viernes, 23 de octubre de 2015

DOBLAN LAS CAMPANAS

¿Por quién doblan las campanas?

¿Quién no echa una mirada al sol cuando atardece? ¿Quién quita sus ojos del cometa cuando estalla? ¿Quién no presta oídos a una campana cuando por algún hecho tañe? (John Donne)

Con no menos razón, el sentido se agudiza cuando redoblan los tambores y el eco muestra arritmia entre los palillos que lo tocan.

España, el país que consideramos heredero de Castilla y Aragón, es indiscutiblemente un macro productor de energía eléctrica. Retirando impuestos y tasas, el precio de un kwh es el más alto de la UE. Mismo así, el aumento entre el año 2013 y 2014 ha sido próximo de 4 % frente a casi 3 % de la Unión Europea. Es de suponer que tal incremento fue consecuencia de los caprichos de un mercado libre de la peste oligopólica y exenta de interventores quirúrgicos (capaces de poner el mercado en ritmo de coma inducido) y la competencia radicalmente anestesiada por ingestión del gas súper-valorado. Tenemos el sol que los nórdicos no tienen, pero estamos impedidos de aprovechar su calor en paz.

¿Por quién doblan las campanas? Fuerzas ocultas planean ofensiva objetivando minar el camino para evitar el contra ataque. La misión puede ser suicida, pero eso no incomoda a los fratricidas partidos, muy bien apertrechados con voluntad autoritaria. Los puentes, que unen el inclemente invierno a la dulce primavera, son minados por la estulticia del precio soberbiado por maquinaciones absorbentes del sudor de quien ya tiene poca lágrima para llorar. Es curioso observar la equivalencia entre lo que ocurre por estas bandas con lo que pasa por las bandas de allá. Por acá los precios también doblan, repican por la audacia de partidos rachados en la moral y consciencia ética. Maximizan los intereses a un nivel intolerable; lo hacen (dicen) para mantener la inflación bien comportada delante de la causa que la mueve (intereses escorchantes, lucros desorbitados y capitalizado atesoramiento) Todo aumenta, la riqueza, mucho; la miseria aumenta más. Y las campanas continúan tocando. ¿Por quién? ¿Hasta cuándo tocarán?


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