sábado, 18 de abril de 2009

COMPETENCIA

¿Que pasaría si un deputado expresase su verdadero sentimiento y eligiese Presidente uno de los 75 elegidos en las urnas y que él cree que es el más competente para gobernar Galicia?

Un único voto, voto de minerva, ha sido decisivo para investir Alberto Nuñez Feijóo presidente de La Junta de Galícia. Extraña democracia esta la nuestra que depende del propio voto para que un hombre, elegido deputado entre otros 37 de un grupo partidario y negado por otros 37 de dos también grupos partidarios, sea nombrado presidente de todos los gallegos, de los de aquí y de los residentes en el exterior.

Veamos con lentes que amplían una determinada realidad como los hechos podrían ser diferentes: si el diputado del BNG, que no acudió a la sesión de investidura perteneciese a La agremiación popular, el jaleo estaría armado bajo el mando de Pilar Rojo, su poca experiencia en requiebros dentro de un Hemiciclo renovado la dejaría tambaleante delante de un empate técnico de  37 votos a favor y 37 contra.

Y pensar que, durante la campaña de división de los votos gallegos entre tres partidos, hubo gente muy escandalizada por la probabilidad matemática de que el voto de millares de residentes en el exterior daría victoria a la coalición PSOE-BNG. Por analogía con aquellas brillantes cabezas pensantes, decenas de millares de votantes gallegos no consiguieron equiparación con el voto de un único candidato a uno de los 75 puestos legislativos de la VIII Legislatura gallega. No eligieron Presidente de la Xunta y mucho temo que ni saben a quien eligieron para desempeñar el mandato legislativo e ignoran que cada deputado, elegidos en comicios autonómicos, ocuparán un escaño fijo y su voto será apenas teoricamente personal e indelegable. ¿Que pasaría si el deputado expresase su verdadero sentimiento y eligiese Presidente uno de los 75 elegidos y que él cree que es el más competente para gobernar Galicia?

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