viernes, 3 de abril de 2009

LA CUMBRE DE LONDRES

Con estabilidad laboral todo lo demás sería posible

No me salen las cuentas para vivir despreocupado. Medio billón para emprestar a los países con problemas, un cuarto de billón para estimular el comercio mundial, más un cuarto de billón para saldar las cuentas a descubierto y 100 mil millones para que los bancos de desarrollo empresten a los países pobres y, de tirón, el secreto bancario lo mandan polo río abaixo, para,  de tanto correr,  nadie lo pueda coger.

Todo ese dinero debe estar mofándose en alguna caja fuerte guardada por Bin Laden. Es posible que algunos dólares estén escondidos entre la lana del viejo colchón; otros menos escépticos estarán a espera de un tratado de amnistía,  capaz de libertarlos del escondrijo que los protege de la indiscreta fiscalía. Lo que si parece cierto es que las máquinas de la casa de la moneda no necesitarán hacer cualquier esfuerzo que justifique aumento de empleo, porque la raíz de la baja volatilidad de recursos financieros está en el desempleo del principal recurso económico: el trabajo humano.

No esperaba una declaración bombástica de tan amplio contenido político y de inocuo resultado practico. La declaración servirá para que los que han creado la crisis se froten las manos y todos juntos se reconcilien, como buenos chicos que son, al resonar el bombo de la colosal crisis global.

La declaración de los 20 parte de la creencia de que la prosperidad es indivisible (We start from the belief that prosperity is indivisible), que el desarrollo, para ser sustentable, tiene que ser repartido (that growth, to be sustained, has to be shared). El empleo debe reflejar el interés de las poblaciones ricas, de las poblaciones de los mercados emergentes, de los pobres de hoy y también de las generaciones futuras. ¡Valla!, que no sobrará nadie para vagabundear, si esto va adelante.

La declaración transita por 9 páginas PDF, gentilmente cedidas por el País. Resumidamente se condensa en 6 puntos, a saber:

. Restaurar la confianza, el crecimiento y el empleo.

. Reparar el sistema financiero y rehabilitar los préstamos.

. Reforzar la regulación financiera para recuperar el crédito.

. Fundar y reformar instituciones financieras para superar la presente crisis y evitar otras nuevas.

. Promover el comercio e inversiones globales y recusar el proteccionismo, para sostener  (underpin) la prosperidad.

. Reparar la naturaleza devolviéndole su estado natural.

Esperaba algo más de la Cumbre de Londres. Esperaba que del acuerdo surgiese declaración universal impidiendo el despido de los trabajadores por razones de cualquier especie. El derecho al trabajo organizado y remunerado es un derecho y obligación de todos los seres humanos. Obama está en lo cierto: el trabajo es responsabilidad de todos. Con estabilidad laboral todo lo demás sería posible.

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