Hoy me siento algo más contento que ayer.
Tenemos temperatura de invierno rozando los 15 Celsius y con nubes procedentes
de la llanera pampa gaucha. Soy feliz y tengo muchos motivos para ser feliz en
esta quimera de vivir en el fértil valle de colérica locura.
Hoy es un día típico de los días de mis
afortunados infortunios. Sin extrapolar lo que pueda ocurrir mañana, alabo la
memoria por la virtud de recordar lo que fue ayer y poder expresar lo que ya
fue una parte del hoy, que dicen que es presente, pero que yo lo entiendo como
un pretérito sentido partiendo del instante para huir frenéticamente del futuro
acondicionado por la aspereza del tiempo.
De que me quejo cuando veo que mis ojos
no lloran? Será la fatiga que cansa el musculo la razón para que no brote gotas
en el manantial de la ternura? Y de que se quejan las lágrimas escondidas atrás
del parpadeo que de lejos van marcando mi retorno?
Repica
en la bigornia el martillo que da rienda suelta al libertango de un
invierno porteño y, con el tímpano suelto, suena
la dulce melodía de la quinta bachiana imaginada por el oído salvaje de un campechano
Villa-lobos.
Vivo sentado a la diestra de lo que puede
ser siniestro. Eso me preocupa, pues razón no tengo para distinguir cual de los
dos lados uno es más o menos virtuoso que el otro. Por el tabloide, que responde
a la tenue presión de la yema de los dedos, me llegan noticias del lugar que yo
quiera recibirlas, sea del cielo, del infierno o del purgatorio tan bien
descritos por el señor Alighieri en su divina comedia. La BBC pone a mis cuidados
lo que ella cree que hace sentido a mis oídos. Por el correo me entero de la
opinión de los otros y discurro a mi manera por la propia mía. La voz me
respeta y deja ver lo que en la villa pasa, entrepuertas abiertas, con sabor de
cocido exhalando sabores de coles, lechugas y tortilla a la moda gallega.
Hoy soy feliz. Un poco más que ayer.
Mañana tal vez será mejor. Si lo es, daré gracias. Si no lo es, adiós diré para
que sepáis que sigo el camino del viacrucis marcado en el certificado de
validad temporal.
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