Cuando a todo momento se pierden puestos de trabajo en función del avance de nuevas tecnologías, la consejera Rosa Quintana lamenta que Galicia no pueda contar con los 600 ¿? de lo 200 puestos de trabajo reservados por Pescanova a los portugueses de Mira.
Pescanova no es Galicia. Pescanova no ha perdido nada, ha dejado de ganar un paraíso que le gustaría transformar en un rancho productor de rodaballos.
Por su vez, Galicia ha preservado un espacio, reserva de pureza, que ya le pertenecía y continua disponible a la visita de los peregrinos que andan de Fisterra a Muxia.
Los estrategistas de Pescanova no han abandonado sus planes para Touriñan. Los planes del PP también convergen en ese sentido, porque Touriñan es el Potosí de la corona pesquera. Es incomparablemente superior al espacio de Mira. El mar de Touriñan es mas frio, mas oxigenado, más limpio, tiene un estrecho peninsular que permite recoger el agua a la derecha del istmo y puede despojarla a la izquierda, sin que las aguas nobles y las contaminadas con residuos del pasto se mezclen entre si. Los núcleos de población están alejados de la futura factoría y el entorno es ideal para innumerables focos de energía eólica. Desde la costa de la morte podremos alimentar con el chato rodaballo toda Europa y enriquecer unos pocos que se irán a vivir en lujosos hoteles de Qatar. Entretanto, el destino de los que aquí hemos nacidos será la emigración. Pero ¿a dónde?, hoy que todo el mundo desprecia el trabajador y lo arroja a la basura como vulgar desecho de la piscicultura.
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