domingo, 11 de diciembre de 2011

CUMBRE DE BRUSELAS


(I)

En este primer tercio del mes de diciembre vimos el real problema de la política europea explotar como castaña en el interior de un brasero. Los foguistas castañeros fueron Monsieur Sarkozy, la dama germana Frau Merkel, nuestro vecino el portugués Durão Barroso y, muy explosivamente, David Cameron. El marco de tanta rebotación fue la Europa del euro y la seguridad para los rentistas de la nueva moneda.  La dificultad por el entendimiento de la construcción babilónica puso en destaque las diferencias  que desde la era de la piedra labrada nos acompañan en esta retorcida geografía, a la que hemos denominado continente europeo.

Para unos (señora Merkel) no se puede gastar lo que no tenemos, para otros (señor Sarkozy) la fe hace milagros. Parece ser que la gran unidad nacida de la enorme diversidad fue surgiendo sin mucha preocupación por nuestro empírico pasado. Era suficiente establecer una idea de bienestar en algún punto del futuro y esa idea haría el trabajo por sí misma; seguiría sin hesitar por las hipótesis de la idea convenientemente establecida para arrancar proposiciones por las que explicaba el comportamiento de los agentes económicos. La verdad es algo siempre muy dificil de explicar apriorísticamente, pues los parámetros generados por las proposiciones casi siempre carecen de un pasado empírico para confrontarla con la realidad presente y adecuarla a las necesidades futuras de una nueva Europa imaginada sin sombras de desunión.

La política económica real, en consorcio con la política económica imaginada, explicaba como se podía reducir el déficit en cuentas corrientes con un simple decreto en la desvalorización cambial. Por tal instrumento, explicaban, la importación sería reducida por el encarecimiento del producto extranjero y, al mismo tiempo, para compensar el vacio, la producción interna se vería incrementada  específicamente en el sector de bienes de capital y materias primas. Eran relaciones muy simples de causa y efecto que cualquier uno, con un palmo de frente, dos pies para andar y algunos años de observación, conseguía entender y, por tal entendimiento, se hacía perito en el tema.

Con el primer premio nobel de economía aparecieron los grandes avances de la econometría. El noruego Ragnar Anton y el neerlandés Jan Tinbergen fueron agraciados con el primer premio en función de sus análisis sobre procesos económicos asociados con el desarrollo dinámico de los modelos de decisión. Ambos ampliaban los conceptos económicos con poderosas herramientas que servían para ofrecer a la política  la virtud matemática de los modelos micro y macroeconómicos. Al mismo tiempo que la microeconomía se concentraba en las múltiples variables que rigen una singular empresa, la macroeconomía promueve concentración en el estudio de los agregados económicos.

En un modelo que facilite datos para regresión al pasado, el cálculo econométrico permite hacer abstracción de la nube dispersa para transformarla en una flecha formada por gotas, todas con actitud bien definida en ecuación linear, para que de ella concluyamos algún comportamiento bastante interesante.


(II)

Constituyendo las personas el principal albo de la política, cabe a los políticos explicar con buenas razones la meta que nos han propuesto alcanzar. La intuición es un sentimiento interno y particular que ayuda en la percepción de intereses anexos al propósito de alcanzar una determinada meta. La intuición es algo brutalmente natural, de ella ni los animales escapan.

En el encuentro franco-hermano del presidente de Francia, señor Sarkozy, y el primer canciller de Alemania, señora Merkel, se acordaba introducir penalidades a los estados miembros que excedan su déficit sobre el 3 % máximo tolerable.  Fue una semana crucial para el euro y ambos dirigentes se movieron con bastante ligereza buscando restablecer la confianza en el euro de la eurozona. La propuesta, según fue anunciado en la reunión, fue detallada en carta presentada el viernes al presidente de la UE, Herman Van Rompuy, un día antes de la cumbre de Bruselas.

Hay varias propuestas sobre la mesa destinadas a buscar solución al gran conflicto financiero generado por los diez años de existencia del infante euro. La unión fiscal fue propuesta de Alemania, aun esclareciendo que la solución a esta crisis va demandar años de dura maratón para recuperar la credibilidad perdida.  La propuesta de la Comisión Europea fue crear el eurobono y dar mayor capacidad de intervención al Banco Central Europeo, idea con la que concuerdan Francia e Italia pero no agrada a Alemania. Curiosamente Alemania detiene la deuda mas grande de la eurozona (26 %), le siguen Italia con 23 %, Francia con 21 %, España con 9 % y el resto de la Europa del euro reparte el 21 % que falta para completar el caldo de la soberana deuda.
En la UE cada país es responsable por la deuda que tiene. Con el eurobono gestionado desde el BCE, todos los países del euro se harían solidariamente responsables, lo que significa dar más poder al creedor para recuperar los préstamos, siempre acrecidos de los correspondientes intereses pactados. Solución perfecta para los prestamistas con residencia desconocía, y solución aparentemente buena para los países que despilfarran en gastos sin retorno, pero solución fatal para los países austeros y con fuerte disciplina en el control presupuestario.

Una forma de relanzar la economía es rebajar los tipos del interés. La idea del eurobono puede ayudar a concretar esta rebaja, pero el eurobono subordinado al BCE va exigir un ministerio de hacienda único, idea que interfiere con las constituciones de cada país asociado al euro. Por otro lado, perder el comando sobre la hacienda significa perder poder y ganar responsabilidad por tener que obedecer as una autoridad superior. Poder todo el mundo quiere, responsabilidad es algo que ni el rey desea. Luego, la solución de la crisis por el camino del eurobono compartido es una idea muy lejos de merecer el consenso de las naciones más ricas.  
De momento, España ya cortó en lo sano desangrando cinco millones de parados. Italia puso a trabajar la vieja navaja de afeitar para cortar  entre cinco y diez por ciento las pensiones, para introducción del copago en la sanidad y para retrasar la edad de jubilación, entre otras medidas del fígaro italiano.

Si el tempero con especiarías continentales no fuesen suficientes para dar rico sabor a nuestro caldo con grelos, David, el de la casa británica, vino a campo del martes con su famosa honda tira piedras, avisando que a él nadie tasca y hará resistencia al nuevo tratado propuesto por el Sansón francés y la Dalila germana o cualquier otro Goliat gallego, italiano o griego que se interponga en los intereses británicos. ‘But, of course. If they want to use European institutions, then we will be insisting on the safeguards and the protections that Britain needs’ – ha dicho el valiente camaron. É doado, se eles empregan as institucións europeas, anton nos empregaremos as atiradeiras contra os filisteos para manter libre de calquer inxerencia o noso finisterre e a nosa Thumbria.


(III)

El plan franco german puesto sobre la mesa pide provisión para lo que sigue:

Dar poder a la Comisión Europea para que imponga penalidades al país que incumpla la reducción de su déficit.

Todas las 17 naciones de la eurozona deberán emendar sus respectivas constituciones para exigir presupuesto equilibrado.

Los países de la eurozona serán comunidad corporativa y tasarán las transacciones financieras.

A los inversores privados no se les exigirán la absorción del coste en eventuales rescates futuros.

Más claro que eso ni el agua de la fuente en la plaza del pazo Cotón.

 (IV)

Para decir la verdad, aquella que nunca se debe decir, diré que no se lo que quiere decir carallada. Es una palabra que la he oído  más de mil veces en los idos de mi juventud. De cualquier modo, entendiéndola como se quiera, ella se hace muy expresiva cuando la usamos para referirnos al estado económico de esta nuestra escarallada crisis nacional de España que a todos tanto nos amola. El déficit público se redujo 17 % en este año de elecciones generales, situándose en 3,7 % del PIB, por tanto, muy próximo de la meta establecida por la Europa del euro. Delante de tanta noticia alarmista esta noticia parece una carallada. ¿No es verdad? - Sí, lo es – creo que sería la escueta respuesta del simpático loro Foderico.

El IPC continúa su escalada de crecimiento con pasada que supera el anterior paso en 3 %, decimo lo un poco más, pero es décimo menos. El empleo desciende en picado con variación positiva del 7,5 %. Y ya van más dos caralladas que, asociándolas, nada combinan con los mandamientos de la doctrina económica. Si el empleo cae, la demanda por bienes de consumo también cae y, mantenida su oferta creciente (PIB en ligero aumento), los precios debían caer. Otra carallada que no se cumple, y la tesis econométrica de la variable explicativa del nobel Ragnar Anton se cae del caballo.

Pero en la carballeira repleta de quercus comunes siempre cabe un carallo especial, y las agencias de rating no lo dejan por menos. S&P rebajó la calificación crediticia del BBVA, Fitch puso su ojo vigilante sobre la deuda norteamericana y Moody’s advertía de la posible rebaja a la deuda subordinada  de 87 entidades financieras de la UE. De carallada en carallada habrá que esperar para ver lo que ocurre, el viernes 9 del doce once y dos mil, anteayer, en la cumbre de Bruselas, con los jefes de estado y de gobierno reunidos para una carallada global.


(V)

Esperando en medio de una densa neblina, pues fumar no puedo, al oler el humo ocurrió una gran idea a esta mi cabeza ilustrada con tocino retorcido y sebo de soja. La enviaré a la cumbre de Bruselas por el cable del móvil para que sirva de buen provecho a los comensales del ministerio global.

 Es público y notorio  que el dinero es un bien público y ha sido creado en función de su utilidad en el intercambio  de bienes y servicios reales. Por razones que no vienen a caso para explicarlas ahora, un pequeño grupo de personas se han apoderado y mantienen encerrado en cajas blindadas todo el dinero y más alguna cosa del PIB nacional. Cuando el gobierno decide construir alguna cosa que justifica como esencial para el buen desarrollo del pueblo, recurre al ato administrativo de la expropiación forzosa como medio de desalojar de su propiedad a una persona, compensándola con el pago de un justiprecio a ser efectuado en el día del juicio final. Es sabido que por razones de la prudente política, un político jamás se enfrente a un banquero con poder de retener en sus arcas todo el dinero que la casa de la moneda ha imprimido durante los diez años de la infancia del euro.

 Entrementes, a juzgar por el volumen y peso de tanta nota-papel y tanta moneda empanada con metal, no será moi doado ir de mula para retirar todo ese caudal encauzado en alguna fortaleza de la capital. Pero, en algunos menesteres la cabeza bien untada con tocino, sebo o grasa mineral  siempre sabrá como mejor hacer las cosas. Y las cosas bien hechas requieren el arbitrio de la ley para que el efecto sea eficaz y duradero. La ley, pura y concisa como cualquier uno de los diez mandamientos labrados en tabla de piedra, podría decir:

Artículo primero: El valor de toda nota y moneda imprimida con nombre de euro tiene su valor reducido a cero.
Artículo segundo: Toda deuda pública o particular queda anulada en función de su contrapartida creedora, según la fórmula: Débito – Crédito = 0
Artículo tercero: Todo ciudadano con residencia en la Europa del antiguo euro y DNI europeo es creedor, a título de Capital Inicial,  de diez mil unidades monetarias europeas (UME) imprimidas por la casa de la moneda.
Artículo cuarto: El montante de la impresión de unidades monetarias jamás podrá ultrapasar el límite de diez veces el número de residentes vivos y con DNI de la comunidad del ex euro.
Articulo quinto: la paridad cambial con otras monedas será hecha en función del valor que cada una de esas monedas atribuya a la unidad de trabajo humano empleado en la producción total de sus respectivos países.
Esta ley entrará en vigor en la data de su publicación.
Revoquen se las disposiciones en contrario.
Yo, el autor, he dicho.

No creo que se haga necesario explicar la virtud y la fuerza social de esta ley. Sería la Gran Ley  de la ley mayor, exportable a la zona del planeta Gliese 581 g.
La parte más dura y dificil de aplicar está en el artículo quinto. En este tópico, si los economistas de la escuela austriaca no dan cuenta, seremos obligados a contratar el servicio del economista ruso Wassily Leontief, nobel del año 1973, y pagarle por la explicación de las tablas de insumo-consumo (input, output) todo lo que él desee cobrarnos.


(VI)

Es viernes, temprano y por aquí llueve mucho, de Bruselas vienen los inputs que por el sentido de la vista van conformando la opinión que en mi se altera a todo instante.

Es lo que hay, vivo en un mundo en el que mis propios sentidos me hacen la gran jugada. Me hacen pensar que hay un modo de entender las cosas y, después que las entiendo, vuelven para explicar que hay otras muchas maneras de entender lo que por haberlas explicado antes yo entiendo ahora. Me explico: dicen que depende de la predominancia de cualquier uno de los pentagonales sentidos y también del momento, de la humedad, del calor, del frio, de la opulencia, del hambre y un sin numero de condicionantes que alteran la percepción antes que la impresión se afirme en la tormenta de tanta ideas difusas y confusas alojadas en el cerebro.

La Crisis financiera revelaba que no había dinero para nada. Sin dinero, el tren si iba parando. De repente, tocan las trompetas para avisar que los estados del euro y otros de la UE quieren depositar en el fondo de contingencia del Fondo Monetario Internacional la friolera cantidad de 200 mil millones, a título de refuerzo.

¿De donde vendrá todo ese dinero?

Muy fácil es verlo.

Será retirado de la venta de deuda que inversores la comprarán a cambio de más deuda. Esa nueva deuda multiplicada por un factor (digamos 1,03) será prestada a países en apuros a un módico interés (digamos 3%). El país en apuros ofertará a la banca, a un módico interés (digamos a 3%) la deuda inicial que ahora está ampliada, por fuerza de los intereses aplicados en su debido momento,  en 9,092727 % ( 9,1 %, según la conveniencia del redondeo). La banca, veloz como el rayo e inteligente como el zorro, a sabiendas que time is money, llama un promotor y le ofrece toda la deuda que el quiera a un interés jamás visto por el promotor (digamos 3 %). El promotor, con papeles de deuda por el valor de 1,133, idealiza un proyecto que le irá costar 1,133 y va cobrar 2,266 a título de gestión de la deuda. El estado en sus diferentes modalidades (autonómico, sindical, diputacional y municipal) ingresará, a título de impuestos y contribuciones, digamos 50 % de todo el valor empleado en los distintos factores de producción. Es valor impositivo que el vendedor final agrega a la deuda del destinatario final. Finalmente, la deuda alcanza el trabajador de cualquier oficio, quien para alimentar a si y a sus hijos gasta todo que recibe por la labor de su trabajo. Un esfuerzo aquí, un guiño allá y la esperanza que todos tenemos de que en el futuro todo va mejorar, ese feliz y arduo trabajador resuelve comprometer (digamos durante 30 años) una cuarta parte de los ingresos de su trabajo, que no era ahorro pues nunca nada le sobraba.

Parte del milagro fue hecho. Con una unidad de deuda nacional ingresaron en el mercado 3,399 unidades, que por el criterio del conveniente redondeo serán 4 unidades de deuda soberana. Ahora bien, como toda esa deuda está registrada y guardada en los bancos y los bancos saben que deberán mantener un crédito compulsorio del orden, digamos, 10 % de la deuda, ellos, los banqueros, se sienten libres para emitir 80 % de nueva deuda con base en la deuda soberana. La rueda que mueve el fuelle que sopla la burbuja trabaja a todo vapor y el propio sistema se retroalimenta generando burbujas por doquier.

Permítanme agitar ahora la balanza en un determinado momento de la crisis.

Los compradores de deuda resuelven ganarse unas vacaciones y piden de vuelta la unidad de deuda que ellos compraron a 0,97. Es justo, el ahorro sirve para que se haga gasto en algún momento de la vida, de lo contrario el ahorro no tiene sentido. Ese creedor inicial va a la deuda soberana y le pide que le devuelva la deuda real, digamos apenas una unidad. Pero esa nonagésima séptima fracción de la unidad vive dividida por lo menos en siete partes, y lo que antes parecía milagro ahora se vuelve alucinación. El mercado se ha acostumbrado a vivir con las siete unidades de deuda y necesita de ellas y algo más para continuar viviendo. Para pagar la deuda real de 0,97 el sistema se ve obligado a enjugar 7 unidades de deuda ficticia. Como el sistema ni siquiera tiene la unidad, que a nuestro parecer una parte emigró por osmosis y la otra entró por el tubo y no permiten que la regurgitemos ni a título de desahucio,  la de dios está armada y nos van haciendo caminar de hipo en hipo hasta donde nadie sabe y nadie ve, aún montado  en la cumbre de Bruselas.


(VII)

Hay un acuerdo para seguir atrás de un nuevo tratado que no será finalizado antes de marzo del 2012. Si concluido, todos los países participantes deberán ratificarlo. Con la oposición de Gran Bretaña y dudas de Hungría, Suecia y República Checa, las perspectivas se muestran bastante sombrías.

Estricta disciplina fiscal de la UE se opone a los intereses británicos A esto Sarkozy responde que va harto de oír lo que David cree que Europa deberá hacer. Andamos cansos de que nos diga o que debemos facer. No quiere integrarse en la fe del euro porque odia el euro y ahora viene para interferir en el juego de nuestras reuniones. Desde 1973, año de adhesión de la Gran Bretaña a los designios de Europa, por primera vez (y siempre que hay una primera vez la probabilidad de la segunda es certera) un acuerdo de reestructuración financiera no lleva el aval de Inglaterra. Peor, David amenaza con vetar la revisión del tratado de Lisboa.
Según Sarkozy el tiempo trabaja contra el euro, luego habrá que matar el tiempo para que no consiga trabajar y así condimos el tiempo hacia el paro para resolver el problema de los parados.

Jamás hemos sentido un riesgo de explosión semejante a este que estamos viviendo Europa se enfrenta a algo extremamente peligroso si juntos no conseguimos encontrar un acuerdo  que de respuesta al diagnostico de la situación. El diagnóstico es que el euro, que fue idealizado para inspirar confianza, no ofrece confianza. El diagnóstico es que Europa, que fue idealizada para proteger las personas, ha dificultado sus vidas en todos los países. El diagnóstico es que nosotros tenemos pocas semanas para tomar decisiones, pues el tiempo trabaja contra nosotros. Si no creemos en esto que os digo, siento que no podremos creer en cosa alguna. (Sarkozy)

               

               

               

               

               

Sobre el eurobono de Durão Barroso, la señora Merkel así se explica:

El gobierno ha dejado siempre claro que la crisis europea no se resuelve en una noche  insomne. La solución no llega veloz, ni siquiera se muestra fácil. La solución a la crisis vendrá por el camino de un proceso lento y puede llevar años para alcanzarnos. La adopción de una hoja de ruta para el EFSF (European Financial Stability Facility) nos ayudará a incrementar la eficiencia del fondo de rescate del euro. Esclarezco que no hablo de derrumbar el EFSF, pero miro lo que realmente se puede hacer con el EFSF. Andamos por el camino que permita llevar ayuda a los presupuestos nacionales, determinados y controlados por la institución Europa. Pero, de acuerdo con la constitución, esto no es posible y es una situación que nuestra común responsabilidad no consigue reflejar. Consecuentemente, hablar del eurobono es inútil y debe ser evitado.

               

               

               

               

               


Gracias por haberme leído y grazas por no aburriros con comentarios que prueban que vivimos momentos muy difíciles en la estructuración del futuro que tiembla en bases poco sólidas del presente. 

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