Cleptocracia es un sistema de gobierno en el que prepondera el libre arbitrio de individuos, popularmente denominados ladrones, que tiene como finalidad ampliar el poder político de sus miembros, así como la riqueza familiar de una particular clase dominante. Una característica muy arraigada en la cleptocracia es el nepotismo, entendida tal característica como exhibición del favoritismo hacia parientes y amigos, otorgándoles cargos públicos sin evaluación objetiva de capacidad y méritos inherentes al cargo.
En la cleptocracia predomina el comportamiento supuestamente legal de los cleptocratas, y por este comportamiento se organizan acciones destinadas a modelar todo el sistema social, buscando soluciones capaces de perpetuar el estatus quo de la apio-lar, que algunos populistas acaparan. En el gobierno cleptocrático es común el uso de la virtualidad corruptiva, activa y pasiva; el privilegio a la información, que proporciona ventajas competitivas y es de uso restrictivo de las camadas gobernantes (el acceso libre a tales informaciones por parte de los furtados es considerado como pasible de ser condenado por práctica de crimen lesa patria). En este sentido, la extorsión funciona como arma eficaz de desconexión masiva, con la cual un funcionario del orden cleptocrático puede exigir a cualquier momento derechos y bienes indebidos en el régimen social, por ejemplo: exigir tasas superiores a las exigidas por ley, arengar donaciones para llevar satisfacción a los dioses, exigir esfuerzos a los humildes para honra del deber (y pagar la deuda con el orgullo deshonrado), el desempleo (y pretender que quien no trabaja no merece comer). La contención sexual voluntaria y paradoxalmente la práctica del estupro divino, en fiel alianza con el principio de protección al feto (y abandono del niño a su desgracia), constituyen más un elemento del rosario de cuentos que llevamos en el cuello o esposan las manos en el reino de la cleptocracia.
En la cleptocracia se distinguen cuatro modalidades como fuente privada de acumulación capitalista: robo secreto, robo abierto, agresión seguida de robo y extorsión (abuso del ejercicio de un cargo público para enriquecimiento personal).
Cleptocratas comúnmente poseen cargas profundas de psicopatías que los orientan por la trilla que los conducen a un régimen totalitario (aquí no puede existir más que un ladrón y este acaba ungido por la gracia de dios; y todo acaba siendo decidido por dios, la patria y la santa revolución que lo condujo al palio teocrático). El dictador es un cleptocrata que dio cierto y ejerce el poder sin la necesidad de cualquier consentimiento de otros cleptocratas; sus acritudes deberán ser imitadas por los seguidores de fe; a los descafeinados cabrá aplicación de todos lo poderes, al arbitrio legislativo, y el poder judicial, entorgado por sólidas raíces de un único tronco, hará uso del capricho exotérico, reafirmando su infalible verdad por semejanza con el miedo que causa la visión de verse apuntalado en dos troncos de madera extraída de roble local. Conceptos de ficción utópica y su desdoblamiento en género distópico aparecen muy al gusto de un escenario romancesco, como en pimpinela, en el que el público opta por decidir por uno de dos futuros supuestamente posibles: el uno cleptocrata de cualquier lado, siempre aniquilando el otro cleptocrata de cualquier uno.
O Reino da Inmortalidade
A tua memoria olvidada
Eles a adornan com flores
O teu sono rematou
E o teu espiritu vaga pólos camiños
Do meu recordo
Tí, o derradeiro
Agora, voa ó descoñecido.
(Xerión – na noite dos tempos)
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