder! E botamos fora os judíos, os árabes, os… Os galegos marcharon con sacho a America, e sen bois pasamolo mais neghras que o Cabeza de Vaca. Finalmente, para poder mostrar riqueza, excancaramos a porta à casa dos austrias e à casa dos borbóns. O ciclo terminara cando de roma chegou o rey, e grecia nos brindou co’a nosa raiña.

Loubado sexa o louva-deus, ese bichiño formoso, de longas patas e corpo esguio, peito estreito, abdomen contido e cabeza triangular para mellorar o equilibrio. A sua voracidade é ben quista polos amantes da naturaleza. Non ten veneno na lingua e a sua fala mostra o mel de un conto de fadas.

Para qué provocar a rudeza carlista e chamar os liberais para despertar a codicia da germandade e traer de volta o Torquemada da inquisición?
A unidade nacional foi conquistada por Felipe II unido ao reino de Portugal. Felipe VI, principe de Asturias, de Girona y de Viana, el primer rey constitucional, é rei genuino da nova España.


ENTRE RETOS

De los Urales al Gozo, desafía el intelecto el encuentro de un buen gallo que nos sostenga  en lo alto de un viejo tronco, donde con cuello de coruja y ojo de águila podamos, a la distancia del olvido, percibir lo que el ojo no ve, el oído no oye, el nariz no huele y la mano no alcanza. Difícil reto en la atribulada recta de un angosto paso por el valle de las sorpresas.

En el delirio de voz que treme por las acrimonias de tiempos idos y el poder estrepitoso del sueño que hace burbujear el sentido, de trabuco en mano seguimos la huella de uno de los pocos símbolos de la libertad. Ella nos lleva a los Ancares, donde hay huellas de indeleble fragua con bafo de vino y sangre, consecuencia de una malfadada cruzada contra el urogallo feliz.
Ganó la libertad, dirán los santos por sentir que viven en los sabores de sarro recuerdo. No es cuerdo ni prudente recordarlo en la biblia culinaria. Es mal agüero reavivar el reto entre devoción y pasión. En el encuentro, la razón se encoje y no hay bastón que la sostenga y en la fragua no queme. Caminando en línea recta y por sentidos contrarios, el embate de fuerzas desiguales es desafío de buen agrado para el diente comilón. De la moldada explosión ni el gato montañés escapa. Será cardapio o menú asumido en la dieta combinada del listón habituado al fast food de los ya habidos o de los por haber.

Reto difícil, repito, es el posicionarse entre retos. De los Urales montes a los ancares altos ha sido empleado un número cabal de euros para resurrección del urogallo. No sobrevivieron en la difícil recta del encuentro de dos retos. Y entre-retos se ahogaron.


PAROLAS

Falamos palavras, palabras hablamos. Parole, parole, parole. No se lo que hoy pasa, más palabras, sempre palavras, las mismas palabras, palavras frágeis de frágiles palabras. Palabras, todas son lindas, nada alem do que meras palavras. Foram ditas ontem y yo las leeré mañana. Son desde siempre la única verdad y, como nunca, ya son olvidadas. Los sueños borran el recuerdo y toca el violin con perfume de gaita. Dulces como el caramelo y alegres como el bombón de chocolate, llegan momentos en que uno no las entiende porque son palabras, palavras, apenas parolas.