miércoles, 29 de julio de 2009

CIEN DIAS

Unidad, realismo, austeridad, acción y libertad. Pentagrama de los 100 días corridos tras el relevo de la presidencia de la Junta.

Algo ha cambiado en estos cien días. De un lenguaje belicista con la Cataluña de Barcelona y la España de la Moncloa, pasando por supuestas alianzas con comunidades de elevada dispersión, como Castilla y León, penetramos en el mundo de la retórica pacifista y conciliadora, radicalmente opuesta a los discursos del ex presidente y joven guerrero, Mr. Busch.

Hay que reconocer que fueron cien días muy anormales, difíciles para un gobierno que dibuja la formulación de sus pasos, entre escollos, para selección del equipo; entre tormentosos debates con la oposición; entre la poderosa tractorada en Amio, mal solventada con un lenitivo de 70 millones a cuenta de la Política Agraria Común de la Unión Europea; entre los enfrentamientos del sector metalero con sus 20 mil obreros, 70% de los cuales titulados de alta precariedad contractual.

Realmente, el clima primaveral estuvo muy difícil, por las condiciones del tiempo y el avance de las brumas portando la opacidad de un cuadro nunca antes visto en el mundo mutante de la gripe.

Unidad, porque unidos venceremos con un único referente, porque sabemos (los gallegos) poder salir de esta difícil situación de desbragados, desahuciados por la desapropiación no indemnizada, acostados a las rentas por contribución social, merenderos de favores externos, espías de la esperanza, esqueletos emigrados y retornados muy temerosos de la segunda honda de la modernización.

Objetivamente, el gobierno sabe que los gallegos desempleados esperan conseguir un empleo decente y que la gente empleada reza para no perder su empleo para el cuento de la flexibilización. No les interesa saber si las gentes que forman el gobierno marchan como soldados, unidos y cohesionados bajo las órdenes de un patrón, único e incuestionablemente omnipotente.

La austeridad será reconocida delante de los gastos y suceso de los programas, una vez concluida. Los gallegos sabemos que entre dos eventos (principio y fin) hay un largo camino de acción que exige programas inteligentes, mucho trabajo y cuesta dinero, mucho dinero.

Las citaciones verbales por supuesta conquista de 600 millones oriundos del Estado son como cien pájaros volando muy lejos de la mano. La realidad de un ave concreta, llevando pasajeros de las cuatro capitales gallegas a Madrid, no suena ligeramente factible a la pachorra del sabio labriego.

La realidad, cantada en verso y prosa por nuestro mandatario, explica que vivimos inmersos en un agujero presupuestario con profundidad superior a 1.200 millones de euros. En otras palabras, quiere decir que tenemos un gran déficit, deuda, pufo, por el que todos los gallegos están solidarios y responden con su patrimonio.

A esta cruel realidad darán combate con el ahorro de 43 millones, retirados de una supuesta economía de 26 asesores de cada cien que pretende contratar o ya ha contratado. El milagro de la multiplicación de los peces, en un lago sin pescado, vendrá de la renta tributaria derivada de la rebaja del impuesto (¿) que grava las familias numerosas y los menores de 36 años. Los empleos vendrán de la resurrección del plan de viviendas por el que se aplicará 600 millones de euros para pagar 40 mil nuevos empleados y alegrar el ojo gordo del promotor. Pero la acción milagrosa no para por aquí: 147 millones serán destinados a los desempleados de larga duración, 24 millones para plan de formación de empleados parados, 6 millones para planes de recolocación por expedientes de regulación, 80millones para I+D+i, 1.200 millones para otras medidas como clave para la modernización económica, lo que infelizmente significa más desempleo, pandémico desempleo.

Son muchas noticias para conmemorar con austeridad el marco de los 100 días corridos desde la gloriosa coronación, determinada por voto libre de los 75 deputados, todos aunados con el realismo de una austera escoja en acción repleta de plena libertad.

martes, 28 de julio de 2009

De la REPROCIDAD al PERROFLAUTA (ii)

De la RECIPROCIDAD al PERROFLAUTA (ii)

Escucho ahora decir que Venezuela dificulta el envío de pensiones a jubilados gallegos. Cansé de repetir a las autoridades burocráticas de Galicia que lo que conmigo hacían – y no solo conmigo, constaté ser una pena común a todos los retornados sin padrinos con influencia política - podría desarrollar, por principio de reciprocidad, idéntica reacción en los países hispanoamericanos.

Mis derechos laborales, documentados en petición direccionada por la Seguridad Social del Brasil a las autoridades españolas de Galicia, no han sido denegadas por el director, supuestamente gallego, de la Seguridad Social española, pero – el eterno y omnipresente pero- en documento firmado por un sub-director, me orientan, por inducción sugestiva, a que encamine solicitación de pensión, proporcional a tres años trabajados en Galicia (años perfectamente documentados), por la vía judicial. Me fue garantizado total éxito por resolución judicial firme a la edad en que el príncipe de Asturias cumpla su nonagésimo aniversario. Decididamente, preferí dejarlo como herencia al Fondo Perdido de los futuros gallegos.

Chaves es, en Venezuela, un político extremamente inteligente. Chaves intenta, en su país, evitar lo que las poderosas autoridades españolas nunca han querido evitar en España, aun hoy, en tiempos de vacas gordas: la emigración de sus ciudadanos.

La triste realidad de muchos gallegos es vivir insolidariamente con ingreso de dos tercios del salario mínimo interprofesional, que, por ser mínimo, no cubre mitad de las necesidades básicas de una pareja gallega. Haga la cuenta quien sepa sumar.

El salario mínimo es renta para quien solo aprendió a sustraer, a restar, a buscar en el solar del vecino la diferencia que lo mantenga vivo. No es pensión capaz de llevar dignidad a quien ha contribuido para producir el bienestar social que hoy se respira en Galicia, y que, hipotéticamente, también debería contribuir a la dignidad complementaria de los que retornan al país.

El principio de reciprocidad, que Chaves tiene el derecho de gestionar en los límites de la frontera bolivariana de Venezuela, fue aprendida en la misma escuela en que el Padre de la Patria hispano americana, Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Palacio y Blanco, ha aprendido: la España del egocentrismo partidario de los malaparte.

España expulsa turistas pobres. Sí, porque pobre es quien, en una economía con renta per cápita de 12.800 dólares (Venezuela), recibe, como derecho a la vida, 100 dólares. En un país que se puede escribir con E, H y S mayúsculos y se chulea de ser la nona potencia económica mundial y declara renta por persona de 33.700 dólares (España of Spain de Hispania), eses cien dólares son certificado a la mensurabilidad del gallego, descorazonado y sin derecho a disponer de un honrado empleo de perroflauta.

Pena es que los jubilados gallegos ya no conseguimos seguir el can, y al pecho no sobra fuerza para soplar la flauta, pues aunque presentemos más de cuatro títulos universitarios y como mascota un rintintin de guarda, con chips en el cuello y denominación de orixen homologado, el bozal y correa del ordenanza local nos impide respirar como aspirante reponedor del hipermercado local y, después, nos prohíben mendigar, alegando razones de cocodrilo para buen ejemplo de la economía gallega.

De la RECIPROCIDAD al PERROFLAUTA (I)

De la RECIPROCIDAD al PERROFLAUTA (I)

A que extremos hemos llegado en la Galicia del euro. Durante toda mi vida he visto Galicia ser gobernada por gallegos. Era gallego el gobernante de España cuando a mis veinte años yo veía como primera opción de futuro un trabajo de carabinero en la legión africana. En segunda alternativa, la emigración surgía fuerte y poderosa, como la sirena de Ulises. No importaba a las autoridades el destino de nuestra vida, siendo la emigración nuestro deseo, ellas, las autoridades de cualquier rango, se encargarían de facilitar los trámites para que saliésemos de España, instrumentando nuestro histórico para que el regreso fuese penalizado con algún tipo de condena: para algunos significa el despotismo social por retornar cobardemente tan pobres como habían partido; para otros, específicamente en mi caso, significaba el destino poco glorioso de servir a la patria, aprendiendo en el interior de un uniforme del ejército de Franco como matar a los semejantes.

Mi retorno, cuarenta años después, marcó el ingreso por la puerta mayor del despotismo estatal y autonómico. En Madrid gobernaba Aznar, en Galicia, Fraga, y en Cee, un dominguero político a servicio de sus propios intereses.

Cansé de oír por boca de funcionarios locales que los retornados no eran nadie en Galicia. En Madrid me habían contado el cuento de que, siendo gallego, en Galicia me serían otorgados privilegios especiales para el reconocimiento de mi condición gallega y española. Afirmaban, a pesar de ser autenticados con la fe pública de un consulado español, haber algunas dudas cuanto a la autenticidad de mis documentos. De hecho, esa autenticidad fue cuestionada por funcionarios de un banco al verificar que el número de mi pasaporte correspondía a una señora residente en Andalucía. Bajo cualquier concepto, el caso debía extrapolar el fuero bancario y cair en manos de la policía. No ocurrió lo que sería lógico que ocurriera: el fraude documental tiene penalidades perfectamente tipificados en el Código Penal y a nadie interesaba inculpar un funcionario del gobierno. El interés derivado de una transacción bancaria también tiene su particular interés. La corrida atrás del bienestar a cualquier costo, en la economía moderna de endeudamiento por el placer de mostrar superioridad pasajera, se encargaría de mostrar el lado salvaje de su feroz embestida.

Mi retorno a Galicia fue un estado continuo de permanente angustia. Angustia por las respuestas indefinidas de autoridades locales, provinciales y autonómicas, a quienes recurrí, no para obtener subvenciones limosneras y sí para hacer valer los supuestos derechos al trabajo con calidad de mínima sustentabilidad de las necesidades elementales. Ni eso me fue concedido.

domingo, 26 de julio de 2009

ALBOR DA GRORIA


Ontem foi um dia calquer. Como calquer dia, o sol apareceu para iluminar os oios que dan luz a miña esistencia. Como todos os días, inda que onten as nubens poñaban cor cincento às cousas da vida, asaltaronme lembranças de algumas saudades e das poucas esperanzas depositadas no santo Santiago a primeira vez que o conocin, ao participar de uma escursión liderada pólo andaluz Pedro Galán nos primórdios da década dos cincuenta.

Alba da groria pontifica um dia de inverno numa pensión italiana no bairro do Bras. Eu facia parte da colônia emigrante e compartia o lugar com um emigrante romano, um joven coma eu, sem eira nen beira pero especializado no labradio de joias de luxo. Em unha habitación do piso de arriba, pensionaba meu amigo Alfonso Leira Gira, um rapaz pouco mais veio ca eu, a quen coñecin cando todos os outros emigrantes nos abandonaran no porto dos Santos.

Alfonso esmerava-se em falar o galego español comigo. Era um galego delicioso, pontillado com forte joljeo e graciosa intervención da gaita para falar do gueves e o lugo de Lujo. Alfonso, esse ilustre descoñecido de todos os galegos, foi pra min, despois do meu pai, o galego mais fiel e honrado que conocin no mundo. Compartimos a angustia de ver as pesetas desfalleceren ao mesmo tempo que pasaban os dias e as debedas, contraídas para dormir em habitación decente, aumentavam perigosamente.

O dia anterior da asignatura de um contrato laboral, Alfonso levoume conel à residência de um seu paisano, tamén emigrante e guarda noturno em unha recente creada empresa alemán. O nosso café matutino foi bananas. Ceramos o capital adquirindo cada um unha ducia de plátanos em um desos carriños callejeros, portadores de bactérias de todalas clases. Do Brás ata a praza da Se, subimos colgados na bandoleira de um bonde (trólebus). Era unha atitude común entre os mozos do lugar para economizar alguns cruceiros. Esse comportamento tamén habiao nos troles da Cruña e a min non constaba que fose um pecado exigente do deber de confesalo ao cura da parroquia. Da praza da Se até a residência do paisano do meu amigo Alfonso, caminãmos a pe durante uns dez kilómetros ou mais. Non encontramos o paisano de Alfonso, pero a sua esposa, que tamén era galega do mesmo lugar, nos recebeu com aquela alegria típica de um galego encontrando outro galego abandoado à sorte em unha terra descoñecida. Ela non tiña moitos cartos, a sua fortuna dependia do sueldo do marido, e, xá daquela, mal daba pra chegar ao fin do mês. Comemos na sua casa um delicioso e singelo arroz com feijão. Ao despedirnos, chamou de lado Alfonso Leira, beijoulle a testa e puxo nas suas mans um puñado de crurceiros que ela aseguraba que daria para pagar o bonde e mais algumas ducias de bananas. Alfonso, meu bo samaritano, repartiu as perrachicas comigo em cantidades iguais.

Santiago somos todos nos - dice Albor que há dicho Pedrayo. Oxalá algun dia a memoria dos galegos, de todos e calquer galego, sexa o obradoiro a repinicar ortigas milagreiras dos bos leiras e dos bos regos e fazelos relumiar regando-os co albor da groria.

viernes, 24 de julio de 2009

PARADOJA DE LAS SOBRAS

De un poder muy poco poderoso fuera de España hemos pasado a un poder extremamente fraccionado dentro de los limites de la nación que nunca dejó de ganar – o perder, vai ti a sabere.

Es curioso observar el gran esfuerzo de los europeos en promover la unión económica, política y social del espacio europeo, al mismo tiempo que en España, por cuenta de negar el centralismo de Franco, se promueve un separatismo regional que raya la locura cruzada del divisionismo feudal, desarrollado en nombre de un concepto diametralmente opuesto, reconocido con el nombre de Reconquista.

La Xunta ingresa en la contienda medieval promoviendo fusiones municipalistas como instrumento de economía autonómica y poder regional. Los partidos políticos buscan fusiones para poder gobernar en la adversidad del separatismo. Simultáneamente dibujan estrategias de alianzas a corto plazo, buscando descubrir la debilidad de sus aliados y hundirlos finalmente al conseguir la unidad.

Las grandes corporaciones, con su poderoso instrumento de economía de escala y estrategia de dumping, consiguen poner un cerco a la difícil estructura de supervivencia de las familias parroquiales. Discursan sus embates utilizando la boca de los propios combatidos. En nombre del noble señor del trabajo claman con glamur la presencia de invasores, abriendo todas las puertas a la oficialidad de sus bien trenadas corporaciones. Instaladas las huestes del general invasor, el cautivo parroquiano observa como el vecino pierde su trabajo para un supuesto mejor trenado en arras de la competitividad. Las economías conseguidas durante una vida dedicada a la prevención del ciclo de los difíciles siete años son atraídas por el magnetismo de las cajas bancarias. Las cajas se encargan de buscar ilusionistas de la financiación, que se encargan de conseguir promotores, que se encargan de financiar gestores políticos, que se encargan de ofrecer maquillaje urbano, que refuerza la ilusión sublime de múltiplos oasis por el que de todos las aldeas resuelven vender lo históricamente seguro para comprar una frustrante quimera.

De la bucólica abadía, donde la arquitectura del trabajo ocupa con plenitud todo el espacio de vida que nos fue atribuido por fuerzas extrañas de la Tierra , y todavía mal entendidas, pasamos al ocio doliente de las urbanizaciones cementeras, donde consumimos nuestra existencia exenta de virtudes, prolongándola en un sin-sentido que nos mata, creyentes de haber vivido plenamente cansados por correr atrás del nada.

A Galicia sobra lo que falta a otras comunidades. Le falta razón para comprender lo que otras comunidades buscan en Galicia. Nos falta empeño para querer avanzar hacia la mayor edad por nuestros propios medios. Nos vendemos a las máquinas que cobran por el trabajo. Y las máquinas, legítimos dueños por herencia de los virtuosos que las han concebido, exigirán nuestra expulsión cuando no tengamos más nada para financiar su reposición.

jueves, 23 de julio de 2009

DE LA CALMA AL PÁNICO

De la calma litúrgica por un paseo de la macarena durante la lluviosa semana santa, bordeamos la costa del pánico. El otro día, habiendo bajado la temperatura y el cuerpo siendo resfriado con una ligera lluvia, subió por mis humores una fuerte ansiedad acometida por el miedo delante de las noticias de que el virus porcino anda suelto y circula libremente entre nosotros.

En casa, la primera a reclamar fue mi esposa. Tenía tos, le dolía la cabeza y el pecho la angustiaba con dificultades al respirar. El día siguiente fue mi vez: estornudos repetitivos, nariz rojiza, cansancio al subir escaleras y pérdida momentánea de la visión. La reacción instantánea fue correr impulsado por un sentimiento de fuga con intención de huir de aquel momento de ansiedad y buscar refugio en la sanidad de un hospital de urgencias.

El ataque no fue viral, como hoy placerosamente puedo reconocerlo. Fue un gran susto provocado por el trastorno del pánico. No corrimos al hospital como lo exigía el embrujo del miedo. Decidimos esperar por el comportamiento y solidez de la crisis que nos acometía. Después de un té bien caliente y descanso de algunas horas, la salud de mi esposa se hizo solvente. La mía mejoró con una fuerte yemada preparada al estilo en que mi madre me cuidaba de la gripe cuando yo era niño.

Felizmente la ferocidad de la gripe porcina no pasó de un ligero resfriado. Digo felizmente para nosotros porque ya nos pasó el susto y volvimos a la calma. No obstante, continuamos alerta delante la ferocidad del agente viral que no se intimida ante la fuerza y el cerco que le opone el Estado. Muy diferentes de la gripe aviaria H1N5, que prefería volar por las alas de pájaros migratorios, los lujosos aviones de alta velocidad son el transporte preferido del fluente A(H1N1). Su hospedero preferido son hombres y mujeres, directores, gerentes o funcionarios de grandes empresas que, por hábito y necesidad de sus labores, viajan permanentemente administrando la riqueza global.

El papel del Estado continúa siendo esencial para combatir este moderno y colosal enemigo. Lo hará mejor si evita el pánico con conocimientos bien armados y estructurados en alarma de la fiel y útil propaganda, dando a conocer a todos los ciudadanos lo que pasa y como se podrá evitar lo peor cuando se produzca un flanco en el cerco que nos aprieta. Aunque estamos en el verano, Galicia deberá redoblar el esfuerzo por contener el avance a la gripe suina, ya que nuestro territorio fue diseñado para paraíso de todas las gripes.

miércoles, 22 de julio de 2009

FEIJÃO BLANCO

Menos, menos. Un pouco menos; se cadra moito menos. Desbloquear primeiro e blindar depois sóname a debullo de hortalizas, ou a moenda de fabas, ou, quizás, a tico-tico no fubá. Com boa imaxinación na cabeza e unha boca de boa lábia todo é milagreiro.

Se ao noso presidente parecialle moito mal ter um Audi blindado, como em tan pouco tempo consegue facer mira no blanco e, co recoñecemento da xustiza do obrafoiro, promove o desbloqueo do carro de alta velocidade para, logo a seguir, tornalo a blindar?

Eu sei coma blindar um cochazo, traballei nesa arte moitos anos. Blindar um investimento é um poço mais difícil. Blindar um investimento é facer que naide entre dentro del para ver o que dentro del hai, ao mesmo tempo que de dentro do blindado fan um fogueteo de tal monta que, sem ti saberes nada de astronomia, fanche contar todas as estrelas do campo santo.

Um belo pato este do conto do ave a rumbar no protocolo de boas intencións (ou malas, vai ti a sabere) labrado no obradoiro co testemuño dos Reis Católicos.

Sempre foi obriga de todos os galegos falaren a verdade. Mais antano a obriga non era feita com tinta preta em papel timbrado. Bastaba existir um cabelo na cabeza, ou um fio de barba na cara, para sacramentar um acordo feito côa boca. Non parece serio que a única obriga dos poderes públicos sexa cós cidadáns. Na obriga dos poderes públicos interven a ética, a moral, a educación, a cultura, o oportunismo, transparência dos feitos públicos, unha boa contabilidade, acesible a todos, e facer conque os recursos que se arrancan de todos repercuta em beneficio de todos, incluídos todos os irmans operários dos poderes públicos. Nonsí?

Afirmar que o protocolo de intencións difusas corresponde a um acordo “formal, solemne e maduro” é a mesma cousa que xingar todos nos, os bons e malos galegos, de burroscráticos de ampla abantesma, con transcendental presencia no presente e tamén no mais alá do presente.

Na Galícia do futuro caberemos todos os mortos da emigración, sin excepción. Na Galícia do futuro teremos unha única cidade com rascacielos xigantes flotando em piscinas de linguados. Os galeguiños nacerán todos antenados, falando catro idiomas, todos exibindo na lapela un diploma de máster em calquer cousa. Non haberá vellos nen vellas, os pecados da carne desaparecerán junto co gado dos montes. Andaremos entre tubos da cociña à sala e da sala ao cuarto de dormir, todos os três dispostos na vertical que é para aproveitar meior as vistas. Chegaremos a este estado da volúpia imaxinación comendo feijão blanco, ou arroz sem feijão, em tempos mínimos e com gastos máximos por conta de unha inversión dos sentidiños que estamos perdendo e a falta de transparência non nos deixa enxergar. Ough!

martes, 21 de julio de 2009

GUERRA BACTERIOLÓGICA

Mi muy querido y amado señor. Duele mi alma que usted salga en los periódicos chuleándose de posible reyerta contra el señor Moncloa si éste no cumple con los términos de chantaje hecho a su señoría y no a Galicia, puesto que lo que Galicia sabe es lo que se conoce por el documento ofrecido a todos los españoles, escrito en perfecto español.

No quiero creer que usted ha vendido su democrática discordancia por apenas un puñado de euros (21 por gallego), promesa hecha por no se sabe quien (usted no lo dice) del Ministerio de Economía. Sesenta y cuatro millones son poquita cosa más que las cuarenta monedas de la tradición bíblica. No vale la pena organizar un ejército y buscar en Madrid nuestra gloriosa Helena y traerla a Galicia para encerrarla en el hórreo del pazo jacobino.

Señor, no hay duda que lo que a usted supone no necesariamente supone a todos los gallegos, entre ellos este vuestro humilde consejero. “Si me apoyas te doy dinero y si no estoy de acuerdo te lo quito”. ¿El apoyo o el dinero? Vale, es una frase para registro en la eternidad. Me recuerda aquella otra: ni quito ni pongo tren pero para comer quiero la mejor ave del mundo, o esta otra de mi autoría: Señor, yo quise ayudarle pero usted lo ha impedido al arrojarme en la boca de la emigración.

Señoría, vostede y yo sabemos que las ciencias del derecho y economía no se bican amablemente como lo hacen mis dos pajaritos, tan graciosos en su alma bondosa de traerme alegría a mis años jubilosos. No necesitaba usted ir a la tierra andaluza del jienense Montoro para tratar de la economía gallega. En Galicia hay gallegos que conocen las artes de la ciencia económica. En su plantilla, usted dispone de algunos. En calidad de gestor, llámelos a su oficina y encárguelos con el diseño de una propuesta financiera capaz de superar la calidad de la propuesta de nuestra Helena Salgado. Si el economista gallego no es feliz por falta de genio, cabrá a usted - lo digo con todo mi respecto - la virtud de no constituirse en bisagra ruidosa del portal autonómico.

Señoría, no apueste en el año 2012. Preocúpese con lo que viene este otoño, puesto que las baterías de la gripe porcina están afinadas y sus bacterias encabezadas por virus bien entropados amenazan colapsar las defensas del viejo gallego. Un ghallego a menos es un paso marcha atrás, señoría. Andando hacia el revés, cuando llegue su tiempo no habrá viejos en Galicia.

lunes, 20 de julio de 2009

CONCELLO DAS AVES E PEIXES

Unha cousa é una cousa e outra cousa é outra cousa. Podía ser unha frase do amigo Conde, pero non. Parece mais um ensaio da Galicia ibérica por mor de pagar os pecados cometidos diante da santa separación. Pensachedes como sería o reparto das graciñas madrileñas se os municípios galegos reivindicasen da xunta xacobina um bocado meior por conta do seu nanico tamaño? Eu non só o penso como tamén o imaxino: A Corcubión cabríalle a meirande parte do bolo galego e, como o bucho humano é feito de limites, non há no concello espacio suficiente para o estercoleiro que se seguiria à tamaña abundancia.

Son camiñadas diferentes. À España Una de Franco seguiulle a Iberia rompida das autonomias. A autonomia galega, ponse a pensar na desautonomia dos concellos para poder sugar meior as suas pertences. Non vaia ser que o gordo e polpudo torrón distribuído dende a meseta caia nas mans dos lugareños de Frije e estes terrícolas celtas utilicen as dádivas contra os desexos do roncudo mexillón e impidan o estabelecimento imperioso das pisciniñas para os salados peixiños da costa norte. Será que ninguén percebe o prexuizo do cambio para os percebes?

Pensando meior a cousa, do ponto de vista da lente administrativa, os aforros derivados de unha concertarción maciza dos pequenos axuntamentos farian com que a partires do ano 2013 (cando Europa deverá afogar o ganso em comemoración do retorno dos investimentos realizados na pacificación e ordenación da eurozona do noroeste ibérico) volten a enriquecer os ricos ilusioneiros da conxelada e fria financiación europea..

Meus filliños, aprendín coas porradas da vida que cando um riquiño faiche unha gracia, a gracia nunca é grátis. O problema da ética moderna está na óptica da política aplicada. E si é verdade que na illa de cegos o torto é peixe, que se pode decir do santiño xacobino? Em Touriñan veremos o milagro das marajotas bailaren a danza do ventre a orillas do mar morto. Em Cee veremos como se constroem modestos pisos ao módico precio de algúns porcentos arriba do familiar sueldo, pagable no xuicio final que o cura non cansa de lembrar.

Din que Europa pon limites de población a esistencia dos concellos. Tamén din que os estudiosos e expertos da materia ven na fusión nuclear o remedio para todos os males, de modos que, unindo Galicia con Castilla-Leon, o Ave chegará mais perto de Estorde, donde mirando para donde se bota o sol poderemos construir unha enorme granja de negros urubus, pois sabemos que na penumbra non há diferencia entre a ave do demo e a gaivota dos anxos.

sábado, 18 de julio de 2009

PERCEPCIÓN EXPLICADA

Todos estáis locos. Tú estás loco. Yo soy loco. Loco fue Zeus que nos ha creado a semejanza de todos los locos. Vivimos en el mundo de los locos. Que locura el haber tardado tantos años para comprender esta abnegada verdad.

Bajo el sino de la libertad económica me han hecho creer que inversión en capacitación profesional sería el camino que me conduciría a la gloria celestial. No quiero ser un estúpido y modesto capitalistas de la miseria, pero, siendo loco, me ampara la ilusión de todo lo que me rodea es mío. Y no me hagan creer que yo no tuve suficiente inteligencia para galgar los caminos de la lucidez. Y no digáis que fue débil el empeño por conseguir trillar la senda en busca del bienestar social que ahora, por realidad virtual, me pertenece.

Desde el momento que yo sentí que con mis piernas podía ir a donde yo quisiese y con mis manos obtenía lo que la boca exigía, nunca más he parado. Me llaman loco porque en mi locura supero el esfuerzo de los siete días y nunca me doy al descanso. No redó el ánimo cuando en mi camino se interpuso una matilla de lobos que bajaban al pueblo en busca de alimentos, mal sabían que yo era vecino de mata-lobos. No cundió el desespero cuando sobre mi pecho pesó la fuerza de la naturaleza tentando ahogarme en agua rasa. No huí cuando en mi camino se interpuso la deslealtad de zorros políticos usándome como lasca de sus ambiciones políticas. El inmenso atlántico no fue suficientemente ancho para impedir que yo lo atravesase en un singular salto. Conocí un amplio espacio geográfico guiando un borrico popular, a quien los alemanes llaman Volkswagen, en cuya calidad de espíritu mecánico respingaba el impulso de mi dedicación juvenil. Dormí noches en la selva, cubierto con lona de paño. Hoy, envejecido como el vino exquisito, sueño despierto, sombreado con las ramas del pasado, y si vivir yo quiero, siendo loco, la muerte espero para ver si le arranco el cuero antes que ella el mío se lo lleve y nunca más yo pueda vibrar sonero al ritmo de la farsa que fue mi vida.

“No es posible que la perversidad pueda ser tamaña y elocuente” - dice Conde en su gallego tradicional, porque así piensa por no haber rallado los limites de la locura y desconoce el fondo existencial de los que viven en la lujuria. Son estos los que no se enteran de lo que pasa, y por no saber verlas pasar nos llaman locos. Locos y desequilibrados por la percepción que nos domina.

miércoles, 15 de julio de 2009

ANÁLISIS TACAÑO

190 millones y con esta cantidad ya está resuelto un negocio entre hermanos. Por cierto un negocio de separación, un ejercicio promocional de divorcio, tramado de hecho y derecho con vistas a un futuro de insidia, de acción competitiva para expansión de lindes fronterizos, para luchas parricidas por incomprensión de la lengua, por derechos y deberes religiosos, por el ansia que produce el capricho infantil de liarse a ostias con todo el mundo.

Con tanto gobiernos autónomos parece imposible mantener gallardamente en pie un principio de solidaridad capaz de garantizar la equidad en las prestaciones de servicios públicos. Para algunos gobernantes, ante el dilema de llevar bienestar a sus gobernados o enriquecer sus particulares familias, será obvia la decisión más recomendada: cada uno por sí y Dios por todos. Los abundantes ejemplos históricos que no recomiendan tal premisa son convenientemente olvidados e inteligentemente ignorados en ejercicios de fe pública y fervor religioso.

España no es territorialmente tan grande para precisar tantos gobiernos y tantos parlamentos y tantos consejos provinciales y tantos consejos municipales y tantas manos de vaca dispuestos a pisotear el prójimo operario, aquel que produce riquezas y vive ansioso por amenazas de perder autonomía en su trabajo, su empleo y con él su casa, su familia, su vida.

Cuando el Estado abandona, por reticencias políticas, su papel de gestor y garante del bienestar social de la comunidad que la constituye, realiza el primer paso hacia la falencia institucional, pues ninguna otra razón justifica que un gobierno apático y apátrida reciba al medio ciento por ciento de todo el esfuerzo productivo de personas que sin retribución se resentirán vasallas.

Ese Fondo, propuesto por Feijóo, de 100 millones para los cuatrocientos mil emigrantes gallegos será un fondo sin fundo por el que se diluirán recursos financieros que nunca llegarán al bolsillo de los emigrantes gallegos. Ciertamente servirán para cubrir gastos de propaganda para exigirles ayudas por cuenta de la morriña galaica e insolidaridad de los ricos catalanes e invasores piscícolas.

En este momento, por la boca del gobernante no expresamos coherencia en la inteligencia por interés social. Nos quejamos de envejecimiento cuando el envejecimiento debería ser orgullo. Lamentamos la dispersión y creamos impuestos locales por cuenta de urbanización. Lloramos la pérdida de población y obligamos nuestros jóvenes a buscar trabajo en el exterior; peor, cuando regresan, dificultamos con todos los medios posibles su permanencia en Galicia.

Profundicemos en el análisis de mérito y en las consecuencias que de entrelineas se deriva del documento previo de la futura ley que hoy se discute en Madrid. Hagamos análisis de costo/beneficio, exenta de sentimientos tacaños e ilusoria satisfacción que algunos euros producen en el alma partidaria de nuestro gestor.

martes, 14 de julio de 2009

FINANCIACIÓN FEUDAL

El objetivo declarado de la Reforma del Sistema Financiero de las comunidades autónomas es mejorar los servicios públicos prestados a los ciudadanos por los gobiernos comunitarios, específicamente los gastos sanitarios, gastos con educación y dependencia. Se invoca medidas de flexibilidad del sistema para adaptarlo a la evolución de los ingresos. Se observa la capacidad fiscal como factor de distribución, pero también busca favorecer la inversión en las CCAA con menos renta per cápita y con dinámica poblacional retraída.

El modelo rompe con el principio de igualdad y solidaridad entre los españoles, transfiriendo esta responsabilidad a los gobiernos autónomos con estatuto de autonomía.

En grandes rasgos lo que se pretende es lo siguiente:

Reducir o eliminar la responsabilidad del Estado en la administración de los beneficios públicos. Para ello se transfiere a las comunidades una mayor participación en los recursos tributarios (IRPF, IVA e Impuestos Especiales)

Se crearán fondos para atender objetivos complementarios, que tratarán dar garantía a los Servicios públicos fundamentales para todos los ciudadanos, independientemente de la comunidad en que residan. Para ello se definirá la recaudación normativa diferente del sistema vigente (¿?).

Se crearán dos Fondos de convergencia autonómica con financiación adicional del Estado. Un Fondo de Competitividad para reforzar la autonomía (¿?). Un fondo de Cooperación para facilitar la convergencia en el bienestar de todos los españoles (¿?).

El documento prevé variables de ajuste para adatar la financiación social en función de los ingresos a las necesidades reales de los ciudadanos en sus respectivas autonomías.

Este plan ofrece algunos cebos para su concreción. Uno es la derrama de 11 mil millones de euros para hacer cosquilla a más de un dirigente autonómico. El otro es un anzuelo irrecusable: tiene forma de apetitosa iguaria representada por la libertad legal para modificar el nivel o la distribución de los recursos tributarios que el Estado gentilmente cede, pasando de un tercio para un medio del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, de 35% para 50% del IVA , del 40% para 58% los Impuestos Especiales de Fabricación sobre cerveza, vino y bebidas fermentadas, productos intermedios, alcohol y bebidas derivadas, labores de tabaco e hidrocarburos.

Con mitad de los tributos recogidos en cada comunidad, los gobiernos comunitarios deberán pagar, al cien por cierto, todas las obligaciones sociales previstas en la Constitución, acrecidas con todas las demás incluidas en sus respectivos estatutos.

DISPERSIÓN DIVERSIONISTA

Esta frase es buena: “A los ayuntamientos gallegos les interesa el futuro del conjunto y no el egoísmo de algunos territorios”. Esta otra es mejor: “A los municipios de Galicia les interesa la dispersión y el envejecimiento”

Bueno, y a los gallegos, aquel ser humano de carne y hueso, con sed y hambre de justicia, que será lo que les interesa? ¿Alguien se atreve a manifestar su legítimo interés?

Al señor Feijoo ofusca los cifrones que emergen en su cabeza. En este momento, su termómetro financiero acusa una rebaja de 180 millones. Es para dejarlo loco por temor a que le salgan sabañones en pleno verano boreal. Con 180 millones menos en el bolsillo, el modelo propuesto por la gallega Helena Salgado acabará por atomizar los deseos del señor Alberto, hundiéndolo en sus pretensiones por el liderazgo ibérico.

Mas, que insidiosa falta de respecto a los 400.000 mil gallegos residentes en el exterior afirmar que el censo come recursos y el Gobierno no traspasa ni un euro al alma errante de estos fantasmas ibéricos. ¿Desde cuando los muertos, tan magistralmente conceptuados por Feijóo y Quintana a la sombra de una urna de cristal en las pasadas elecciones, necesitamos de euros para conservar nuestros huesos enterrados 7 palmos en tierras extranjeras?

¿Y el tema de la dispersión? Es para matarse a carcajadas de piadosas risas. El mayor legado cultural del gallego es justamente su poder de mantenerse esparzo y dueño del territorio gallego que ocupa. 50% de todas las entidades singulares de España están localizadas en Galicia. Son apenas 30.088 propiedades, cuando lo ideal serían tantas propiedades cuantas son las familias que habitan en la geografía gallega. Un número menor significa concentración de la propiedad en manos de pocos y dependencia a la misericordia del señor de los anillos. En este ítem Galicia ocupa el primer lugar y le siguen, muy distanciados, Asturias (11,7%), Castilla y León (10,39) y Cataluña (6,59). En la cola viene La Rioja, seguida de Las Baleares, donde las propiedades singulares representan, respectivamente, el 0,4% y el 0,5 % de todas las propiedades registradas en España.

Por menos de 270 euros per gaita gallega, nuestro mandatario vive dispuesto a hacer la guerra al señor Zapatero. Muchos más son los tributos que nosotros pagamos al jacobino orensano y nos quedamos tan tranquilos cuando nos amenazan, con una simple hipoteca, arrancarnos la vida. ¡Vallan con Dios, señores dueños del capital!

lunes, 13 de julio de 2009

DESCOMPRESIÓN

Más de 11 mil millones de euros liberados por el Gobierno para garantizar los servicios básicos de los ciudadanos españoles, vivan donde quiera que vivan.

¡Viva la ministra gallega Helena Salgado! ¡Viva el gobierno del señor Zapatero! ¡Arriba España!

La aplicación de ponderadores hará que la financiación procesada en razón directa del número de habitantes sufra prejuicio en algunas comunidades para beneficio de otras. Es lo que se supone.

Considerando los datos del año 2007 y teniendo Galicia y Cataluña como referencia para los valores de distribución comunitaria, podemos calcular que, en función del rateo poblacional, les corresponde respectivamente el 6,08 % y el 15,96 % de los 11 mil millones.

Si utilizásemos como criterio de rateo el PIB comunitario per cápita, los factores de distribución serian 5,12 % para Galicia y 18,7 % para Cataluña. Considerando la población mayor de 64 años, los índices son los siguientes: 7,91 % para Galicia y 15,70 para Cataluña.

Si por una ficción matemática considerásemos la media aritmética de los tres valores mencionados un factor justo de distribución, el resultado seria ligeramente diferente del criterio universalmente democrático que considera la persona como el objetivo del interés social (6,37 para Galicia y 16,87 para Cataluña)

Políticamente cualquier criterio de ponderación es posible y las leyes se encargarán de darles fianza legal. Así podremos crear una media entre patas y conejos y distribuirlos proporcionalmente al número de litros de agua que llueve en determinada localidad. También podemos ponderar la lengua por el número de palabras registradas en el diccionario y establecer la política de menos dinero a más palabras y así ganaríamos en tiempo, tinta y saliva. Todo parece posible a la ciencia de la gobernación.

Para mayores entendimientos y sutil descomprensión habrá que esperar para ver lo que dice el borrador sobre el modelo de financiación que la ministra Salgado ha enviado al presidente Feijóo. Hasta el miércoles parece muy corto el tiempo necesario a dar entendimiento a las 76 páginas PDF de la Propuesta de Acuerdo para la Reforma del Sistema de Financiación de las CCAA.

domingo, 12 de julio de 2009

TARTA GALLEGA

Creo que se atribuía a Quintana el apodo de pedichón gallego en Madrid. En calidad de joven senador iba bien ese mote al ex alcalde de Allariz. Decía el ex vicepresidente que un pacto consiste en negociar para llegar a un acuerdo y en la negociación algo siempre habrá que ceder cuando algo se quiere ganar. En este tipo de contienda la adrenalina se hace presente como si estuviéramos en un juego del tipo gana-pierde. Cuando los gallegos y gallegas piensan que ganan, otros preparan la revancha buscando razones que aplaquen el sentimiento de frustración y es muy común que decidan elevar su autoestima a cuenta de la desgracia ajena.

No es necesario recibir el borrador de la señora Salgado para que nosotros, los gallegos de España, hagamos sobre las propuestas del Estado críticas inocuas, exentas de la adecuada exposición de razones que hagan ver a las demás comunidades españolas que el gobierno de Galicia tiene un plan justo y equitativo, universal, omnipresente e independiente de los colores partidarios alojados en la cabeza del gestor de plantón.

En el presente momento nadie parece querer discutir el valor global de la transferencia del Estado a las comunidades. Se da como indiscutiblemente justo. Que cada comunidad reciba valores diferentes parece que también no ofrece resistencia que preocupe a los diferentes presidentes comunitarios.

Un factor de distribución del montante a ser repartido es el número de personas vivas y censadas en cada autonomía. Extremamente fácil si el factor humano fuera preponderante en la cabeza de los políticos. Pero es aquí que nace el problema y se agiganta en las intrigas palacianas. Feijoo piensa que otros factores de rateo podrán integrar la cesta de ponderaciones, tales como el índice de mayores de 65 años, el índice de menores de 24 años, el índice de dispersión, el índice de concentración, el índice de personas sin trabajo, el índice de personas sin techo, índice de personas presas, índice de personas enfermas, el índice de los mil y un etc.

El gran problema es que todos eses factores de distribución de la tarta española son entre si excluyentes. Ni al menos una media aritmética entre todos ellos es matemáticamente posible, puesto que una media ventajosa para determinada comunidad significaría un factor de reducción en otra, de tal modo que la suma de los rateos aplicados deberá ser constante e igual al tamaño de la tarta.


sábado, 11 de julio de 2009

PATO BELIGERANTE

Ya no cabe la menor duda y por ello debemos lamentar como deslealtad y espectacular hecho la envidia que mueve nuestro gobierno. Al cobrar idéntico impuesto de un hombre rico que bebe una cerveza para festejar sus lucros del otro pobre que bebe para ahogar sus penas, el gobierno comunitario retira dinero de quien tiene deudas y lo aplica en los ricos y fieles seguidores del ícono fiduciario Madoff.

El dinero que es de todos debe repartirse entre todos. ¿Alguien duda de la lisura de semejante sentencia? Nuestro ejecutivo autonómico parece ignorar el sabio sentido de las palabras que brotan de su boca, a cántaros burbujeantes entre suspiros y desaliento. Salientemos que el presidente, si no rectifica perentoriamente, encontrará en Cataluña y también en el gobierno central la más severa sorpresa por verse ninguneado en la cuerda bamba entre las más torpes oposiciones.

Nada vincula a nuestro orosano: ni la gripe del cerdo, ni la velocidad del conejo, ni el avestruz con sus gigantescos huevos; ni el bico del cuervo, ni mucho menos la lengua de su homólogo y joven de apellido menestral. Nada, nadiña de nada. Nuestro moderno almanzor incita sus huestes a promover rebelión ante el pato gordo que el presidente Zapatero envía a Cataluña para que lo digieran con mordidiñas de suave nacionalidad los emigrantes del atlántico. Nada más justo, ya que Galicia no quiere sus retornados, que los cuiden los catalanes. A Barcelona yo voy. Fun!

viernes, 10 de julio de 2009

FORTUNA, A MIS 69


Plata en la cabeza; oro en la boca; piedras en los riñones; azúcar en la sangre; plomo en los pies; hierro en las articulaciones, muchos sueños y una fuente inagotable de gas natural.

jueves, 9 de julio de 2009

MISERERE

El señor Feijoo decididamente no es tonto. Tontos somos nosotros, los espíritus santificados por las urnas mortuorias del mandatario galaico. Durante y antes de la campaña por la conquista de Galicia y la sumisión del cautivo gallego a los caprichos del mandarín ourosano, enojaba su señoría los hábitos mal olientes de los lázaros resucitados por ocasión de un llamado a las urnas autonómicas establecidas en Santiago.

Todo el público de la cornisa cantábrica hacia fiel eco a los argumentos quintanistas y feixoanos en su ataque a la lisura del voto del gallego errante. Como un gallego con residencia en el exterior podría optar en la elección de una lista de personajes residentes para que estos recibiesen polpudos sueldos por su postura acomodada en los sillones del hemiciclo jacobino?

Por tan insólita, tenaz y compacta reivindicación del gobierno gallego al gobierno español, a cuenta perdida de los emigrantes vivos y muertos, a mí cabrían 357,70 euros. Cantidad irrisoria para el rico europeo y que a mí, en mi modesta arrogancia de viejo empobrecido por los achaques de la edad, en absoluto molestaría el recibirlos una vez al año. Podrán ponerlas en la misma dirección a que envían los listones, a título de solidaridad española con su senior, emigrante por antiguas razones de la España que un día fue Grande, Una y Libre, en régimen de la gracia de Dios, España y su Revolución Nacional Sindicalista, comanda por un franco Francisco.

La lluvia que hoy moja nuestras cabezas es otra muy diferente da chuva que orvallaba os córregos no pasado. Contaminada con os detritos da civilización, desde a imperial Inglaterra nos envían, a título de materia prima plástica, lixo de indefinido orixen. Los sobrinos que ha heredado a nuestros padres establecen, por orden de los G4, una salida a sus sólidos fecales procesados en la abastanza de ricos ingresos per cápita.

No se porque yo temo que esta mi cruzada mercantilista no encontrará buenos oídos en las catacumbas palacianas de hemiciclo parlamentar, ni en el de Santiago ni en el de Madrid. 357,70 euros es una miseria incapaz de afinar un miserere canto en la vulgata editio del celta moderno. Después habrá que pensar en la inutilidad de tan miserable valor, incapaz de costear recepta diaria de aspirina, recomendada para que no nos suba la presión al nivel de la olla que había por los años en que decidimos aliviarla y evitar su explosión.

miércoles, 8 de julio de 2009

MI QUIÑON

Señor, hoy, a vista de un precioso artículo sobre la financiación gallega, embruja mi alma un extraño sentimiento cuyo nombre prefiero ignorar. Ya en 1999, antes de mi fastidioso regreso a la patria de Rosalía, Madrid ofrecía a cada gallego cerca de 3 mil euros, valor monetario regido por Zeus en el Olimpo, Bin Laden en Afganistán, Busch en el Capitolio, Aznar en la Moncloa y mi querido y amado viejo Fraga en San Caetano.

Creo entender el gran esfuerzo realizado por las autoridades de entonces para que desde el exterior regresasen, en caravanas de retornados, los gallegos emigrados. En el caso que a mi concierne, las dichas autoridades no necesitaron perder un gramo de sudor en la conquista de vocaciones que, como la mía, eran firmes y resolutas en el deseo de regresar a Galicia.

Algunos cebos puestos para ilusionar mi repatriación ya mostraban el interés mezquino de la capitalidad mal intencionada con la menguante economía del gallego errante. Uno de los cebos era la propia constitución de un utópico país llamado España. Por esta magna carta, todo español (sí, español y no gallego – en aquel momento yo no entendía la diferencia) era albergue de un derecho al trabajo, de un derecho a un hogar y un deber de recta moral por contribución al ejercicio de los derechos otorgados por la pluma del legislador. Así, pues, entendí que seria mi contribución pagar el Ave ión de Iberia, en contrapartida de su gran esfuerzo en conducirme sano y salvo a mi gloriosa patria. El Gobierno, a través de su consulado paulino, intermediaba financiación de 70 % del coste aéreo São Paulo-Madrid. Fue un justo precio a pagar por el regreso a España: 700 dólares, ya incluido los 70% de subvención. Un precio irrisorio si comparado con los menos de 500 dólares que una compañía portuguesa (TAP) me cobró para devolverme al Brasil, a mí y a mi brasileña esposa.

En Madrid, las autoridades, muy atentas en dar satisfacción a mis necesidades de español retornado, me encaminaron a las autoridades gallegas, para que ellas procediesen a los trámites de reconocimiento de mi condición de gallego en conformidad con el estatuto que regía mi autonomía personal y privada. En clima de extrema petulancia, arrogancia lingüística, desprecio a las diferencias entre culturas internacionales, en atmósfera de olores pútridos, juego de zancadillas y políticas traicioneras, con mucho rigor me ofrecieron limosna de 70 % de un sueldo mínimamente mínimo e insuficiente para cubrir el coste de un derecho a dormir bajo un techo al pie de una aldea de mi añorado pueblo.

Señor, cuando sus asesores economistas hacen las cuentas sobre el total que el gallego per cápita deberá recibir de Madrid, estoy cierto de que, si son competentes, incluyen en los listones de censados a mis hijos y también a este su gran admirador. Admirador y cadáver insepulto, de gotosas rodillas que lo impiden de caminar por el charco atlántico y conducir de la mano mi celestial voto. Voto de un genio genial para gloria de Galicia y, ahora también, de Castilla y León.

Señor, no me considere usted un fanático de los derechos democráticos, pues diferentemente de mi amigo y conde Alfredo, soy fanáticamente antifanático, y por ello cubro mi rostro con el antifaz de un pseudónimo patrio, atrio del riego que conduce por su lengua el sable que desea combatir los torquemada de la moderna inquisición, y hago por hecho que vuestra señoría ponga a débito de mi cuenta social los 3 mil euros anuales, que usted recibe de Madrid, como parte de mi quiñón, a título de mi calidad de niño que nunca ha recibido un tostón de España y, ahora, por cuenta del viejo que vive disperso en la emigración..

viernes, 3 de julio de 2009

GALICIA Y LA DISPERSIÓN

Seria justo si justo fuese la lucha de Feijoo por los gallegos, todos los gallegos y no la cumbre preferencial del PP con vistas a recursos financieros que lo conduzcan a la Moncloa. Negociar y negociar, recomienda Pousa, pero ni con optimismo zapateril ni pesimismo cenizo, orienta Luis Perez, porque la moral a preservar elles outra, recuerda Alfredo. Y entre bayonetas de julio y el conocimiento catódico miquelino ultrapasamos la frontera que separa la primavera del delicioso verano.

Un verano que llega en momento justo para llevar alerta por el pánico de un micro bacteria que se procesa en el invierno del zodiaco austral. Pero en las tierras del espectro eterno nos cuece salas en un giratorio espeto a la moda del sable pizarro, temperado con su sabia financiación de autoridad que ha puesto España en pozo de marajota aislada, ahora en lenta procesión de equinoccios, cuando nos muestran las Pléyades de Tauro en su color azulado.

Presagiando el dominio del cangrejo bentónico sobre la constelación donde paseará el sol entre el 21 de julio y el 9 de agosto, se mueve a gusto nuestro presidente, que, por ser presidente, no es menos presidente que el presidente que le preside. Nos exige calma ante la amenaza de ese novedoso y fluente ejército, compuesto de por el emblemático A N1H1, educado en las cortes del puerco suino y sus interrelaciones de amistad y convivencia con aves caseras, para deleite del erectus humanus, virgo macaco solidario. Gritamos pánico por la amenaza de que no se conceda a los celtas del bioma galaico el sétimo más un poquito, del sexto de un total que, en la ecozona española, por reparto democrático nos pertenece. En función de este hecho somos conducidos desde el deseo de Feijoo al feito de Castelao. De este modo, enervando nervios troncales, se elevan temperaturas causantes de precipitaciones, que, en definitiva, no ultrapasará la característica fundamental de nuestro orgullo climático.

Galícia está dispersa por toda Galícia. La Galicia exterior solo cuenta para llevar el cuento al Congreso de España de que Galicia es solidaria con el gallego emigrado. No lo es. Y jamás lo será en las intenciones del presidente gallego y su partido popular, radical capitalista del interés privado. Galicia no está envejecida. Envejecidos estamos los viejos, ya cansados de llevar sobre el hombro la mortaja que hemos tejido a través de los años. La vejez no es eterna. Ella cesa entre los límites de un tiempo determinado, para el que todo joven de antaño ha contribuido en una gran pasada registrada en los cofres del Estado. Que las arcas se hayan vaciado en misiones menos solidarias es algo cuya explicación cabe formular para el propio interés del presente en el futuro de los viejos que nos sucedan.

miércoles, 1 de julio de 2009

LA REALIDAD DEL DESPRECIO


http://www.elcorreogallego.es/opinion/ecg/desprezo-dunha-realidade/idEdicion-2009-07-01/idNoticia-443702/

¿Que me dice usted, señor Conde?. Hoy no consigo entenderle. Cuando se habla de derechos y deberes se habla de obligaciones y devociones. Eso es lo que yo pienso. Pero, cá entre nosotros, como es difícil venerar simultáneamente los presidentes del PP y del PSOE. Obedecerles es algo más fácil, desde que estemos en el territorio donde manda uno o en el dominio territorial donde mea el otro. Si estamos en nuestro propio terreiro quien canta de gallo es el gallego. Y por aquí somos especialistas en modular el bico para el cacareo de nuestra conveniencia.

Al establecer tesis sobre prevalencia de la intelectualidad de bilingües sobre monolingües, usted no aporta referencias de estudiosos sobre el tema, alias convenientes para abonar su opinión. Buenos resultados académicos pueden mejorar la autoestima de quien conquista ese mérito. Pero la autoestima no depende en absoluto del suceso escolar. Las relaciones familiares, un buen círculo de amigos, un cuerpo sano, un equilibrado ajuste sexual de correspondencia mutua, afinidad religiosa - cuando el medio es religioso - y todo junto, o en separado, sumado a otras más de mil cosas, son causas para ingresar en el nivel de autoestima.

Del actual desorden reinante en Galicia, una de las causas, aunque no sea la primera ni mucho menos la principal, es la lengua. El estopín dese mal-estar podría ser cualquier cosa, como por ejemplo alguien venir a público para afirmar que los celtas somos infinitamente superiores a los herculinos da Cruña, o que el Barcelona tiene, en Galicia, más adeptos que el Madrid. La tormenta que se desencadenaría a seguir, como hoy lo hacemos sus lectores, pondría a descubierto los más sanos e insanos conceptos de quien sale a campo para dar batalla a las sombras que tanto nos asombran desde la tierna infancia. Esas sombras son apenas sombra y no reflejan imagen de nadie y poco contribuyen para autoestima de quien quiera que sea.

La pedagogía del cariño no es incompatible con el espíritu de competitividad. Por su vez, el principio de autoridad, tan avalado en algunas sociedades de régimen militarizado, no es imperativo sobre el principio armónico de las buenas relaciones sociales. Muchas veces, o casi siempre, la necesidad de un consenso aflora en los espíritus más avanzados y esto significa que aquellos que han creído alcanzar la cumbre de Maslow deberán retroceder a un nivel más bajo y, desde allí, echar una cuerda a aquellos que bogan por el charco de las necesidades fisiológicas, fundamentalmente naturales. De la fuerza de atracción que se da a los numerosos hilos de la cuerda - y la propia resistencia de esa cuerda- dependerá el resultado de una afiliación feliz, cubierta con amistad, solidaridad y afecto, para orgullo de la España y el mundo que nos vigila.

La realidad de un desprecio la puede sentir aquel gallego que no tiene pan para comer, que no tiene trabajo para ganar el sustento diario de sus hijos. Aquel que ha sentido la justicia muy justa con el desamparado, que pierde para una hipoteca su residencia y la entrega para el irresponsable de su socio banquero o empresario que lo indujo, con promesas y milongas, a pagar lo impagable por un rosario de cuentas sin fin.