miércoles, 19 de noviembre de 2008

MELANCÓLICA CRISIS



España es un sueño para el humilde senegalés. Para mí, ilustre desconocido gallego de la diáspora, el retorno fue un momento irónico entre felices recuerdos del pasado y la realidad presente, vivida hace cinco años con pesadillas horrorosas en medio de un basto negro chapapote e insolidaridad agresiva, discriminatoria e incompetente del centro de colocación en mi pueblo. Como resultado, aprendí dominar la ira, a tratar el miedo sin delirio, a vivir con obstinación y blandura y a reforzar la ambición de ser feliz con lo poco que para este fin es necesario.

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