Busco tenazmente por descubrir la verdad atrás de los poderes que rigen la humanidad desde que ésta ha decidido organizarse bajo el manto protector de algunas divinidades. Son poderes que llevan combinado elementos de éxito y felicidad, con fuerza extraordinariamente atractiva y, a la vez, paradoxalmente y potencialmente repulsiva. El odontólogo chileno, Rod Fuentes, describe estos poderes como resultado de conveniente combinación de psicología cuántica, hipnosis encubierta y programación neurolingüística. Al pasar los tres cuerpos por la pía bautismal, el DR. Fuentes ofrece identidad nominal a los sujetos objeto de su tesis, denominándolos algo así como Enfoque Correcto, Realidad Inventada y Distorsión Afectiva.El Enfoque Correcto es un conocido elemento de la estructura individual, capaz de prescribir a distancias macrométricas los más finos matices de la luz, del calor, de la transparencia, de los hechos y cohechos del deber por derecho, los crímenes por prevaricación e insulto a la moralidad del sujeto (aquel semejante que ha venido a este mundo por un acto transflorado de la pasión atractiva entre dos órganos opuestos). La Realidad Inventada es natural consecuencia de los errores a que está sometida el globo ocular y, por sus tempestivos efectos y defectos, nos hace ver la leche cuajada cuando le conviene prender un bulto láctico, o liberta un trozo de bronce en forma de lanza, decretando la inocencia de un metal noble y sumisión a la verdad del conocimiento por decreto de su valor,tamaño, finura, suavidad, ternura y adecuada rigidez por obra de la inteligencia. La Distorsión afectiva, como vemos, es hijo adoptivo del Enfoque Correcto y la Realidad Inventada. Los tres forman un trío imbatible, más poderoso que el trío de los cuatro mosqueteros de Alexandre Dumas.
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