martes, 18 de agosto de 2009

GENERALATO JORNALISTA


Parafraseando Miranda, bienvenido, Don Luis. Ya me parecía muy atípica la corrida sobre el mes de agosto, aparentemente un mes de caminos rectos, alfombrados con césped verde de la mejor calidad industrial.

Como testigo y parte integrante en negociación laboral me he dado cuenta de extraños y paradoxales desajustes en la justicia que pretensamente suele socorrer el obrero de cualquier estirpe. No es muy diferente en la Galicia de mis sueños, no era diferente sobre la égida observatorial del marciano Marx. No lo será bajo el mando del joven y brillante comandante Mr. Obama.

Esa cohorte de miembros postrados en ambos lados del rio está posicionada estratégicamente con la misión de evitar que el rio se descarrile de su cauce y la justicia del humilde tome cuenta del agua que carrega hacia su destino: el mar de la ensalada capitalista.

He leído en algún lugar de la prensa universal que el periodista existe para proveer la audiencia con información suficiente para conformación de su particular opinión. En tal emprendimiento es recomendable especial atención a los principios de verificación e imparcialidad sobre los datos que componen el contenido informante, aproximando el lector a la verdad que él deberá discernir y desenvolver. Otro camino es lenga-lenga de abogados partidistas con clara disposición de montar tanto sobre el lombo de un asno como sobre la joroba de un camello, no importándoles si la especialidad de uno es el transporte de riquezas sobre el monte o el otro desarrolle especial disposición a rumiar las arenas escaldrantes del árido desierto.

Toca usted, don Luis, en clave metálica, chupando un pirulito dulce de caramelo. En ambos enfoques resbala dramáticamente sobre el moderno periodismo, que también no oculta el miedo fóbico hacia la realidad que se avecina sobre la carranca gallega, muy cansa de los gloriosos días del descubrimiento del papiro y el teletipo. “Nunca Mais” se repetirá después y siempre, porque la transgresión a un estado inercial nos lo predican desde muy tierna edad y en la lucha por el dominio territorial todos somos perros deseosos de marcar lugar, momento y padrinos. Es un estado transmitido desde la Génesis, es un estado que agrada al señor, y en este momento es usted un fiel asesor del mosaico predecesor de nuestra jacobina cultura. De un lado, el pueblo, trabajador, chorreando cántaros de sudor, buscando solución a los problemas que lo afligen, del otro lado, incitadores de un vulgar mecanismo que mantiene la tensión, arrancado tercios y primicias para gloria de quien ya todos conocemos y poca gracia nos hace. You are welcome to join us, Mr Luis.


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