martes, 3 de febrero de 2015

DESIDERATUM

Tal como están las cosas, es imposible pagar la deuda nacional. Para que el desiderátum aventado por Conde se consuma, es necesario que el sistema monetario  se estructure en algo diferente de lo que es ahora. En el horizonte cercano e incluso algo más allá, no vemos, no oímos ni sentimos que haya gente trabajando en tal intento.
La deuda es una trampa como otra cualquiera. El ser humano es muy habilidoso en la idealización y construcción de trampas, simultáneamente es necio suficiente para caer en todas ellas.
Debemos una pasta enorme. Nos asusta tener que pagarla pero no pagarla nos asusta mucho más. Lo curioso en este cuento es que debemos algo que no vale nada; como ser propio no tiene substancia alguna, se deteriora con facilidad y se esfuma como la espuma del mar o como el humo de quien fumando por él espera. Por qué, entonces, toda esa algazara de Podemos sobre lo que no podemos? La respuesta está contenida en la misma idea que da vida a la ficción: la moneda fiduciaria.
Mismo que se cuente lo que en apariencia es verdad, una ligera reflexión nos dice que los principios que rigen la existencia de la deuda no es una promesa de pagar valor desproveído de cualquier valor. No tendría el  menor sentido. La fe en creencias se altera todos los días por conveniencia del momento. La conveniencia que nos obliga a no ser morosos con la deuda viene íntimamente asociada a la moral que sostiene el impuesto: palo largo y mano dura.
Cuando dos caras duras se enfrentan, el lio queda armado. Y cabe al pueblo llano y meridiano la labor de desliar el ovillo con sus manos.
En estilo hip hop de la canción jamaicana, en la puerta del sol, con la iglesia por nombre y la historia como referencia, arengas despiertan la morosa esperanza de soñar algo mejor  con riesgo de algo peor.  Sí, se puede tener un país mejor porque querer es poder. Tener fe en el querer de otros puede ser bueno para nuestros sueños, lo malo es que a la ligera se transforma en crueles pesadillas.
Desidia
Difícil es atender ruego para explicar renegociación de la deuda pública.
Un cara dura ha subido al monte para poner trampa al lobo y a la raposa. El lobo perdió una pierna y la raposa quedó sin rabo. Ambos viven felices porque sabían que podía perder mucho más. El lobo se puso a cortejar los corderos y la raposa vio crecer su amor por las gallinas. Al estilo macroeconómico, editaron ley que exigía prima por el riesgo de vivir libres. El interés fue de 7% del rebaño al año. Ahora soy yo quien le ruego acuda a la matemática para entender el contenido filosófico albergado en el módico interés.
La pierna y el rabo fueron suficientes para sostener el cara dura. En su bohemia, visa ocupar el tiempo contabilizando su capital inicial (7% del rebaño).
Rebaño final = 1,07 a la enésima potencia
Por convención, fijemos la enésima potencia en 10 años. Haga usted los cálculos y vera que el capital que se puede exigir por fuerza de palo largo y mano dura es superior al rebaño. Imposible pagarlo!

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