martes, 19 de mayo de 2015

CAMBIO CONTINUO

Hoy, víspera del gran debate entre fuerzas políticas que pretenden tomar de asalto los cofres de Cée Villa, es un buen día para que hagamos correspondiente reflexión sobre los medios posibles y capaces de reducir los estragos que estas fuerzas puedan causar.  

Los estragos ya son bastante grandes, muchos corazones pulsan agitadamente delante de expectativas adversas. Toda tomada de poder, como lo fue Granada, exige grandes inversiones en tropas y armas. Las inversiones deberán ser amortizadas en tiempo que suceda a la tomada exitosa del trono que se desea ocupar.

 Las coaliciones son medios que justifican un fin. Fin este, que por sugerencia de Maquiavelo y las técnicas del arte de la guerra, descrito con toda la simpatía del chino Sun Tzu, se fundamenta en estrategias de engaño para someter el enemigo sin darle palo. Después del asalto y para consolidar lo conquistado, Maquiavelo sugiere actuar contra la fe del villano, contra la religión del parroquiano y contra la caridad y humanidad del aldeano. De los consejos de estos dos grandes maestros del arte de la guerra también se pueden destacar enseñanzas muy útiles para la paz y prosperidad de la villa. Infelizmente constituyen conocimientos que se encajan en la reflexión del humano sénior y no entran en el casco moldurado por el energizado músculo de la fuerza.

Los enemigos son todos, pero el principal enemigo al que habrá de dar combate es el pueblo. Contra él se dictarán normas y leyes que se aplicarán a unos (los inútiles) y se ignorarán en otros (los útiles al partido) Los inútiles podrán ser condecorados como útiles desde que manifiesten fe ciega en los dogmas del cacique dominante. Y el principal dogma de la dominación es la “contribución” en bienes y primicias a la gula del señor.

Felizmente, bogamos por el segundo decenio del segundo milenio en la era del Señor, donde nada ya es igual a como antes era. Los cambios son evidentes y, para confirmar tan asertiva opinión, es suficiente tirar una foto y compararla con la foto de cuatro años antes. Sin embargo de lo que realmente sucede, para algunos el tiempo parece estático, pero se engañan al pretendernos engañar con una foto que ponen sobre el espejo para simular constancia de su esencia muscular, apta al ejercicio de su fuerza popular. Pero nosotros, humanos inútiles para el ejerció del soberbio poder, sabemos distinguir las diferencias entre lo gravado en la superficie plana de un papel y la dimensión tridimensional de la vida real. Los cambios son continuos y, aunque aparentemente se repitan en ciclos de tiempos semejantes, el producto generado por el cambio es diferente al producto de ciclos anteriores. No existe cambio estático. Todo cambio es fruto del movimiento, y el movimiento es vida. Y la vida es la esencia más preciosa del ser humano. Preciso es saber dar utilidad a esa vida, en beneficio de esa misma vida que es lo que compone la esencia de la vida villana, que los trece ediles del apocalipsis quieren gobernar en un nuevo ciclo de cambio continuo.

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