Psiu!...
silencio… Hablemos bajito para que nadie nos oiga. Hablemos una lengua
minoritaria para que las mayorías no nos entiendan. Separaremos la cabeza del
cuerpo y daremos libertad a todos los órganos para que cada uno viva a lo suyo:
ojo izquierdo, a su modo; el ojo derecho que mire como le plazca; expulsemos
por la boca todo que por ella entra y tomemos por el culo todo que este crea
que es su derecho.
Los
deberes para los seres de buena voluntad y para aquellos que crean que vivir en
paz y razonablemente organizados es un pensamiento de menor riesgo y pueda
parecernos ligeramente útil para salvar el límite que por la derivada del
tiempo se produce al nacer: una expectativa optimista media, digamos, de ochenta
años. Una media que unos quieren elevarla a la edad de nuestro padre Adán y
otros hacen lo imposible para que no alcance la edad del hijo divino: paradojas
del absurdo del milagro de la vida.
Desde
el nacimiento, pasando por la primera infancia, la niñez, la pubertad, la edad
adulta y el progresivo envejecimiento hasta la ancianidad, la expectativa de
vida al nacer es de más de ochenta años, pero, por la media de los pollos que
algunos comen y la ciencia matemática los reparten entre los muchos que ni los
huesos chupan, la
edad media de los españoles va por el orden de la cuarentena, un pellizco
menos para los hombres (39,6 años) y un ligero soplo a más para las mujeres
(42,2 años). Una enorme distancia para quien es niño, una insignificancia para
quien es adulto y una enorme angustia para quien se atreve a enveredar por los
retorcidos meandros de la estulticia añera.
CiU y
ERC, ¡que siglas tan extrañas para un peligroso proyecto político de uno de sus
dirigentes! Convergencia en algún punto del tiempo tiene por límite la unión de
dos líneas, derechas al punto y no paralelas, evidentemente desde que ambas
caminen por un mismo plano. Dependiendo del sentido con que el ojo mira
estas dos líneas, principalmente si lo consideramos puesto en el punto de pacífica
calmaría, como el ojo del huracán, las líneas se alejan en tormentoso conflicto,
mandando por los aires todo y a todos que a su paso se interponen.
Después
de la segunda guerra mundial un viento transmontano con fuertes olores de unión
se espació por toda la geografía del hasta entonces considerado Viejo Mundo. Todos
que vislumbraran tan difícil ideal ya han emigrado a otro plano, del que nadie,
aquí en el conturbado plano terrestre, tiene noticia, tal vez porque los partidos del más
allá sean extremamente discretos, tal vez sean más austeros, o, ¿quien lo sabe?,
un poco más que el señor Mas del nibelungo catalán no sabe explicar.
El
mundo político del año 1931 nada tiene de comparativo con el mundo político de
los años actuales. Todo era diferente,
la vida era diferente, las personas eran otras y la esperanza de una España
mejor necesitaba ser reconstruida. En aquellos tiempos algunos grupos de
personas se unían para copiar lo que había ocurrido en las sociedades españolas
de ultramar. Mucha gente involucrada en aquel proceso parecía exhibir un
bienestar superior al habido bajo el mando del gobierno central. Por el pensamiento
de los fundadores del ERC, en aquel entonces afloraba en los catalanes un
sentimiento de emancipación social y nacional, supuestamente asfixiada en su
ideal democrático por el desfecho militar en el año 1939.
Este
sentimiento fue encausado convenientemente por Convergencia i Unió bajo la
presidencia de Jordi Pujol, uno de los artífices de las autonomías (regiones
federadas en un estado de nacionalidad española)
Hoy
vivimos en un estado de legalidad democrática. Muchos problemas que debían ser
eliminados continúan latentes. El desempleo rueda como una bola de nieve y, si
nadie la para, la avalancha será desastrosa. Hasta ahora nadie ha formulado los
medios para contenerla y lo que se ha hecho en nombre de supuesta austeridad va
contribuyendo para hacer de la marca España un instrumento de recusa de lo que
pueda salir de España, pues es muy difícil creer en la competencia de
ciudadanos que no tienen en su conjunto la capacidad de hacer productiva un
cuarto de su fuerza de producción y destruye la ilusión del 50 % de su juventud,
manteniéndola totalmente desamparada.
Pero
esto y mucho más no se arreglan con fraccionamiento de la nacionalidad española:
Barcelona, arengando sus paisanos para iniciar una nueva etapa fundamentada en
el derecho de buscar el progreso social, el desarrollo económico, el fortalecimiento
democrático el fomento de la cultura y una lengua propia diferente del resto de
la región catalana, busca su independencia para convertirse en una ciudad-estado.
Que
es lo que impide al señor Mas y al señor Uriol de trabajar en pro de tan nobles
objetivos. ¿Conseguirán los barceloneses vivir aislados del resto del mundo y
evitar alguna que otra derrota del Barcelona? O mismo, para probar el beneficio
de su independencia, ¿será capaz de dispensar Lionel Andres y clamar a los
cuatro vientos la fuerza y el poder de la raza del Barcelona F.C.?
Mucho
me temo que tal odisea en los días de hoy será una cruzada con probabilidad
nula de resultado feliz. Sin duda, los mossos de escuadra reclamarían que para
dar palo es necesario que el paleado entienda el objetivo de la mano dura, y
para gobernar a quien tenga que pagar tributo necesario se hará imponer el
código de una lengua hablada y escrita común. Mira por donde, los barceloneses ya
dominan esa lengua común y por tal milagro pueden entenderse con los
araneses y demás españoles de Cataluña.
De
momento, el bipartito arenga un absoluto sinsentido, una especie de ladrido
para molestar el sosiego del estado de gracia absoluto del pp.
Veamos
si me engaño:
1.-
Formularán una declaración de soberanía del pueblo (¿soberanía del pueblo o de
los señores mandamás de los respectivos partidos?)
2.- Incorporar
enmiendas que se consensuen con la finalidad de aprobar una ley de consultas
iniciada en la anterior legislatura.
3.-
Iniciar un proceso de negociación con el poder central, al que
constitucionalmente está subordinado el poder autonómico, para convocar un referéndum
y seccionar una parte del todo español y, así desmembrado, pueda correr mas y mejor
el trozo separado.
4.- Criar
un consejo nacional -¿de qual autonomia local? - Para asesorar el bipartito (entiéndase
procesar las órdenes de mas y uriol) El consejo deberá favorecer las decisiones
adoptadas por mas en su derecho a decidir el huno por todos los españoles.
5.-
CiU y ERC se comprometen a trabajar todos los procedimientos formales,
jurídicos e institucionales posibles para estar en condiciones de obtener un
marco legal que ampare España delante de la secesión de uno de sus más
importantes miembros.
6.-
Finalmente, se convocará una consulta al pueblo para que un trozo del cuerpo
nacional se convierta, por reproducción asexuada, en un nuevo estado español.
Sabemos
por el historial de la corriente derecha, que el nuevo estado español, como
parte del todo, será una, grande y libre para ser gobernado por la gracia de
dios. La corriente que fluye por la izquierda dirá todo lo contrario: mejor
muchas, pequeñas y desunidas para gobernar mas y uriol.
Para
mi consuelo, creo haber trovado bien bajito para que nadie me escuche y ninguno
me entienda. Además, por si las moscas rondan mi teclado, escribo con lentes
obscuras para que no vean la faz de quien ecoa tanta locura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario