Resbalar por la desgracia de la masacre que objetivaba el exterminio de
los componentes de una empresa dedicada al humor mórbido puede parecer una gran
imprudencia del marcador de paso que rige la convivencia entre personas
maduras. Sin embargo, el resbalo es un incidente en el que el más previdente
prudente puede, sin desearlo, ser acometido por las consecuencias imprevisibles
del resbalo.
El latido de un perro puede asustar una
persona y esta, al correr, provoca el deseo de que el perro corra atrás de la
persona que manifiesta miedo. Un perro bien educado no ladra sin motivo. Una
persona juiciosa no provoca el perro que no ladra.
Ocurre que hay perros con los más
variados comportamientos y con actitudes que varían entre la dulzura del perro
que amamos y nos aman y aquellos que guardan en el ordenador cerebral
sentimientos impíos de venganza, que emergen en circunstancias poco o nada
previsible, incluso para el considerado mejor amigo del hombre.
Quiero decir que considerar desparpajo el
palabreo de un hombre que habla con desenvoltura puede ser considerado como algo
chulo, desahogado, descocado o cualquiera otro atributo calificativo que se
albergue en el diccionario del decodificador.
Los meandros de la lengua son confusos,
embarazosos, sinuosos y muy capacitados a la producción de alarmas, que en
muchas circunstancias conducen al pánico. Léase, el interés que tenia Shylock
para tirar un trocito de carne del mercador de Venecia a cambio de saldar unas
deuda.
Querámoslo o no, las palabras calman,
pero también encrespan y son como la navaja que en manos de un cirujano es
apta a salvar vidas, del mismo modo que
en manos de un loco es instrumento de muerte. El simbolismo, por su poder
concentrador de potencialidades sinérgicas, es una bandera permanentemente
ondeada por el viento del momento, y es muy capaz de provocar los
sentimientos más antagónicos entre las
personas que contemplan sus colores.
Cristo es un símbolo de supremo valor
para los cristianos. Hay cristianos que consideran “desparpajo” la adoración de
imágenes de barro. Mahoma condena la imagen cristiana, pero en las mezquitas se
presentan arabescos bellísimos que encantan el mundo. Por los libros sagrados
Dios revela su existencia y escogió a Moises para entregarle el Torá. No debió
quedar contento y poco después buscó a David para entregarle los Salmos. Como
en toda obra humana, Dios fue perfeccionando la suya y no tardó en poner sobre
la mano de Jesús los Evangelios. Seiscientos años después, la obra de Dios
culminaría en las manos de Mahoma en forma de versos.
Las
tres religiones tienen todo para convergir en la pureza de los sentimientos,
pero conflictuan en la unidad que quiera
unirlas. Y es este conflicto de intereses lo que hace mover el topo de la
humanidad. En cada cumbre hay un engranaje motriz que hace mover y articular
todo que está en niveles inferiores. Si uno resbala, todos patinamos. Los
satélites no viven sin la existencia de
un astro mayor. Si el rei Sol es amenazado por cualquier medio, los satélites
que orbitan a su alrededor se sentirán alarmados.