Hay que endurecerse,
pero sin jamás perder la cordura, mi buen amado señor.
Volvemos a los tiempos de vaite
lavar porcona, vaite lavar, se no che chega o rio tirache ao mar.
Darle la comida y
hacer la cama a un paciente no es sanidad. Es evidente que no, ilustre vidente.
Sanidad, ya lo explica la RAE, es cualidad
de sano, o dicho de otro modo, sanidad
es un conjunto de servicios gubernativos ordenados para preservar la salud de
los habitantes de la nación, de una provincia o de un municipio. Si un
paciente no llega al hospital en perfecta condición de sano, habrá que cobrarle
el monto de un servicio hotelero equivalente a un hotel de tres estrellas y, en
su caso, señor, lo que cobra un hotel de lujo.
La RAE no habla para nada de la sanidad de una
comunidad o xunta de comuneros, luego, nadie en esta punta de la península ibérica debía
atribuirle a usted cualquier responsabilidad pos su retórica insana. Hombre,
claro, también es verdad que le deberían recortar el sueldo en la misma proporción
o tamaño de las asnadas que en el ejercicio de su noble cargo vuestra señoría
insiste en practicar.
No consigo entender,
mi señor, todos aquellos plumeros que le reprochan sin la mínima reflexión en
el contenido de sus reproches. Veamos: transporte no es sanidad y además constituye
un serio riesgo para el paciente que puede caerse de la maca cuando lo llevan al
quirófano y del quirófano a la habitación en la que presumidamente debía haber
una cama de faquir, con puntitas bien afiladas para economizar en el lavado de
la ropa que usted no quiere pagar. Por cuenta del riesgo habrá que facturar una
tasa de seguridad. Esa seguridad seria elevada por cuenta del riesgo que corre
la vida de un paciente con trasplante de corazón que se arrime, por necesidad
de rateo de los costes de higienización de las puntas, a la cama de otro
paciente, contaminado, digamos, con la gripe aviaria. No se enteran esos
plumeros intransigentes que la economía obtenida en el saldo entre ingresos y gastos acabaría
por reducir incertidumbre de la vitalidad del paciente, y sin pacientes, ya que
la vida nada vale y sin necesidad de un manos arriba, sobraría más dinero para
aplicarlo en la bolsa.
Señor mío, ¿quien
en el estado de las juntas consigue gastar sin crédito? Hombre, si tiene dinero,
ningún loco deja de ofrecerle crédito. Si no tiene dinero ni pajolera
posibilidad de obtenerlo en el tiempo que el acreedor le imponga el pagamento
del bien o servicio que quiera venderle, lo más justo, por mérito y derecho,
seria penalizar el acreedor por el crimen de inducción a una compra que usted
quiere tipificar como delito. Perdone-me, mi muy estimado jefe, esta mi gran osadía de
querer decir ao crego cómo se reza un
pai noso en galego, pero en asuntos
de consejos uno no debe quitar ni poner más de lo que hay. Así, será mejor
dejar las cosas como hasta ahora fueron y evitar de botar lume ao fogo, pois as
lareiras teñen boca grande e queiman-no todo.
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