miércoles, 15 de febrero de 2012

PAY-PER VIEW


En la pensión de enero recibí una inesperada sorpresa. Mi pensión llegaba ajustada por un factor que el Gobierno dice que corresponde a la inflación del año pasado. Por aquí la justicia es un poco más justa y el estado no comete las mismas barbaridades que el estado de las autonomías comete por ahí. Por ejemplo, el gobierno por aquí nos dice que la inflación del año pasado fue 6,08 %. Este año, a partir de febrero, con toda la justicia constitucional que prohíbe rebajamiento del poder real de las pensiones, mi poder de compra restauraba el poder de compra que mi pensión tenia en enero de 2011. Los 6,08 % perdidos en ese periodo perdidos se quedarán, pues no es  culpa del gobierno ese imperdonable descuido mío, ni a él podemos atribuir la desidia que nos afecta, ni siquiera nuestra falta de actitud objetivando evitar nuevas pérdidas que por desgaste de la memoria se repite en dosis homeopáticamente mensuales, teniendo inicio antes de la corrección del valor pasado.

En enero, antes que mi pensión fuese restaurada, vi con mucha alegría como el impuesto sobre propiedad urbana crecía 22 % sobre el valor del año anterior. Justo, magníficamente justo; el ayuntamiento debe ser grandioso aún siendo territorialmente pequeño. Yo consigo comprender esas cosas y por el bien de la gobernabilidad nada me aborrece y soy feliz calculando los límites soportables por la naturaleza animal del ser humano para poder confrontarlos con los límites a que puede llegar la naturaleza bestial  en el grado máximo de su naturaleza animal. El aumento para servidores del judiciario en este paraíso tropical fue de 66 %. Muy poco, injustamente poco.

Por las razones arriba expuestas yo no consigo entender ese movimiento del YO-NO-PAGO que va tocando el extremo norte procedente de Grecia y acaba motivando las ganas resentidas de los amigos que como yo amamos Beatles y Rollings Stones. Me sumo al movimiento del AQUÍ-TODO-DIOS-PAGA e ninguen escapa. El gran problema de un movimiento de este orden es que en la contabilidad existe la famosa contrapartida que exige que haya un receptor para todo y cualquier pagador. Y si desde la agencia Reuter del Reino Unido notician que al déficit presupuestario le han soplado un volumen considerable de aire y ya le van explotando bollas por todos los lados, muy dificil va ser contener el aire explosivo que se aloja en el pecho de todo cristo metido en la cruz. Es pagar para ver.


Oubo un tempo en que a miña vida era miña, parecía seguir ao longo da liña. Agora estou eiqui en horário diferente, lonxe, e non sinto como ti sintes. Busco o que hai para descubrir, procurando nos lugares escondidos con ritmo de un tempo perdido e moita pena de non estar presente.

Ratatata

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