domingo, 22 de septiembre de 2013

CASO PENAL XI

Capítulo XI (de no sé cuantos)

Imputar a alguien palabras ofensivas.
Entre los argumentos que fundamenta la sentencia consta:

“Entiendo haber sido caracterizado injuria al llamar el querellante de hijo de puta y de mandarlo tomar en el culo, con lo que obviamente le ofendió el decoro y la dignidad.

El querellante alega no haber proferido tales palabras, afirma que son mentiras de un testimonio falso que, al dar detalles de sus mentiras, cayó en contradicción al decir que mister Y profería estas frases hablando en voz alta para quien las quisiese oír y, sin embargo, nadie las escuchó, ni siquiera el supuesto y único afectado, el mister X.

Existen muchas palabras que en su composición léxica contienen la partícula “puta”, por ejemplo: diputado, amputado, imputado y etc. Nadie se siente ofendido al ser llamado diputado o por trabajar en una determinada diputación. En muchas circunstancias los jueces imputan al reo el acometimiento de crimen de que lo acusan. En el mundo médico es común que un cirujano ampute algún miembro de algún paciente. Pero, si alguien dice de otro que es hijo de puta o, simplemente, l@ llama puta, tenemos armado la gran hostia. ¿Por qué ese fenómeno ocurre? ¿Por qué la misma partícula con idéntica fonética y misma grafía despierta sentimientos tan opuestos? Para encontrar respuesta a las consecuencias derivadas de una colosal disputa provocada por la partícula puta, necesario es sumergir en la obscuridad de la historia para descubrir por la ciencia terminológica el complejo mundo de esa mundana palabra.

Inicialmente pensé recurrir al monte del gozo y buscar en el gran silo, que es la Casa de la Cultura, la semiente matriz, génesis de la naturaleza híbrida del término puta. Allí nada encontré que pudiera auxiliar en este mi profundo estudio, ahora tan capaz de provocar un desolador dolor de cabeza. Alguien sugirió que yo fuese pasear por Egipto y fuese a la biblioteca de Alexandria, así como alguien anduviese distraído; me recomendaba aprovechar momento de distracción del ojo que controla la mira de un fusil. Reputé el consejo inadecuado a la seguridad de esta sospechosa investigación. Ahí se me ocurrió que al alcance digital de los diez dedos de mi mano están disponibles todos los mandamientos que rigen la evolución terminológica de la palabra en cuestión.

Conforme una determinada corriente del pensamiento, el significado original de la palabra puta es compatible con el significado de la palabra “poda” de donde también deriva la palabra gallega boda, de donde también deriva por estrecha aproximación la palabra foda. Una vez al año todos los arboles del lugar eran podados, lo que desencadenaba el deseo de conmemorar un feliz casamiento entre los dioses encargados de la poda-virgen y los descendientes de la poda-madre. Otra versión explica que puede tener origen en putativus, de putare, suponer, pensar calcular, adoptada en derecho como legítima defensa putativa, cuando una persona supone que iba ser atacada. Observamos la existencia del núcleo puta en una palabra universalmente diseminada por la buena boca de la lengua inglesa, computador, cuyo origen está en la palabra compuesta de las voces latinas COM junto y PUTARE calcular, evaluar, estimar, ordenar.

Es de suponer que alguien que acusa otro de haberlo ofendido utilizando la partícula puta no puede pasar de un individuo gozador, alguien que quiere divertirse por cuenta ajena retirando su gozo de la palabra latina gaudere, satisfacción, alegría. Como existe un fuerte exagero en la violencia de la palabra y que necesario es admitir haber alcanzado el borde de lo burlesco, qué a fin de cuentas es una expresión acostada al lado grotesco de una parodia desbocada, tal vez tan majadera acusación no pase todo de una burla inocente, que también puede ser intransigente por transmitir idea de artificio, golpe, embuste, para obtener ventajas o proporcionar beneficios a alguien. Todo, pues, no debí pasar de una excelente piada, recordando el sonido pio, pio, típico de las candorosas aves. ¿Sería, pues, todo ese proceso calumnioso una vulgar piada buscando provocar jurisprudencia de lo ridículo y jocoso?


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