Hoje (ontem) é dia da língua galega. Em todos e em qualquer um dos
quadrantes de esta aprazível pelota politicamente globalizada existe um humano
sapiens, home ereto das covas de Altamira, mui sábio nas artes da comunicação
em algumas das variantes do galego enxebre.
- Dixen enxebre?
- Si, lo dije. A pesar
de haber descendido de algún precursor del homo habilis, consecuentemente con
autoridad histórica de casi dos millones
de años, la palabra enxebre era
desconocida en el diccionario personal
de este tyrannosauro rey del cretino terciario, gran predador como el
poderoso león, con boca grande y mordedura feroz como la carroñera hiena.
Gracias a la enorme
casa de cultura que yace en el interior del minúsculo laptop, mi asistente
literario trae a flote esa enigmática
palabra, enxebre. Dice que se refiere a insípido, bruto estúpido, exactamente
como debíamos serlo en tiempos ancestrales y, ahora, algunos mucho nos
esforzamos para continuar siéndolo en estos difíciles días de crisis moral,
ética y económica.
Que cada uno quiera
reivindicar los amores de su propia indignidad vale en los amores con que cada
uno construye su particular dignidad. Ayer trascurrió en buena calma pequeñas
concentraciones a prol da lingua
galega.
Zás! Se me activa
el buscón para ir al encuentro de la substancia que le de consistencia en el
contundente significado. La Real (en mi modesta biblioteca, virtual) Academia
Galega me la traduce como proveito, beneficio,
vantaxe. La RAE me informa que esta palabra no está registrada en su
diccionario. El diccionario Priberam da Lingua portuguesa identifica su origen
en el latim vulgar prode, en el latim prodest, para decir que
significa algo útil proveitoso ou vantajoso.
Lo que quiero
destacar en esta llana elucubración es la idea que se sensibiliza delante de
cualquier fenómeno y que cada individuo, en su propia concepción y sensibilidad,
materializa, por alguna forma particular, códigos para que otros lo interpreten
a modo o semejanza del autor. Luego, en
el proceso social que nos impulsa a promover el entendimiento de nuestras
razones, la comunidad deberá promover un cierto nivel de consenso para que las
diferentes concepciones puedan armonizarse en códigos entendibles para el bien común. Hablar diferente y con intención de que el otro
no nos entienda es buscar desavenencia, recelo, atrito continuado e invocar la
hostilidad por la clásica cara fea y el rugido de la voz hostil.
Es la cara y el rugido que sale de la lengua
albergada en la boca de mi buen amigo Carlos Callón, que otra cosa no consigue
sino indisponer gallegos contra gallegos y a todos juntos contra la lengua
española y, por consecuencia, contra todos que hemos sentado a la mesa y
universalmente aceptamos su normalización sin despreciar el tono, el timbre y
la musicalidad típica de cada garganta, región, comunidad o país.
Galicia no esperó
la venida de Rosalia para hablar como hablaban en aquel tiempo, también de
crisis y decadencia. Galicia no necesita de mesías cayónicos para redimir
nuestros filólogos y hacerlos enxebres dependientes de su particular rol.
Que nos impede de falar galego? Falemolo do nosso modo e xeito, sem travas
nin golfadas ortográficas fora das normas universalmente aceitas para o nosso entorno,
o portugués e o español, que así o coñecen no mundo inteiro inda que alguns porfiem
em denominalo castellano, que tamén o é, ou não?
El video, unha passsada.
ResponderEliminarDijo eu que se empesamos por escribir cada jalejo cunha ortojrafia, isto vai se-la casa de tócame roque, que unha cousa é a fala e outra a escrita, y esta ten que ser ijual para graná que pa saragosa, dijo eu, xa dijo.
Unha aperta ou o que sexa
Que sexa unha aperta com todo o corason mio pra o amado meu.
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