lunes, 28 de junio de 2010

NO ME ABANDONEN

Adaptarse a la salvaje realidad de las nuevas ilusiones es un difícil propósito de quien ya ha vivido tantos años en perfecta sincronía con el joven y eterno pensamiento de un día poder vivir libre de miedo, de angustia, de dolor. Somos generación que ha conseguido ultrapasar la edad del delirio juvenil. Sin mucha sorpresa hemos ido avanzando por la dehesa del saber, del sentir, del criticar, del juzgar, del vivir independientes y soberanos. En todo este repliegue de labirintos fugaces fuimos caminando a los flujos de la historia, muy insensatos por los reflujos del amor, muy creyentes de que nuestra condición de humano animal seria suficiente para explicar cualquier situación de dioses animados por la gracia de la eternidad.
Más que humanos, somos dioses. Dioses sin distinción de raza, credo o cultura. Dioses embutidos en la dualidad maya que acompaña toda existencia. Dioses, aunque el manto y la tiara adornen nuestra figura desnuda. Dioses, sobretodo delante de la creencia de que el hacha de la hache mayor se antepone a la humanidad menor, dejando libres sus manos para que a su arbitrio manejen guadaña que, por cualquier corte, a todos acorta. Todavía, más dioses, cuando por la retórica conseguimos convencer a los que por si mismos son persuadidos y nos hacen creer que todo nuestro poder tiene causa en nuestra sabiduría. Fue el caso del  pedagógico discurso deL señor Fénelon en su tratado sobre la educación de los hijos (“Traité de l'Education des Filles") por el que insiste en una obra de transmisión de conocimientos concretos, de modo agradable, prudente y sensible ante la necesidad de estímulos a la capacidad natural.
Ya por aquellos tiempos de conquistas, no dejó de ser una bergonza cuando su teoría fue testada en la testa del arrogante y violento alumno, duque de Borgoña, presunto futuro rey de Francia.
-¿Quien eres tú, mortal o Dios? ¿Quien es el padre que procuras, Caín o Abel?
¡Que se yo! Me creo un  humilde villano buscado en el escabroso cabo de Camariñas el camino del viento que erizara las ondas para que un buque emigrante me alejase de la costa donde, en un feliz rego, vivía con buena presenta el padre de mi madre segunda. Jamás tuve un vello de oro, ni adornos de plata, no obstante tengo en mi caverna suelo de mármol, arena gruesa de Biarritz y conchas de Estorde rodeando la virgen del Carmen. La brisa suave en estos días de invierno austral me recuerdan el soplo cálido del prado y el dulce fungar de los mares, la fragancia de sus algas y el dibujo de las ondas concéntricas del rio grande, agitado por una minúscula piedra arrojada desde mi infante mano.
La triste necesidad, que por prólogo ha de tenerse este absurdo exordio, me obliga a repicar las campanas de mi garganta y considerar como justo castigo los días de favor concedidos a los que exceden la juventud y se atreven penetrar por los dolores de la vejez. Lo hago con la altivez de un gallardo que en vida prefiere aplacar la voz de la ira y declina permisión a las sombras que en mi tumba, habiendo diálogo entre muertos, no me abandonen y derramen saliva para cantar las glorias de mi vida.
No me dejes subtítulos en español.
Não me deixes: subtítulos en portugués.

domingo, 27 de junio de 2010

!VIVA LA PEPA!

Ah, meu amigo! Pero que moi seguro habemos de telo que, se nos estan afogando, antes de baixar o nariz pra estancar o ultimo sorbo de aire que abraia os pulmoes, abremos de empurrar pra baixo a cabeza dos viciños e aplicarlle cosquillas na planta dos pes, a modos de lles subir os fumos coas tasas que xa existen.  Ah, eso sí,  se algumha seguridade ha en nosas vidas, é o crecimento endemoniado das tasas, encentivadas a pau de leña e con látigo feito con couro ben esticado e arrancado das costas do tributado.
Se as diputacións son o consello dos concellos, que mellor ocasión podemos ensejar para simplificar as relacións e mandar ao paro todos os concelleiros locais, incluido o conselleiro principal, o cura das almas perdidas e, se cadra, tamén o outro cura, aquele que nos ensinou a rezar o pan noso de cada dia, o que os curandeiros conselleiros  agora querenos arrancar.
Imponse a realidade pelo comando do trabuco moito bem postado no trono desde donde truenan os raios que parten en resposta segura aos que chaman desmandos cidadans.   Pois todos sabemos como son tolos aqueles que um dia xá foran cidadans coma nos. Hoje, a capacidade de dar resposta e a meritocracia de poder pensar como facelo é o que os distingue na repartición dos cartos que ninguen meior ca eles  conseguen repartir. Eu xá sufrin de tal morféia em outro lugar. E em outro lugar pago as consecuencias de tan insosa elegía, escrita ajora em puntámetros do moi placentero verso libre.
Piden valentia no traquejo da boa abordaxe ao bolso alleio. Pedir, por pedir de gracia, é algo que para honor da xusticia ninguen roga. Pedir , no xogo da xabulana, significa soprar na boca da fufucela pra que a bola, bem direcionada ao longo do trabuco, marque gol. A eso poderíamos chamar exemonia da psicolocoloxia no trato acadêmico das pelotas. Tal modernismo, bem aplicado desde a teoria administrativa de um galeno popular, evitaria redimensionar a traxetoria calibrada pólo chute da ponteira dos zocos, madeira abestada na xestoria que pretende viver independente da stella do seu señor. Conformes o rufar do vento, a independência pode asobiar em rumba diferente, com vento na popa e auga na proa, pra que todos saiban que, se os narizes afundan, todos habemos flotar c’o  inchazo da bunda.
Non me asusta, non, a falta de cré-dito, pois xa sei que o mal-dito foi inventado para forjar o deber-dito. E xá decia o meu santo cura que é o comprimento do deber a principal virtude a forjaire a alma do santo. Asín, eu conclamo a todos da costa norte e aos meus viciños da costa sur a bebeire das tazas do deber, antes que suban as tasas do crédito, aquecidas ao toque do rufian bandeón e brindes co popular grito !Viva la Pepa!

martes, 22 de junio de 2010

EMPEÑADOS POR PIEDAD

Es agradable observar como el iluminismo se asienta en la comunidad gallega por acción intempestiva de un grupo de mixóticos autores, instigados por el activismo empírico de la sátira obscurantista de un ilustre escritor, prosélito fisiócrata en permanente lucha contra el ostracismo histórico.
Es evidente en el mundo de la ciencia que a todo momento nuevos descubrimientos, muchos ya viejos, pero olvidados en las telas de araña petrificadas por el tiempo, pueden emerger  del profundo foso filosófico de nuestra sensible conciencia gallega.
A ninguno de los autores del mixótico consistorio, soberbiados por la facilidad insospechada de la tecnología digital, cabe la más insignificante duda sobre el heroísmo del esfuerzo matinal realizado en el minxitorio caudal de específicos temas.
Cosas tan naturales como el relámpago durante una tempestad no pasaba desapercibida a las torrenciales reflexiones oculares de Lichtenberg. Consecuencias perpetuadas de tales observaciones, refractadas por la conciencia de la reflexión, conducirían a un tratado sobre la derivación de un  relámpago. Un eclipse lunar previsto para el 23 de octubre de 1971 desencadenaría un tumulto de explicaciones. Una faja blanca, observada en el cielo del 14 de marzo de 1974, despertaría el poder retórico por la ciencia de la explicación.  
Pero fue la colecta sistemática de cortas sentencias el gran mérito por el que nuestro amado conde lo cita en tres misarios ecuménicos, para deleite de los adagiados en su paremia refranera.
Difícilmente – observara Lichtenberg – puede haber algo más absurdo que un libro impreso por personas que no quieren entenderlo o, todavía peor, escritos por autores que no saben explicarlos y resumen su creación por las consecuencias de una orgánica erección.
La vida política necesita tanto de cambios como nuestros pulmones necesitan del aire que respiramos. ¿A alguien le ocurriría pensar en la necesidad de un decretazo para mejorar el empujo del pecho al ritmo que marcan las batidas del corazón? Es en las leyes que se escuda la cobardía electorera y es por la ley del absurdo que todos, patatas podres y sanas, cohabitamos el mismo saco, donde el olor pútrido del espantajo contaminado se esparrama por los brotes enraizados entre tubérculos de la corrupción.
Luego, si algo habrá que cambiar, mi caro conde, será nuestra actitud crítica ante los hechos y cohechos del político vulgar y no permitir que sus leyes (son ellos quien las hacen y ejecutan) no atraganten nuestras gargantas, impidiendo que suene la voz sensiblemente amargada por los empeños de la piedad.

domingo, 20 de junio de 2010

DESPIDO

Soy hombre con cara suficiente para responder las cinco preguntas de la Voz y darles argumento desde las diferentes posiciones que un trabajador puede tener habiendo vivido situaciones tan distintas como las atribuidas al sexteto profesional, representativo de la economía gallega.
El DESPIDO ¿fomenta la contratación?
Allá por los años de mil novecientos setenta y tantos yo era economista ejerciendo coordinación entre todas las divisiones técnicas de una gran multinacional europea del ramo de la automoción. Mismo siendo asociado al sindicato de mi profesión académica, resolví también asociarme a un gran sindicato del metal, con el intuito de mejor conocer el alma y sentimiento de las relaciones que unen y separan obreros de una empresa. Yo entendía que, de algún modo, todos éramos obreros realizando algún tipo de trabajo, formalizado por las necesidades de un emprendimiento destinado a producir automóviles de alta calidad y moderado precio. Con esa ilusión, charlaba con el ingeniero-presidente de la empresa y futuro presidente de la matriz en Alemania. Con la misma humildad, aceptaba la tarjeta de socio firmada por un joven sindicalista y futuro presidente de la antigua Tierra de Santa Cruz.  Alguna cosa, que podemos llamar intuición, me avisaba que no debía dar conocimiento de mi registro sindical a mis jefes e informé al sindicato que yo haría personalmente depósito de mi contribución mensual en la caja de la organización. Más tarde, me harían saber que había un acuerdo entre el sindicato y la empresa  y todas mensualidades eran descontadas del sueldo y repasadas al sindicato.
Sin problema – pensé yo. Pero el problema surgió de inmediato y, sin ninguna razón aparente, junto con la nómina que acogía el primer descuento, fui informado que estaba demitido y que la empresa honraría con suficiente magnanimidad todos los derechos de un obrero sindicalizado.
El impacto de un desempleo involuntario en pleno apogeo de la ascensión profesional fue demoledor. El valor monetario de las indemnizaciones permitiría mantener el mismo padrón de gastos durante 20 meses de desempleo. Ocurre que vivíamos tiempos de descalabro financiero e inflación descontrolada. Si no obtuviese rápidamente un nuevo empleo, en menos de diez meses mi familia (esposa y tres hijos en edad escolar) se vería azotada por las consecuencias de la miseria económica que el desempleo provoca en todo obrero que no tiene trabajo.
Para mi suerte y consuelo de mi familia, durante el segundo mes en que experimentaba el terror psicológico de mi condición de desempleado por primera vez en la vida, la misma empresa que me dimitiera, después de una docena de años de plena dedicación a sus objetivos empresariales, me ofrecía un puesto de gerencia en departamento a ser creado con base en mi experiencia y conocimiento profesional. Me daban rango de director, con asiento en el comité directivo de la ingeniería recién creada   en el país tropical  con sede en la capital más industrial de la América latina, área de un sindicato menos belicoso que el del futuro presidente de la federación de habla lusitana.
No, de manera alguna el despido fomenta el empleo. El desempleo involuntario humilla el trabajador y provoca su desespero, ocasionándole serios disturbios emocionales, muy capaces de provocar consecuencias irreversibles.
2 ¿Qué opina de la huelga general?

sábado, 19 de junio de 2010

JOSE SARAMAGO



Hoy la muerte lo sorprendió viviendo como deseaba vivir la vida. En algún lugar, en otro lugar, la vida renacerá para hacernos sentir a todo momento, sin pecado, lo que no sentimos cuando vivimos la primera vida.

viernes, 18 de junio de 2010

REFORMA LABORAL

Cuando el ilusionismo se muestra poco habilitado en las técnicas de obtener convencimiento por parte de la masa sometida a sus efectos, habrá que preguntar sobre las causas de tan extraña mutación.
Leyendo las propuestas del grupo de los 100 para reactivación laboral en España, uno -en el presente caso, yo- concluye que la ilusión por una posible solución viene de la mano emérita de cien economistas y no exactamente del contenido de las propuestas de salvación que su manifestación colectivamente endosada publicita.
Lo malo del envejecimiento es que a medida que se debilita el músculo y afloja el nervio surgen con impresionante vigor registros del pasado que, por insistente repetición, constituyen media y moda para conformación de los hechos reales de la historia.
Y la historia real muestra como se va debilitando la institución Trabajo como instrumento acumulador de capital. Antes de la entidad Trabajo ser entendida y reconocida con eufemismos de valor nacional, la esclavatura a que se sometía el hombre pobre era alabada por el clero y la sociedad noble. Funciones típicas agrupadas en las sociedades burguesas harían surgir una nueva clase de artífices, económicamente independientes y políticamente descreyentes de la retórica divina y de la baja moral del noble administrador. El Capital, endiosado por economistas seguidores de Adam Smith, se convertiría en  la unidad fundamental de los valores de la humanidad emergida de las tinieblas catastrofistas de la monarquía francesa. Time is Money, afirmaron por más de doscientos años  los lumbreras de la religión capital. Money es preocupación, Money es angustia, Money es causa de frustración que se transforma en apatía y odio, el cual se va acumulando en la sociedad y presiona las amarras que sujetan los lazos que unen las familias, hasta que finalmente un éter explosivo se enfada, expande, congela su entorno y revienta en la reforma laboral augurada por el loro Foderico.

lunes, 14 de junio de 2010

AUREOLA DIVINA

A mí también parece excelente la idea de construir un Ave que nos lleve de Santiago a Fisterra, y un eurotúnel  que, partiendo de Fisterra, permita atravesar cómodamente el Atlántico en nuestros paseos a New York. ¿Habría mejor motivo en el mundo para resucitar  la costa morta y llenarla con obreros oriundos de la galaxia viva? ¿Y entonces? ¿Qué es lo que estamos esperando? No me digan que es imposible. A los escépticos de lo imposible pediré que se espejen en el circo del sol y manden nuestros mayores a columpiarse en las barras de la eternidad. Yo me apunto a tan magnífico empleo. El médico me avisa que deberé hacer algunos ejercicios de extensión y contracción muscular, comer mucho ajo para eliminar la gota y subir todos los días un peldaño hacia la eternidad. Una vez alcanzada la cumbre de la torre donde yace la CdC, estaremos en condiciones de personificar los titanes de la madre Tierra. El mundo todo nos mirará con expresión de ternura y admiración. Hexíodo, en su teogonía, ya nos advertía que después del caos vendría Gaia y con ella se establecería la fundación pro dioses del Olimpo. Alunas preocupaciones debemos tener y administrarlas con relativo cuidado. Por ejemplo, contener el impulso bélico del dios Ares y alejarlo de la diva de la discordia, Eris. Recomendable también sería solicitar a Pousanias descrición correcta de la ubicación estelar de los astros que iluminan el camino de Tiago en las noches de plenilunio, así como descifrar la fonética del fox autentico y  distinguirlo del hombre lobo o de la saña dentusca del vampiro fiero que degolló el cuello del ignorado Prisciliano.
Todo es posible cuando todos queremos más y más y mucho más. Pues ya dice la copla que con su suerte nadie se quiere conformar. Elva Otero Santiago no necesita explicarlo, es suficiente que lo escriba y ya aparecerán sabios en el consistorio político con ánimo de registrar la paternidad de la idea del circo solar como aureola en la cabeza apostólica de Gaiás. Ah, me olvidaba, vigilen el apóstol Santiago para que nadie lo arranque de su placentera tumba y lo eleven en asas de Ícaro a la eterna soledad.

domingo, 13 de junio de 2010

DESESPERANZADA NENA

Un fértil huerto con oliveiras plantadas, negación de Pedro y traición de un judas amigo son los elementos esenciales para la prosificación de una persona, ya sea en Zaragoza, Zamora o en Iztapalapa. En Alcalá de Henares encolleuseme o corazón cando entrei no recinto construido con man esclava a mando do cardeal Zisneiros. Polo tapiz rochoso do solo pisaran moitos homens, algún, santos , outros, demos que marcharan a Nova España e alí construiran un novo imperio por riba do vello. Ah, sor Juana, la niña mestiza de Mecameca, capaz de arrebatar con su hechizo el corazón de mi gran conde y hacerle comprender  como es buena la oración que eleva la potencia del alma. Apremia que el cervantes vai vello y se certifica, por el esbozo plano de una boca con dulce sonriso, que el hombre viejo pierde valor en la teología del varón obispo. Oh, que triste ventana refleja el interno Baudelaire a espejar los sombríos poemas de un hombre embrutecido por la condena a la sexualidad indigna y de mortal dolencia.
Flores del mal también crecen en el huerto de los olivares. Y sus pétalas, rojas de poesía, cuentan muchas cosas ocurridas intraventana. Luego no es necesario ir a la baja california  y allí sentir como son ricos los latinos que vienen a verbenear desde las opulentas ciudades del estado de la alta California, antiguo noroeste del fidalgo mejicano. Por acá, en los arrabales también  cantan las ritas de guerra con su vello fuel de cuero y buena membrana, carmesí en la boca y pechuda entre el vientre y cuello; patas bien torneadas la sostienen como piernas salidas del culote para flotar en el suelo. Luego, ¿de que os quejás, mi amado conde? ¿Que necedad tenés para salir del cordel y entrar en la maleza de la infortunada y desesperanzada nena?

jueves, 10 de junio de 2010

REBUZNANDO NA LEIRA

Din que a lonxura esquece, pero eu non comprendo tanta lamuria, pois sou eterno testigo de tan sutil suspiro. Dende un dos vértices do triangulo que separan as tres galegas entidades (Eu, Vostedes e Ele, o divino conde) discorremos con moita satisfación sobre asuntos que nos distraen do curriqueiro azar que asovalla os montes e fertiliza as leiras do noso embruxamento.
As palabras, meu conde, son reflexo do pensamento em um determinado momento, que non é necesario eternizalo (o momento) pois muda (a palabra) como o vento e, a cotio, sopla em calquer direción, dende o norte, oeste ou sur.
Decididamente, meu conde,  non lle fai ben esta viaxen ao entramado da civilización azteca. Pois a letra, que da corpo a alma do seu pensamento e exhala sua voz condensada em palabras, o traiciona, revelando a impudicia de alguns sentimentos. Antónimos como o fogo e a neve temperan o corazón galego e, como um xeroglifo da mixótica retórica, emerxen das profundezas do oceano pra fincarse no subúrbio de uma rocha roncuda. E na nevoa fronteriza, vixiada pólo rodaballo do plano celestino, lexión de mexillóns incrustados em pontas de lanza e as navallas enterradas na praia de Estorde,  colea a lamprea, simulando dar combate à voz dos mortais. Aqueles com dois corazóns como os sois de Fisterra no mes de maio, a iluminar a baía dos nerios dende a lobeira dos ártabros, saparanse como os pés ao andar pra atrás ou pra adiante, revelando como metade do corpo desexa odiarche mentras que a outra metada clama por che querer adorar. Do noxo brotan fúrias a rendirche templanzas con nabos da carballeira santa. Do desdén granizan raios infrutuosos de loucura niña a bordear as costas do pacífico mar. Volta e media devem dar pra pasar ao carón dos meus oios rubios no atlantico sur. Pero eso non importa non, pois o que mais dói é o silencio das gaivotas na lembranza dos meus idos de rapaz. Gaivotas que ao carón de um temporal voavan graciosas marcha atrás, imitando os cangrexos hoxe extintos na ria que virou plano urbano.
Tras a escala na cidade do Cortés fidalgo, como bo conde, planexa vostede uma andanza pólo rabo do que se lle figura, a modos de oxímoron, Q de América. Tome moito coidado, meu bo amigo conde, non vaia ser que como vermejo do reino da España o confundan com um badexo do val do porto e moito salado o vendan os aztecas como rabadilla da supina O (la cu sin rabo del alfabeto español).
A vulgaridade do bendicir tamén pode ser considerada maldade do mal falar, e na leria que rebuznan os minxitorios de tan tosca leira tamén cabocamos os excluídos do patrimonio hidalgo.

sábado, 5 de junio de 2010

ETERNA DESIGUALDAD

Después de hechas, las cosas siempre podrían ser hechas mejor. Es lo que se deduce de las declaraciones de Arye Shalicar, capitán de las fuerzas que tomaron parte de la operación  de abordaje a la flotilla con ayuda humanitaria al pueblo de Ga (li) za. Infelizmente, después de hechas, no cabe reparo, porque lo que fue mal hecho, mal hecho se queda. Cabe a las víctimas echar boca en el trombón y soplar con toda la fuerza que puede emerger de sus pulmones, dando aviso de que el mal no se tolera y sus promotores habrán de celar para que no se repita semejante caída en idéntica trampa. A este proceso se llama conocimiento por la experiencia.
La experiencia depende de actos vividos, sentidos y con sus consecuencias reflexionadas hasta la exhaustión. En la experiencia intervienen infinidad de variables que la modifican constantemente. Los fenómenos que ocurren en la Naturaleza son percibidos -cuando son percibidos- de modos muy diferentes  según las facultades mentales del perceptor. Por ejemplo, lo que describe fluentemente nuestro querido compatriota Alfredo Conde, en su inserso viaje por la laguna de México, es muy diferente de lo que podrá sentir un azteca hidalgo ilusionado por la muchedumbre que habita la región metropolitana, de las más ricas del mundo  y con perspectivas de duplicar en los próximos diez años los 315 mil millones de dólares que integran el PIB de los mejicanos indígenas.
Los espíritus son muy hábiles en hablar la lengua que hablan sus descendientes. Luego no es de extrañar que en lo oídos de Conde zumbe el fantasma canónico del cortés Hernando para llevarlo al monumento donde se reza el padre nuestro y se pueda santificar su nombre en beneficio de la eterna desigualdad, algo obtenido y siempre conservado por el imperio del poder que, como cualquier experiencia, depende de la naturaleza del hombre en las etapas que configuran las tierras estercadas, en su momento como principio, medio o fin.



martes, 1 de junio de 2010

FOCO HERUPTIVO

En el espejo, el circulo vicioso adquiere fuero de circulo virtuoso, luego, al destruir el espejo, habrá que tener cuidado con lo que se haga a su imagen y semejanza. Desde 1967, el Fondo monetario internacional ha maniobrado continuamente en las arcas del país territorialmente más rico del mundo. Su éxito ha sido total en la capitalización de pequeños bancos que se estructuraban en el gigantismo de los bancos actuales, al mismo tiempo que crecía la masa de los miserables al impulso de creced y multiplicaros. En 1967, ese gran país tenía alrededor de 65 millones de habitantes; hoy se aproxima a los 200 millones.
El virtuosismo que simetriza el círculo vicioso se posiciona en la tribuna de un gran estadio,  con el cesar y un grande sequito observando el juego de gladiadores, deleitándose al ver como se destruyen esos luchadores en competiciones sucesivas, fieles a la sutil esperanza de que, al final, no sobre héroe sano capaz de enfrentar el soberano.

El círculo vicioso puede ser descrito como una pelota andando de lado y a paso marcado por puntos equidistantes de un eje posicionado en un plano cualquiera del espacio en que se desarrolla. Al círculo virtuoso lo definimos de la misma forma. La gran y sutil diferencia radica en que el círculo virtuoso produce bienestar progresivo a algunos; en tanto, el ciclo vicioso es causa de mortal acomodación para la gran mayoría. Ninguno de los dos círculos, uno virtual y el otro real, conforme el enfoque de quien lo mire, contribuye a un adecuado equilibrio de los valores que componen un agregado social. Ambos círculos en junción con sus efectos constituyen la indisociable trinidad que acosa la humanidad desde el momento que se creyó rey del universo.
La inflación era relente que aportaba frescura a la propia inflación. La seta que determina el sentido del andar del ciclo va impregnada del rojo interés por la acumulación del capital. Es ciclo virtuoso por la expectativa de beneficios que se alojan en la ilusión del capitalista. Es círculo vicioso porque lo acomodan a pensar únicamente en el  valor  virtual que tiene algo que absolutamente no tiene cualquier valor real. Esta es la esencia del capitalismo desde tiempos inmemorables. Y tal es el gene que compone la espiral biológica en la unidad fundamental que heredan los gestores del capital.
El crecimiento económico de España durante estos últimos 25 años fue considerado círculo virtuoso de la economía española. El espejo mostraba como era bueno endeudarse, pues con la deuda se compraba máquinas que aumentaba la producción y reducía el trabajo. Agotada la deuda, le inyectaban valor por el artilugio de aumentar el crédito por medio de cantidades crecientes de papel moneda y aumento de la tasa usurera. Este fue un ciclo del círculo virtuoso del vicio, interrumpido temporalmente en el año 2001 con el surgimiento del euro en el seno de la comunidad del euro. En menos de una década, el ciclo vicioso del virtuoso euro mostraba su cansancio y necesidad de oxigenación con masivas aportaciones de papel moneda sobre las arterias que llevan savia renovada al mercado europeo. El ciclo que se avecina es más un foco eruptivo de la espiral evolutiva del circulo capitalista por la senda del nada, muy difícil de romper.