Mucho me temo que la verdad, esa verdad que insisten simultáneamente en desmascararla y encapuzarla y que a estos mis parvos sentidos jamás ha tenido humildad de presentarse envuelta por los atavíos de su magna pureza, desnuda de mantos sombríos a anublar su real belleza, para que no ofusquen esa verdad referida por el canto matinal de Conde, por mí leído a la brisa de un suave viento, bajo el sol tropical de San Caetano. No existe en Europa países tan prodesacordados como España y, para decirlo claro por la espuma marinea, tan mal nortemecanizado como Galicia.
Demos todos nuestro singular veredicto, Guilty or not Guilty, y hallaremos la respuesta que mejor se encaja a la sentencia por culpado o no culpado. Lo unos serán bárbaros gultis y para los ungultis ostrogodos, vándalos serán los otros, fenicios, griegos y también los desalojados de Troya por la erupción del Vesubio.
Otra cosa no puedo extraer de la lectura cruzada de mis dos amigos, Pancho y Alfredo, pues parece que estaba todo medido y calculado por la medida de una paridad precoz de nuestro mimetismo aldeano.
No creo en la tesis del antixankismo español. Por aquí todos tenemos un poco de xan, Xan das bolas, Xan das centoulas, Xan de calquer cousa. Los de la Vieja Inglaterra sí que debían ser antiyankeestas pues se referían a los yanquis de la Nueva en el mismo ton que los de la Vieja Castela se refieren a los New gallegos de España (despectivamente, Rosa Diez, o heroicamente, Yankee Doole)
Llegamos labregos de la ribera descalzos, sombreando el burro con el viejo paraguas, de día comemos tortilla, denoche, castellanos garbanzos. Vivimos gallegos en los burgos y ciudades, por el mundo esparramados; venimos de villaricas, de masas chutadas, batidos en la discordia del léxico gitano. Retornados, el gran hermano pregunta - ¿en que lengua vas ahora cantar? - En lengua de jeque – respondo – así el uno rebuzna mejor.
No rebuzno por mí, que, bien sé, yo lo hago. Arroto por la ruta minuciosamente elaborada en la comedia del desatino de un pancho pescado, mal freído por la infamia a la dignidad de un potro errado en la costa rica de Borinquen.
QUE SE ESCUCHE LA VOZ DE LA RAZON!
ResponderEliminarQue tiemble el pais cuando su pueblo se lance al unísono en una sola voz ...
http://www.youtube.com/embed/G_gmtO6JnRs
explicación:
ResponderEliminarEl pasado 12 de marzo, Silvio Berlusconi debió enfrentarse a la
realidad. Italia festejaba el 150 aniversario de su creación y en esta
ocasión se representó en Roma la ópera Nabucco , de Giuseppe Verdi,
dirigida por el maestro Ricardo Muti.
Nabucco evoca el episodio de la esclavitud de los judíos en Babilonia,
y el famoso canto "Va pensiero" es el canto del coro de esclavos
oprimidos. En Italia, este canto es un símbolo de la búsqueda de la
libertad (en los años en que se escribió la ópera, Italia estaba bajo el
imperio de los Habsburgo).
Antes de la representación, Gianni Alemanno, alcalde Roma, subió al
escenario para pronunciar un discurso en el que denunciaba los recortes
del presupuesto de cultura que estaba haciendo el Gobierno, a pesar de
que Alemanno es miembro del partido gobernante y había sido ministro de
Berlusconi. Esta intervención del alcalde, en presencia de Berlusconi
que asistía a la representación, produjo un efecto inesperado.
Ricardo Muti, director de la orquesta, declaró al "Times":
"La ópera se desarrolló normalmente hasta que llegamos al famoso canto
"Va pensiero". Inmediatamente sentí que el público se ponía en tensión.
Hay cosas que no se pueden describir, pero que uno las siente. Era el
silencio del público el que se hacía sentir hasta entonces, pero cuando
empezó el "Va Pensiero", el silencio se llenó de verdadero fervor. Se
podía sentir la reacción del público ante el lamento de los esclavos que
cantan: "Oh patria mía, tan bella y tan perdida."
Cuando el coro llegaba a su fin, el público empezó a pedir un bis,
mientras gritaba "Viva Italia" y "Viva Verdi". A Muti no le suele gustar
hacer un bis en mitad de una representación. Sólo en una ocasión, en la
Scala de Milan, en 1986, había aceptado hacer un bis del "Va pensiero".
"Yo no quería sólo hacer un bis. Tenía que haber una
intención especial para hacerlo" - dijo Muti -.
En un gesto teatral, Muti se dio la vuelta, miró al público y a Berlusconi
a la vez y se oyó que alguien entre el público gritó:
"Larga vida a Italia."
Muti dijo entonces:
"Sí, estoy de acuerdo: "Larga vida a Italia", pero yo ya no tengo 30
años, he vivido ya mi vida como italiano y he recorrido mucho mundo. Hoy
siento vergüenza de lo que sucede en mi país. Accedo, pues, a vuestra
petición de un bis del "Va Pensiero". No es sólo por la dicha
patriótica que siento, sino porque esta noche, cuando dirigía al Coro
que cantó "Ay mi país, bello y perdido" , pensé que si seguimos así
vamos a matar la cultura sobre la cual se construyó la historia de
Italia. En tal caso, nuestra patria, estaría de verdad "bella y perdida".
Muchos aplausos, incluidos los de los artistas en escena. Muti prosiguió.
"Yo he callado durante muchos años. Ahora deberíamos darle sentido a
este canto. Les propongo que se unan al coro y que cantemos todos el "Va
pensiero"
Toda la ópera de Roma se levantó. Y el coro también. Fue un momento
mágico. Esa noche no fue solamente una representación de Nabucco,
sino también una declaración del teatro de la capital para llamar la
atención a los políticos.