Discrepo
con veludo y cetin, amigo Alfredo, de tu afirmación de lo que es actual, en la actualidad, dura pocas horas. Según la RAE, el periodo
actual apareció hace unos pocos ocho o diez mil años y muchos rezamos para que la
tierra menee el rabo por otros tantos años, con Mas o sin él. Otra cosa, que también
no es muy diferente de otros tiempos, es la transgresión voluntaria de lo que
quisimos ayer y hoy, por falta de lo que es debido o por exceso de quien nos
aplica el deber, sumergimos en un desordenamiento del que ya conocemos algunos
precedentes, y los cien mil hijos de San Luis intentaron corregir a la manera
de un Francisco primero, que no sería el único en nuestra historia, sin darse
cuenta que un retratista Goya volcaba sobre las telas la calamidad de su
impresión. Luego, observando las diferencias y mantenido constante todo lo
resto, podemos afirmar que todo sigue igual y nada se ha creado, pues lo que
parece distinto es una aberración de lo que antes era igual y en la actualidad
parece transformado. Así que de huída, nada. Y nada, aunque reiteremos
repetidas veces, es absolutamente nada.
El machado cuando cae pesado sobre el leño
hiere la corteza y pasa a exhibir la habilidad y el talento habido en su
interior. La brisa susurra cosas en mis oídos, el viento clama los misterios de
la vida y el huracán enfurece los elementos para que lancen chispas sobre
nuestras cabezas. Y todos corremos hacia donde creemos haber algún refugio. No
encontramos amparo adecuado a lo que buscamos, porque el refugio no existe. Si
existiera, otros ya lo habrían encontrado
y en sus ojos no habría lágrimas, del sudor harían vino y de la mar
saldrían peces cocidos o asados al gusto del refugiado.
No es tiempo para dar consejos, preciso es
venderlos. Para quien cree que es bueno tener un banco malo les diré con el
alma en la mano que mucho mejor será tener empleo malo y no un desempleo
perfecto, pues es a sabiendas que el paro es oriundo del desdeño de la política
mala y si ésta en su primer año va trepando suceso, en su límite nos ocupara a
todos, pues será suficiente ser sus parientes, obtenido el parentesco por un
ganancioso matrimonio con el buen interés de la intermediación plena.
Que será un buen nombre, mi señor? ¿El sonoro
nombre de Heitor Villa Lobos, compositor del modernismo brasileño, inspirado por
el choro musical de la pluma retorcida en los bares de Rio, y hoy espejada en
el club tortura del lápiz feroz de la crítica que boga en la actualidad de
estos otros días?. O será Lacerda,
miembro de la UDN, descendiente de emigrantes portugueses, de nobleza açoriana, señores da Feira e dos Lacerdas, descendentes dos
reis de Castela e León e dos de França.
Como podemos ver, mi muy estimado Alfredo, por
la mala vista del bo rego también corre
cultura de calidad, algo recesa pero de eterna actualidad, como el trato de
Amalia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario