LOCA CORRIDA
El anticiclón, que nos aísla de los temporales de invierno e ilumina Galicia después que el famigerado huracán barrió toda la cornisa cantábrica, va perdiendo fuerza para recuperar el estado de vida normal después del uno de marzo. Es siempre así. Los cambios siguen el ritmo dictado por la naturaleza de las cosas. Al amanecer le sigue el atardecer y la noche viene para que todo se acalle y surja un nuevo día que es diferente al viejo de ayer.
El año tiene cuatro estaciones simbolizado la encrucijada de cuatro destinos: primavera, verano, otoño e invierno – por si alguien no lo sabía. Cada estación tiene su propia característica y virtud hegemónica en función de los caprichos estelares y el giro incesante del trompo terrestre. Era así cuando un constructor decidió burlar la naturaleza y creó la máquina humana. No es muy diferente ahora que las temperaturas varían con el roce de los humos partidarios y el clima expectante se acomoda en tres cabezas iluminadas con la furia del rayo tormentoso, como que queriendo orientar su propio camino.
Al pobre, industrializado por el rolo compresor de la vida moderna, no le sobran expectativas bisoñas. Ha de contentarse con lo poco que tiene y, para evitar que ese poco no se lo tiren, deberá pensar en como repartirlo con quien tiene menos o nada tiene.
Tenemos aquí la esencia filosófica de Feijoo cuando propone cambiar un blindado por un carro abierto, cuando insinúa por un cambio del sistema electoral, cuando juega con la idea del impuesto pequeño generando mayores saldos que lo impuesto a lo grande, como si un pequeño embarazo gravado fuese más sólido que una impuesta preñez.
Hoy es viernes, el tiempo está bonito, templado, azul, cariñoso, muy bueno para reflejar nuestros deseos sobre el espejo del alma y reflexionar las pocas opciones que nos ponen sobre la urna de cristal.
Votamos en partidos con identidad jurídica pero sin ninguna responsabilidad personal. La loca corrida que hemos presenciado por los diferentes pueblos de las diferentes provincias nos ha hecho creer que votamos para Presidente a la persona que más nos ha entusiasmado con su arenga publicitaria. Vana ilusión, como la mayoría de las propuestas de los candidatos cabeza.
Vimos programas electorales con 75 nombres de paisanos que harán la corte al Presidente y seguirán sus directrices para inventar leyes a su gusto. Si los había, nos han ocultado los programas de gobierno e ignoramos los nombres de quienes tendrán autoridad para ejecutar esos programas. Cuando un partido nos engaña dice que ha tenido un equivoco y repite el equívoco con un pedido de perdón. A eso llaman humildad deseada. Cuando el pueblo se engaña con una temeraria hipoteca no hay perdón que lo proteja, y si pierde el empleo para una máquina importada, el gobierno lo mandará a cribar piedra para que su músculo duerma al solpor de cada día.
Como no puedo votar en persona para Presidente, votaré en la mejor filosofía de la entidad que pueda elegirlo. El programa de gobierno para el año en curso próximo está definido en los presupuestos. Poco se podrá hacer para cambiarlo. Este programa fue aprobado por la Coalición y es la Coalición, con Touriño a la cabeza, quien podrá ejecutarlo, sin traumas mayores para la población.
No es momento oportuno para elegir un capitán neófito, con equipo absolutamente incapaz de coordinar un debate televisivo y con perspectivas futuras de partido en debandada nacional. El sentido normal exige prudencia para salir al mar y navegar con seguridad. Así que, sin orden ni desconcierto ¡todos a las URNAS!
viernes, 27 de febrero de 2009
miércoles, 25 de febrero de 2009
LUZ DIVINA
LUZ DIVINA
Leo en el Correo Gallego más una encuesta para sondear el pensamiento de los gallegos sedentarios sobre el derecho de los Gallegos en el extranjero poder votar en las elecciones gallegas. Me huele a un precedente para hundir el CERA y la consecuente expatriación de todos los gallegos en el exterior.
Cuando en Buenos Aires, Santiago o Nueva York pregunten a mi hijo quien es su padre, deberá responder sin vergüenza y orgullo:
“Mi padre es un gilipollas nacido en Galicia de padres y abuelos gallegos. Pertenece a una clase espuria de emigrantes descorazonados, que huyeron a tierras extrañas y repartieron con sus hermanos famélicos de la península sus pequeñas conquistas en tiempos de escasez y crisis.
Mi padre es un gallego a quien hoy los gallegos desprecian porque desea continuar gallego y contribuir en el esfuerzo de que, en la abundancia, Galicia sea tierra fértil y acogedora de los hijos que en las miserias tuvieron que partir.
Mi padre es gallego que ha dejado de serlo porque los gallegos, recelosos e envidiosos como Caín, niegan su condición de nacional español y se van tan campantes votar, creyendo que votan en alguna cosa, sin saber por qué ni para qué.
Yo no nací en Galicia y tengo mucha vergüenza de mi padre que insiste en decir que es gallego. Mi padre no es un vulgar mendicante de las limosnas de Europa, pues sabe que en Galicia se las comerán todas. Mi padre es un hombre íntegro y horrado, fiel cumplidor de sus obligaciones de hijo, hermano, padre y abuelo. Mi padre no es como esos gallegos que dicen ser mis primos para invitarnos a pagar una copa del mejor vino y nos retribuyen con la hiel de otra copa de vino avinagrado. Mi padre no puede ser gallego. Mi abuelo no podía ser gallego. Yo no quiero ser gallego.
Los gallegos de la encuesta son vanidosos, arrogantes, tozudos y burros. Si toda esa caterva de ignorantes que componen un basto número de la proporción nazonalista son el prototipo del gallego español, yo no quiero ser gallego. Y digo más, me molesta que piensen que yo soy hijo de gallego y que mi padre me haya enseñado con su ejemplo a amar Galicia.
Infelizmente su enseñanza ha sido poderosa, ha calado profunda en mi sangre, integra los músculos de mi cuerpo y marca la dominancia genética que ahora se repite en mis hijos, los nietos de un gallego emigrante de Cee. De alguna forma divina, componemos en el orden universal una condición de origen que nunca se apaga. Somos gallegos, aunque por breves momentos nos enfademos unos con los otros. Seguiremos gallegos para compartir nuestras querencias y amistad. Nuestros portales en América estarán siempre abiertos, y los gallegos, hermanos, primos o sobrinos que se aventuren a visitarnos, serán siempre bien recibidos e invitados a compartir nuestro pan de cada día que, a bien de la verdad, ha tenido una buena siembra y es bien cocido."
Leo en el Correo Gallego más una encuesta para sondear el pensamiento de los gallegos sedentarios sobre el derecho de los Gallegos en el extranjero poder votar en las elecciones gallegas. Me huele a un precedente para hundir el CERA y la consecuente expatriación de todos los gallegos en el exterior.
Cuando en Buenos Aires, Santiago o Nueva York pregunten a mi hijo quien es su padre, deberá responder sin vergüenza y orgullo:
“Mi padre es un gilipollas nacido en Galicia de padres y abuelos gallegos. Pertenece a una clase espuria de emigrantes descorazonados, que huyeron a tierras extrañas y repartieron con sus hermanos famélicos de la península sus pequeñas conquistas en tiempos de escasez y crisis.
Mi padre es un gallego a quien hoy los gallegos desprecian porque desea continuar gallego y contribuir en el esfuerzo de que, en la abundancia, Galicia sea tierra fértil y acogedora de los hijos que en las miserias tuvieron que partir.
Mi padre es gallego que ha dejado de serlo porque los gallegos, recelosos e envidiosos como Caín, niegan su condición de nacional español y se van tan campantes votar, creyendo que votan en alguna cosa, sin saber por qué ni para qué.
Yo no nací en Galicia y tengo mucha vergüenza de mi padre que insiste en decir que es gallego. Mi padre no es un vulgar mendicante de las limosnas de Europa, pues sabe que en Galicia se las comerán todas. Mi padre es un hombre íntegro y horrado, fiel cumplidor de sus obligaciones de hijo, hermano, padre y abuelo. Mi padre no es como esos gallegos que dicen ser mis primos para invitarnos a pagar una copa del mejor vino y nos retribuyen con la hiel de otra copa de vino avinagrado. Mi padre no puede ser gallego. Mi abuelo no podía ser gallego. Yo no quiero ser gallego.
Los gallegos de la encuesta son vanidosos, arrogantes, tozudos y burros. Si toda esa caterva de ignorantes que componen un basto número de la proporción nazonalista son el prototipo del gallego español, yo no quiero ser gallego. Y digo más, me molesta que piensen que yo soy hijo de gallego y que mi padre me haya enseñado con su ejemplo a amar Galicia.
Infelizmente su enseñanza ha sido poderosa, ha calado profunda en mi sangre, integra los músculos de mi cuerpo y marca la dominancia genética que ahora se repite en mis hijos, los nietos de un gallego emigrante de Cee. De alguna forma divina, componemos en el orden universal una condición de origen que nunca se apaga. Somos gallegos, aunque por breves momentos nos enfademos unos con los otros. Seguiremos gallegos para compartir nuestras querencias y amistad. Nuestros portales en América estarán siempre abiertos, y los gallegos, hermanos, primos o sobrinos que se aventuren a visitarnos, serán siempre bien recibidos e invitados a compartir nuestro pan de cada día que, a bien de la verdad, ha tenido una buena siembra y es bien cocido."
martes, 24 de febrero de 2009
ALELUYA
ALELUYA
Hoy me inspiro en el cuaderno de pepe blanco. Así, escrito con minúsculas del rico abecedario español, ni más grande ni más pequeño, lisamente estampado con rugosidades de la modestia cibernética grabada en blogspot.
Calzamos en nuestros pies botas de cinco leguas, capaces de transportarnos, en un ligero paso de cinco días, a la confirmación por la madurez de un proceso renovador.
Cee es una referencia internacional, aparece en la prensa mundial gracias a un modesto parroquiano de nuestra villa marinera. Finalmente alcanzamos la gloria tan soñada por aquel emigrante solitario, Fernando Blanco de Lema.
No podemos volver atrás como lo hemos hecho en las elecciones locales de 2003 -máximos mea culpa. Es hora para el aleluya de Hayden, es hora para la unidad nacional, es hora para rescatar la moral que identifica el gallego histórico en este concierto de amplia y abrangente solidaridad nacionalidad ibérica.
El Presidente necesita mayoría para que pueda resolver los grandes problemas sociales de Galicia. Puede y sabe resolverlos. Pertenece a un partido que tiene en su ideología el rescate para el convivio social de los más necesitados. En Galicia casi todos somos necesitados, pues ya vemos que en tiempo de crisis hasta los imaginados ricos venden sus rentas para salvar los dedos.
Cee, unido por un Presidente de Galicia y el ministro de Justicia, será capaz de expresar colaboración continua a la resolución de los problemas de sanidad, de empleo, de habitación, de las pensiones y de los derechos previstos en la Constitución de España.
Hagamos el próximo domingo lo que sabemos y podemos hacer por el Presidente, para, después del uno de marzo, preguntarle a diario ¿qué es lo que vos hacéis por nosotros?
Hoy me inspiro en el cuaderno de pepe blanco. Así, escrito con minúsculas del rico abecedario español, ni más grande ni más pequeño, lisamente estampado con rugosidades de la modestia cibernética grabada en blogspot.
Calzamos en nuestros pies botas de cinco leguas, capaces de transportarnos, en un ligero paso de cinco días, a la confirmación por la madurez de un proceso renovador.
Cee es una referencia internacional, aparece en la prensa mundial gracias a un modesto parroquiano de nuestra villa marinera. Finalmente alcanzamos la gloria tan soñada por aquel emigrante solitario, Fernando Blanco de Lema.
No podemos volver atrás como lo hemos hecho en las elecciones locales de 2003 -máximos mea culpa. Es hora para el aleluya de Hayden, es hora para la unidad nacional, es hora para rescatar la moral que identifica el gallego histórico en este concierto de amplia y abrangente solidaridad nacionalidad ibérica.
El Presidente necesita mayoría para que pueda resolver los grandes problemas sociales de Galicia. Puede y sabe resolverlos. Pertenece a un partido que tiene en su ideología el rescate para el convivio social de los más necesitados. En Galicia casi todos somos necesitados, pues ya vemos que en tiempo de crisis hasta los imaginados ricos venden sus rentas para salvar los dedos.
Cee, unido por un Presidente de Galicia y el ministro de Justicia, será capaz de expresar colaboración continua a la resolución de los problemas de sanidad, de empleo, de habitación, de las pensiones y de los derechos previstos en la Constitución de España.
Hagamos el próximo domingo lo que sabemos y podemos hacer por el Presidente, para, después del uno de marzo, preguntarle a diario ¿qué es lo que vos hacéis por nosotros?
lunes, 23 de febrero de 2009
1 DE M
1 de M
De la tranquilidad del Presidente escucho lo que vengo queriendo escuchar durante todo el combate propagandístico de las tres principales fuerza combatientes. Una declaración clara y concisa sobre el no comprometimiento a cualquier precio por una coalición entre su partido y el bloque regional de revolucionarios divisionistas. No a cualquier precio, por supuesto, pero sabemos que habrá un precio.
Quintana va a por la Presidencia. Su ambición desde la pequeñez de su bloque beligerante le hará poner sus cartas sobre la mesa para reivindicar la presidencia a la próxima legislatura.
- ¡Lo tomas o lo dejas!
La oferta irá primero direccionada al partido socialista. La recusa es obvia.
La estrategia política hará pensar que cualquier medio será justo en la conquista de un determinado fin. La oportunidad se presenta poderosa y única en toda la trayectoria política del barbudo de Allariz. Los políticos suelen creer que política es el arte de realizar lo que parece imposible a los que suelen no hacer política. Las circunstancias políticas han probado que Anxo Quintana le gusta decir que es Anxo Quintana y no Espartaco, y que no es Feijóo, y que no es español. Anxo Quintana es un señor español con mucho coraje y es un gallego radicalmente cojonudo.
El sistema electoral gallego, mal consagrado desde las primeras elecciones, al escoger agremiaciones por el criterio de repartición proporcional entre los componentes de listas cerradas a los ojos de los gallegos votantes, no consigue reflejar en un único escrutinio la voluntad mayoritaria de los gallegos. El sistema permite qué el menos votado, qué el menos valorado y el menos deseado candidato cabeza ( o descabezado) de lista sea nombrado Presidente de la Xunta.
Sin ir muy lejos en espacio y tiempo, el ejemplo lo tenemos aquí, en Cee. Tradicionalmente gobernado por el PSOE, en pleno ejercicio de la alcaldía, el PP y el I por Cee se amotinan y promueven el derrumbe del PSOE. A Vigo le interesaba el poder, no la presidencia. A Antonio le interesaba el estatus social de la presidencia, no el poder. Vigo se quedó con el poder en una sala al lado de la sala del presidente y desde allí gobernó a su bel placer con la máxima autoridad y la mínima responsabilidad, como el rey.
Durante todo el primer gobierno formal de Antonio nunca le vi despachar cualquier cosa, ni desde la oficina presidencial ni desde ningún recinto de la casa consistorial. En el segundo gobierno, con mayoría estruendosa, el primer acto fue sentarse en el trono de la sala azul para dictar determinaciones a diestro y siniestro, tirando y poniendo, sacando y gastando, sin pudor por la disciplina presupuestaria o el sabio consejo de la Ley Reguladora de las Bases del Régimen Local.
En las pasadas elecciones al concello de Cee se puso de manifiesto un empate técnico entre el PP y el PSOE. Vigo, minúsculamente minoritario en el deseo del pueblo, fue tácito y decisivo: su alma por la presidencia de Cee.
No precisaba tanto. Aunque sus oponentes pertenecían a agremiaciones gigantes, Antonio y Amancia eran dos estandartes sin voz ni vocación, sin don ni educación en la lid del bien gobernar. El resultado era previsible. Con un pequeño soplo sobre la inestabilidad de políticas emergentes, el fulcro siguió el impulso dado desde la lejana brisa: Vigo ocupa la presidencia, el PSOE detiene el poder, el PP se descompone en la oposición.
La memoria histórica prueba la desmemoria de muchos de sus agentes. Es por eso que la historia se repite con frecuencia. Es por eso que las crisis se renuevan, es por eso que los nacionalismos medievales renacen al sabor de ambiciosos cruzados.
Folgo saber que tenemos un Presidente austero. Ha dejado saber al cruzado de Allariz que Galicia no se juega a la ruleta rusa. ¿Pensará también así el caballero Feijóo?
Para gobernar Galicia es necesario el voto de la mayoría. Las coaliciones son instrumento formal para la suma democrática. La pena está en que el sistema electoral gallego no permite coalición entre los votantes no seleccionados a dedo por un cabecilla.
La sorpresa ronda en los cruces de cualquier esquina. En 1 de M sabremos el tipo de m, mayúsculo o minúsculo, prevalente o dominante.
De la tranquilidad del Presidente escucho lo que vengo queriendo escuchar durante todo el combate propagandístico de las tres principales fuerza combatientes. Una declaración clara y concisa sobre el no comprometimiento a cualquier precio por una coalición entre su partido y el bloque regional de revolucionarios divisionistas. No a cualquier precio, por supuesto, pero sabemos que habrá un precio.
Quintana va a por la Presidencia. Su ambición desde la pequeñez de su bloque beligerante le hará poner sus cartas sobre la mesa para reivindicar la presidencia a la próxima legislatura.
- ¡Lo tomas o lo dejas!
La oferta irá primero direccionada al partido socialista. La recusa es obvia.
La estrategia política hará pensar que cualquier medio será justo en la conquista de un determinado fin. La oportunidad se presenta poderosa y única en toda la trayectoria política del barbudo de Allariz. Los políticos suelen creer que política es el arte de realizar lo que parece imposible a los que suelen no hacer política. Las circunstancias políticas han probado que Anxo Quintana le gusta decir que es Anxo Quintana y no Espartaco, y que no es Feijóo, y que no es español. Anxo Quintana es un señor español con mucho coraje y es un gallego radicalmente cojonudo.
El sistema electoral gallego, mal consagrado desde las primeras elecciones, al escoger agremiaciones por el criterio de repartición proporcional entre los componentes de listas cerradas a los ojos de los gallegos votantes, no consigue reflejar en un único escrutinio la voluntad mayoritaria de los gallegos. El sistema permite qué el menos votado, qué el menos valorado y el menos deseado candidato cabeza ( o descabezado) de lista sea nombrado Presidente de la Xunta.
Sin ir muy lejos en espacio y tiempo, el ejemplo lo tenemos aquí, en Cee. Tradicionalmente gobernado por el PSOE, en pleno ejercicio de la alcaldía, el PP y el I por Cee se amotinan y promueven el derrumbe del PSOE. A Vigo le interesaba el poder, no la presidencia. A Antonio le interesaba el estatus social de la presidencia, no el poder. Vigo se quedó con el poder en una sala al lado de la sala del presidente y desde allí gobernó a su bel placer con la máxima autoridad y la mínima responsabilidad, como el rey.
Durante todo el primer gobierno formal de Antonio nunca le vi despachar cualquier cosa, ni desde la oficina presidencial ni desde ningún recinto de la casa consistorial. En el segundo gobierno, con mayoría estruendosa, el primer acto fue sentarse en el trono de la sala azul para dictar determinaciones a diestro y siniestro, tirando y poniendo, sacando y gastando, sin pudor por la disciplina presupuestaria o el sabio consejo de la Ley Reguladora de las Bases del Régimen Local.
En las pasadas elecciones al concello de Cee se puso de manifiesto un empate técnico entre el PP y el PSOE. Vigo, minúsculamente minoritario en el deseo del pueblo, fue tácito y decisivo: su alma por la presidencia de Cee.
No precisaba tanto. Aunque sus oponentes pertenecían a agremiaciones gigantes, Antonio y Amancia eran dos estandartes sin voz ni vocación, sin don ni educación en la lid del bien gobernar. El resultado era previsible. Con un pequeño soplo sobre la inestabilidad de políticas emergentes, el fulcro siguió el impulso dado desde la lejana brisa: Vigo ocupa la presidencia, el PSOE detiene el poder, el PP se descompone en la oposición.
La memoria histórica prueba la desmemoria de muchos de sus agentes. Es por eso que la historia se repite con frecuencia. Es por eso que las crisis se renuevan, es por eso que los nacionalismos medievales renacen al sabor de ambiciosos cruzados.
Folgo saber que tenemos un Presidente austero. Ha dejado saber al cruzado de Allariz que Galicia no se juega a la ruleta rusa. ¿Pensará también así el caballero Feijóo?
Para gobernar Galicia es necesario el voto de la mayoría. Las coaliciones son instrumento formal para la suma democrática. La pena está en que el sistema electoral gallego no permite coalición entre los votantes no seleccionados a dedo por un cabecilla.
La sorpresa ronda en los cruces de cualquier esquina. En 1 de M sabremos el tipo de m, mayúsculo o minúsculo, prevalente o dominante.
domingo, 22 de febrero de 2009
MARAGOTAS Y CENTOLLAS
MARAJOTAS O CENTOULAS?
E lojo? Non saben os galegos que as cousas cambian en Galicia todos os dias? Antón? Porque din que hai que cambiar? Queren cambiar de man as nosas leiras, os nosos lares, a nosa Galicia? Seica no correo mandan unha morea de larpeiros pra que eu seleccione o nome da família e do xénero que antolla a miña preferência. É como a poxa no porto do peixe. Quen da mais por aquele monte de nécoras?
Non me justan a nécoras, justanme as centoulas.
Vou a pólas centoulas.
As nécoras oferencense vistosas, apetitosas, enchen o paladar de aljuns felijreses mais o meu.
Ao meu lado, moi valente, un veciño de Merexo, comensal da casa Carmela, farto de tanto comer percebes côa casca e tudo que o dereito da sua proeminente panza llo permite, bótame o guiño ao mesmo tempo que conduce o polegar e o índice da sua man dereita às fosas nasais. Sen unha única voz do linguado espetacular, dixome tudo que eu non queria oir. Dos pés à cabeza levantouse um revirado malo estar, dominoume peremptoriamente da ponta narina ata as uñas dos pés a ânsia pólo cambio. Decidin non mercar nen nécoras nen centoulas ! Son tempos de veda para os decápodos carroñeros, endemais, aniñan preto das trampas.
- Hay que cambiar! - Pensei que pensaba eu. Funche a pólas marajotas.
Para mercar as marajotas hai que pensar a tope. Para navegar na tormenta que fai poucos días barreu o costado dende Fisterra a Bilbao é preciso um patrón com peito pra soprar unha vela de pano e singrar um forte timon ao carón da fúria do vento. Deciame o amijo de Merexo: Necesitase um mariñeiro amañado na sabedoria do telégrafo e nas listas do Insalud, um mariñeiro da terra com vocación a plantar patacas no fundo do mar e berzas no cume da montaña. Um mariñeiro quixote que saiba poñer guindas ao pavo pra arrancar os tintes do polbo. Um mancebo sedutor do amor de Carolina nas eclipses de luna. Um home com peito macho pra arrebatar côas vacas se todas elas levan nome de muiér.
Merquei as marajotas.
Agora perguntome: pra que raios merquei a marajota se o que eu queria era saborear a centoula?
E lojo? Non saben os galegos que as cousas cambian en Galicia todos os dias? Antón? Porque din que hai que cambiar? Queren cambiar de man as nosas leiras, os nosos lares, a nosa Galicia? Seica no correo mandan unha morea de larpeiros pra que eu seleccione o nome da família e do xénero que antolla a miña preferência. É como a poxa no porto do peixe. Quen da mais por aquele monte de nécoras?
Non me justan a nécoras, justanme as centoulas.
Vou a pólas centoulas.
As nécoras oferencense vistosas, apetitosas, enchen o paladar de aljuns felijreses mais o meu.
Ao meu lado, moi valente, un veciño de Merexo, comensal da casa Carmela, farto de tanto comer percebes côa casca e tudo que o dereito da sua proeminente panza llo permite, bótame o guiño ao mesmo tempo que conduce o polegar e o índice da sua man dereita às fosas nasais. Sen unha única voz do linguado espetacular, dixome tudo que eu non queria oir. Dos pés à cabeza levantouse um revirado malo estar, dominoume peremptoriamente da ponta narina ata as uñas dos pés a ânsia pólo cambio. Decidin non mercar nen nécoras nen centoulas ! Son tempos de veda para os decápodos carroñeros, endemais, aniñan preto das trampas.
- Hay que cambiar! - Pensei que pensaba eu. Funche a pólas marajotas.
Para mercar as marajotas hai que pensar a tope. Para navegar na tormenta que fai poucos días barreu o costado dende Fisterra a Bilbao é preciso um patrón com peito pra soprar unha vela de pano e singrar um forte timon ao carón da fúria do vento. Deciame o amijo de Merexo: Necesitase um mariñeiro amañado na sabedoria do telégrafo e nas listas do Insalud, um mariñeiro da terra com vocación a plantar patacas no fundo do mar e berzas no cume da montaña. Um mariñeiro quixote que saiba poñer guindas ao pavo pra arrancar os tintes do polbo. Um mancebo sedutor do amor de Carolina nas eclipses de luna. Um home com peito macho pra arrebatar côas vacas se todas elas levan nome de muiér.
Merquei as marajotas.
Agora perguntome: pra que raios merquei a marajota se o que eu queria era saborear a centoula?
viernes, 20 de febrero de 2009
COBARDESTRAMPOSOS
COBARDES E TRAMPOSOS
Menuda lid entre lobos disputando pavoneo guerrero en un palco erecto para contemplación de la manada a ser abatida en 1 de marzo. No me dejan alternativa, los tramposos exigen que yo no vote en los cobardes y los cobardes cuentan a mis oídos un monte de las malas desgracias de los tramposos. Ambos harán las delicias de mi entretenimiento en los risueños días de carnaval. Después, bien temperado, sangrarán mi pecho y pondrán mis perniles colgados en el asado. Ouh, tristura do Abel pra cachondeo do Caín!
Menuda lid entre lobos disputando pavoneo guerrero en un palco erecto para contemplación de la manada a ser abatida en 1 de marzo. No me dejan alternativa, los tramposos exigen que yo no vote en los cobardes y los cobardes cuentan a mis oídos un monte de las malas desgracias de los tramposos. Ambos harán las delicias de mi entretenimiento en los risueños días de carnaval. Después, bien temperado, sangrarán mi pecho y pondrán mis perniles colgados en el asado. Ouh, tristura do Abel pra cachondeo do Caín!
jueves, 19 de febrero de 2009
REGANDOGALICIA
REGANDOGALICIA
Una mala noticia para la cambaleante democracia española. Por todos los cantos de la hispanidad gallega brotan indicios de la debilidad, comprometimiento y nulidades de un sistema que no consigue fortalecerse en los pontales firmes del sentimiento libre, capaz de promover un interrelacionamiento puro y constructivo. No alcanzamos la esencia de la bipolaridad, continuamos caminando firme en un único sentido, con un única carga eléctrica orbitando un núcleo vacio de ideas y pensamientos. En pleno milenio de las luces, ignoramos el beneficio que se puede obtener de la junción de polos opuestos, despreciamos la fuerza generadora de una ligación trifásica.
Corremos todos, como este vuestro humilde mixote de la soledad emigrada, sueltos e independientes, cada cual a lo suyo, como un ciego espermatozoide incapaz de repartir el núcleo de un ovulo con un compañero de idéntica nacionalidad.
Los tebeos de mi niñez estaban decadentes en la niñez de Feijoo y Quintana. El glamur que despertaba en las telas de los años cincuenta una acusación de cobardía ponía todos los pelos de punta por la reacción para un modelo de respuesta esperado. El resultado clásico del modelo de resolución por una idea en oposición a otra era un duelo a muerte, con padrinos, jueces y testimonios. Nadie se percataba que los vencedores eran siempre las armas puestas en sus manos para dirimir la contienda.
En el presente caso, las armas son la intolerancia, la arrogancia vanidosa y el desprecio por la transparencia que el debate entre todos los candidatos transmite a los ojos y corazones de los gallegos de cualquier origen, puesto que la televisión, al reflejar el cuerpo y alma de los duelistas en modo universal e instantáneo, nos transforma en jueces para declaración de la verdad que cale en nuestros sentimientos.
Al no haber debate, pierde la inteligencia gallega, pierde nuestra capacidad de harmonía, de coordinación, de sabia confrontación delante de la crisis.
Muestran nuestros políticos al mundo certificación inconsistente de su planificación estratégica. Refuerzan el sentimiento milenar de que en Galicia la vida correrá al sabor del ocaso, de las intemperies, de la predicación de los incultos, de la necedad de los incautos, del oportunismo de predadores invasivos. Se repetirán los prestiges, volverán los incendios e inundaciones, contaminarán nuestros ríos, los peces no alcanzarán el mar.
Algo habrá que hacer. Empecemos por un sólido I+D para entendimiento de lo que es democracia, para comprender la participación ciudadana en la identificación y resolución de nuestros problemas, para buscar alcance en las metas de corto plazo sin subestimar necesidades de integración universal. REGANDOGALICIA con ideas, ensancharemos el pensamiento de Iberia para que nuestros descendientes recojan frutos de madura sabedoria.
Una mala noticia para la cambaleante democracia española. Por todos los cantos de la hispanidad gallega brotan indicios de la debilidad, comprometimiento y nulidades de un sistema que no consigue fortalecerse en los pontales firmes del sentimiento libre, capaz de promover un interrelacionamiento puro y constructivo. No alcanzamos la esencia de la bipolaridad, continuamos caminando firme en un único sentido, con un única carga eléctrica orbitando un núcleo vacio de ideas y pensamientos. En pleno milenio de las luces, ignoramos el beneficio que se puede obtener de la junción de polos opuestos, despreciamos la fuerza generadora de una ligación trifásica.
Corremos todos, como este vuestro humilde mixote de la soledad emigrada, sueltos e independientes, cada cual a lo suyo, como un ciego espermatozoide incapaz de repartir el núcleo de un ovulo con un compañero de idéntica nacionalidad.
Los tebeos de mi niñez estaban decadentes en la niñez de Feijoo y Quintana. El glamur que despertaba en las telas de los años cincuenta una acusación de cobardía ponía todos los pelos de punta por la reacción para un modelo de respuesta esperado. El resultado clásico del modelo de resolución por una idea en oposición a otra era un duelo a muerte, con padrinos, jueces y testimonios. Nadie se percataba que los vencedores eran siempre las armas puestas en sus manos para dirimir la contienda.
En el presente caso, las armas son la intolerancia, la arrogancia vanidosa y el desprecio por la transparencia que el debate entre todos los candidatos transmite a los ojos y corazones de los gallegos de cualquier origen, puesto que la televisión, al reflejar el cuerpo y alma de los duelistas en modo universal e instantáneo, nos transforma en jueces para declaración de la verdad que cale en nuestros sentimientos.
Al no haber debate, pierde la inteligencia gallega, pierde nuestra capacidad de harmonía, de coordinación, de sabia confrontación delante de la crisis.
Muestran nuestros políticos al mundo certificación inconsistente de su planificación estratégica. Refuerzan el sentimiento milenar de que en Galicia la vida correrá al sabor del ocaso, de las intemperies, de la predicación de los incultos, de la necedad de los incautos, del oportunismo de predadores invasivos. Se repetirán los prestiges, volverán los incendios e inundaciones, contaminarán nuestros ríos, los peces no alcanzarán el mar.
Algo habrá que hacer. Empecemos por un sólido I+D para entendimiento de lo que es democracia, para comprender la participación ciudadana en la identificación y resolución de nuestros problemas, para buscar alcance en las metas de corto plazo sin subestimar necesidades de integración universal. REGANDOGALICIA con ideas, ensancharemos el pensamiento de Iberia para que nuestros descendientes recojan frutos de madura sabedoria.
miércoles, 18 de febrero de 2009
O VENTO LEVOU
O VENTO LEVOU
Os teus escritos são como o luar que alumea as noites frias deste claroso inverno. Non poido decir que o tempo parou ao carón dos carros de lume. O espello dime a verdade que eu non quero ver. O espello dime que nada é coma antes. Dime mais, moito mais. O tempo agora já é diferente do momento que lieime co teu escrito de onte e a miña destemperanza acalmouse côa tranqüila seiva do verbo pousado polo orixen longo da nosa eisistenza terruña.
Vexo, cós oios pechados para que a terra non os coma, coma a nosa nación é diferente da nazón d’ outros irmáns deste roncudo nordés. Deus nos perdoe a todos. Non sei non o que será de nosco se convosco nois non poide falar. Deus nos perdoe a todos. A min tamén.
Coñecin na esfera da virtualidade un galo madrugador. Coñecino por sua habilidade de contarme causos a seu lado i ao lado do nosso celta magdaleno-trovador. Mola o destemperamento de seus escritos cando ataca a velleira dos nosos anos antigos, cando espuma raiva contra os emigrantes, cando di todo que a sua pena escreve pólo dereito à libertade que a pluma ten a limpar a sua ponta de tungstênio. Mólame cando canta a galeguidade polo tamaño da gaita do tributo, pola condición de estar sen nunca ter sido, polo desamor a esencia da nosa morriña.
Seino. Seino, meu conde, este non era o seu conto de onte. Vostede falaba da vida, dos câmbios de unha lua blanca pra unha lua negra, de um concerto do presente en función do pasado, de um tipo de corrida às cegas con partida non sabemos donde e com destino ata o grande e enorme NON SEI.
Sei que ti sabes que sen valores, meu conde, perdemos as referencias do destino. Sen coordenadas, meu rei, eliminamos os cruzes da vida. E sen cruzes, meu señor, faltaran-nos motivos para buscar a salvación. A salvación si, ti o sabes, aquela que nola oferecem en vistosos paquetes multicoloridos de múltiplos productos. Producto A para a saúde, producto B para a dor na costela, producto C para unha estância na terra antes de emigrar ao céu, producto X pra morrer en cofre de luxo, producto Y pra disfrutar de um cantiño preferencial ao lado dos anxos.
Cambiamos cando a fartura nos trouxe a soberbia. Cambiamos cando a soberbia nos levou pola avenida da frívola obstinación, da codicia, da gula, da preguiza, da luxuria. Cambiaremos cando a crise provoque a sorpresa diante do medo, da tristeza, da ira. Magoa saber que alguns câmbios xá non dependen da forza do corpo que estrutura o nosso espírito. Esa visión antollaseme a piorciña na lembranza da película que o vento levou. O pior é que até pode selo.
Os teus escritos são como o luar que alumea as noites frias deste claroso inverno. Non poido decir que o tempo parou ao carón dos carros de lume. O espello dime a verdade que eu non quero ver. O espello dime que nada é coma antes. Dime mais, moito mais. O tempo agora já é diferente do momento que lieime co teu escrito de onte e a miña destemperanza acalmouse côa tranqüila seiva do verbo pousado polo orixen longo da nosa eisistenza terruña.
Vexo, cós oios pechados para que a terra non os coma, coma a nosa nación é diferente da nazón d’ outros irmáns deste roncudo nordés. Deus nos perdoe a todos. Non sei non o que será de nosco se convosco nois non poide falar. Deus nos perdoe a todos. A min tamén.
Coñecin na esfera da virtualidade un galo madrugador. Coñecino por sua habilidade de contarme causos a seu lado i ao lado do nosso celta magdaleno-trovador. Mola o destemperamento de seus escritos cando ataca a velleira dos nosos anos antigos, cando espuma raiva contra os emigrantes, cando di todo que a sua pena escreve pólo dereito à libertade que a pluma ten a limpar a sua ponta de tungstênio. Mólame cando canta a galeguidade polo tamaño da gaita do tributo, pola condición de estar sen nunca ter sido, polo desamor a esencia da nosa morriña.
Seino. Seino, meu conde, este non era o seu conto de onte. Vostede falaba da vida, dos câmbios de unha lua blanca pra unha lua negra, de um concerto do presente en función do pasado, de um tipo de corrida às cegas con partida non sabemos donde e com destino ata o grande e enorme NON SEI.
Sei que ti sabes que sen valores, meu conde, perdemos as referencias do destino. Sen coordenadas, meu rei, eliminamos os cruzes da vida. E sen cruzes, meu señor, faltaran-nos motivos para buscar a salvación. A salvación si, ti o sabes, aquela que nola oferecem en vistosos paquetes multicoloridos de múltiplos productos. Producto A para a saúde, producto B para a dor na costela, producto C para unha estância na terra antes de emigrar ao céu, producto X pra morrer en cofre de luxo, producto Y pra disfrutar de um cantiño preferencial ao lado dos anxos.
Cambiamos cando a fartura nos trouxe a soberbia. Cambiamos cando a soberbia nos levou pola avenida da frívola obstinación, da codicia, da gula, da preguiza, da luxuria. Cambiaremos cando a crise provoque a sorpresa diante do medo, da tristeza, da ira. Magoa saber que alguns câmbios xá non dependen da forza do corpo que estrutura o nosso espírito. Esa visión antollaseme a piorciña na lembranza da película que o vento levou. O pior é que até pode selo.
martes, 17 de febrero de 2009
AGUA FÉTIDA
AGUA FÉTIDA
Alberto Feijoo está convencido de que menos impuestos es sinónimo de reactivación de la economía. Vana jactancia porque el flujo económico no obedece a una presunción tan simplista.
Los impuestos son realmente un cancro social cuando el agente impositor arranca de las familias parte de los recursos reales, indispensables al sustento de sus necesidades básicas (habitación, alimentación, higiene seguridad, etc., etc.)
En el estado moderno, con el adviento de la financiación como recurso del sistema monetario anclado en la circulación fiduciaria, el agente impositor ha dejado de arrancar bienes reales del medio social. Recibe de este una parte de los recursos fiduciarios que el gobierno a través de la Casa de la Moneda pone en circulación. El Gobierno ha pasado de simple instrumento de pillaje a un instrumento consumidor y simultáneamente ejecuta un papel constructor de la sociedad que dirige. Los gastos del gobierno estimulan la producción económica y despierta el ansia de los emprendedores a navegar por caminos de riesgo en la expectativa de alcanzar gloria al final de su eterna caminada. Mayor demanda activa un principio axiomático de la economía y los precios empiezan a subir. El gobierno se entusiasma porque sin haber hecho ningún esfuerzo ve aumentar liquidez en sus cajas. La tendencia es aplicar el excedente de caja en aplicaciones de alta rentabilidad y el dinero se va a las manos de gestores que sabrán aplicarlos en automatismos supresores de trabajo humano. El ciclo se repite y acelera en espiral ciclónico, alejándonos cada vez más del centro de las necesidades reales.
La ciencia del saber público gestorial consiste en alcanzar un estado de equilibrio estable. Renovación inteligente es necesaria para mantener el estado de bienestar en perfecta harmonía con los deseos de la sociedad. Estos deseos consisten en expectativas generadas por movimientos arbitrados en su gran mayoría por la propia naturaleza, que algunos designan con el nombre de dios y otros atribuyen a los malos designios del diablo.
La Tierra está en constante movimiento y a cada instante algo cambia en su interior. La humanidad se renueva todos los días, naciendo, creciendo y muriendo.
La confianza de las personas no se conquista tirando o decretando impuestos. La confianza se renueva todos los días como consecuencia de los pasos andados en el pasado y la expectativa del futuro analizado en un determinado instante, que es el único momento presente rebozado de múltiplos sentimientos.
E un momento de grave crisis, capitaneada por el país más rico del mundo, no es prudente jugar con las desgracias humanas, principalmente de aquellos que han perdido su condición de sustento y el sistema los arroja a la calle sin más contemplaciones. Bajando el tipo de impuesto de transmisiones patrimoniales (de 7% para 4%) o el de Actos Jurídico Documentados (de 0,75% para 0,3%) la sociedad no conseguirá crear un único empleo. Lo máximo que esta reducción tan cacareada podrá conseguir será extraer algunas gotas del pozo de agua fétida que inunda hasta las narices el pobre tributado.
El sistema tributario moderno debe ser pensado para promover distribución de riqueza. El dinero no ha desaparecido, está concentrado en algún lugar. Habrá que desenterrarlo y ponerlo en manos de los necesitados. Ellos sí sabrán gastarlos en bienes y servicios que harán las delicias de los empresarios y emprendedores de un estado en perfecto equilibrio social.
Alberto Feijoo está convencido de que menos impuestos es sinónimo de reactivación de la economía. Vana jactancia porque el flujo económico no obedece a una presunción tan simplista.
Los impuestos son realmente un cancro social cuando el agente impositor arranca de las familias parte de los recursos reales, indispensables al sustento de sus necesidades básicas (habitación, alimentación, higiene seguridad, etc., etc.)
En el estado moderno, con el adviento de la financiación como recurso del sistema monetario anclado en la circulación fiduciaria, el agente impositor ha dejado de arrancar bienes reales del medio social. Recibe de este una parte de los recursos fiduciarios que el gobierno a través de la Casa de la Moneda pone en circulación. El Gobierno ha pasado de simple instrumento de pillaje a un instrumento consumidor y simultáneamente ejecuta un papel constructor de la sociedad que dirige. Los gastos del gobierno estimulan la producción económica y despierta el ansia de los emprendedores a navegar por caminos de riesgo en la expectativa de alcanzar gloria al final de su eterna caminada. Mayor demanda activa un principio axiomático de la economía y los precios empiezan a subir. El gobierno se entusiasma porque sin haber hecho ningún esfuerzo ve aumentar liquidez en sus cajas. La tendencia es aplicar el excedente de caja en aplicaciones de alta rentabilidad y el dinero se va a las manos de gestores que sabrán aplicarlos en automatismos supresores de trabajo humano. El ciclo se repite y acelera en espiral ciclónico, alejándonos cada vez más del centro de las necesidades reales.
La ciencia del saber público gestorial consiste en alcanzar un estado de equilibrio estable. Renovación inteligente es necesaria para mantener el estado de bienestar en perfecta harmonía con los deseos de la sociedad. Estos deseos consisten en expectativas generadas por movimientos arbitrados en su gran mayoría por la propia naturaleza, que algunos designan con el nombre de dios y otros atribuyen a los malos designios del diablo.
La Tierra está en constante movimiento y a cada instante algo cambia en su interior. La humanidad se renueva todos los días, naciendo, creciendo y muriendo.
La confianza de las personas no se conquista tirando o decretando impuestos. La confianza se renueva todos los días como consecuencia de los pasos andados en el pasado y la expectativa del futuro analizado en un determinado instante, que es el único momento presente rebozado de múltiplos sentimientos.
E un momento de grave crisis, capitaneada por el país más rico del mundo, no es prudente jugar con las desgracias humanas, principalmente de aquellos que han perdido su condición de sustento y el sistema los arroja a la calle sin más contemplaciones. Bajando el tipo de impuesto de transmisiones patrimoniales (de 7% para 4%) o el de Actos Jurídico Documentados (de 0,75% para 0,3%) la sociedad no conseguirá crear un único empleo. Lo máximo que esta reducción tan cacareada podrá conseguir será extraer algunas gotas del pozo de agua fétida que inunda hasta las narices el pobre tributado.
El sistema tributario moderno debe ser pensado para promover distribución de riqueza. El dinero no ha desaparecido, está concentrado en algún lugar. Habrá que desenterrarlo y ponerlo en manos de los necesitados. Ellos sí sabrán gastarlos en bienes y servicios que harán las delicias de los empresarios y emprendedores de un estado en perfecto equilibrio social.
lunes, 16 de febrero de 2009
LA MACARENA
LA MACARENA
Porque non podemos conseguir que Galicia sexa o mellor pais do mundo?
Por la misma razón que la luna nunca podrá ser el mejor sol del mundo. Por el mismo entendimiento de que un bloco de piedra no es una montaña o que quintana no es un rey.
Las dos primeras razones son naturales, envuelven los principios propios de la materialidad que definen el propio sentido de los cuerpos creados por Dios. El tercer argumento tiene su posibilidad definida desde los sueños y quimeras nacidos al apagón de algún nervio, de aquellos que se libran de las necesidades básicas del cuerpo y buscan la autonomía de un cancro en su creencia de que podrá crecer alimentándose en las cenizas de lo que ellos queman.
Anxo Quintana es un emigrante de Allariz. A su regreso, solicita lo que niega a otros emigrantes gallegos y se justifica alegando “ausencia física de Allariz en función de sus responsabilidades políticas”. Un hombre así no puede ser rey. Ni siquiera alcalde de Allariz, aunque en el pasado lo haya sido. No vive en Allariz, no paga impuestos en Allariz, luego, siguiendo a rajatabla la cartilla de sus pensamientos, no tiene derecho por contribución de su voto al desarrollo político de su ciudad natal, ni de la provincia orensana, ni de otro canto que no sea la parroquia santiaguesa en que vive. Cuando alcance la jubilación sentirá el drama de la soberbia, de la insularidad que es vivir siendo un extranjero en Santiago y, peor, siendo un extranjero en el pueblo que nació y se crió. Le sobrará la esperanza de aliarse a Feijjóo para de manos dadas picar la mula, esquentar o rabo da porca e viajar a Madrid tocando la macarena con acento gallego, pero sin desafinar.
Porque non podemos conseguir que Galicia sexa o mellor pais do mundo?
Por la misma razón que la luna nunca podrá ser el mejor sol del mundo. Por el mismo entendimiento de que un bloco de piedra no es una montaña o que quintana no es un rey.
Las dos primeras razones son naturales, envuelven los principios propios de la materialidad que definen el propio sentido de los cuerpos creados por Dios. El tercer argumento tiene su posibilidad definida desde los sueños y quimeras nacidos al apagón de algún nervio, de aquellos que se libran de las necesidades básicas del cuerpo y buscan la autonomía de un cancro en su creencia de que podrá crecer alimentándose en las cenizas de lo que ellos queman.
Anxo Quintana es un emigrante de Allariz. A su regreso, solicita lo que niega a otros emigrantes gallegos y se justifica alegando “ausencia física de Allariz en función de sus responsabilidades políticas”. Un hombre así no puede ser rey. Ni siquiera alcalde de Allariz, aunque en el pasado lo haya sido. No vive en Allariz, no paga impuestos en Allariz, luego, siguiendo a rajatabla la cartilla de sus pensamientos, no tiene derecho por contribución de su voto al desarrollo político de su ciudad natal, ni de la provincia orensana, ni de otro canto que no sea la parroquia santiaguesa en que vive. Cuando alcance la jubilación sentirá el drama de la soberbia, de la insularidad que es vivir siendo un extranjero en Santiago y, peor, siendo un extranjero en el pueblo que nació y se crió. Le sobrará la esperanza de aliarse a Feijjóo para de manos dadas picar la mula, esquentar o rabo da porca e viajar a Madrid tocando la macarena con acento gallego, pero sin desafinar.
domingo, 15 de febrero de 2009
A POR ELLOS
The day after
Quiero votar en un representante que yo considere idóneo en la defensa de mis intereses, de los de mi familia, de los de mi pueblo, provincia y región.
Leo ávidamente las propuestas de los cabezas de lista, candidatos al Parlamento de Galicia. Busco ideas en sus mensajes, en sus consignas, en sus carteles. Busco ideas que tengan sentido y contribuyan con el bienestar de todos los gallegos. De todos los gallegos. De todos los gallegos. De aquella familia desahuciada por incapacidad de pagar un alquiler de cuatrocientos euros y se ve obligada a vivir con la pensión suiza de la anciana abuela. De la señora de la Coruña que no consigue pagar con el sueldo de su marido y el de su trabajo las hipotecas bochornosas y ve en un horizonte corto la amenaza a sus valores fundamentales. De aquella hermana que se murió de cancro por diagnóstico atemporal e incompetencia de la sanidad pública. De los miles de gallegos retornados, encasquillados en las palabras mentirosas de una constitución engañosa. De los gallegos que queriendo trabajar, sabiendo trabajar y pudiendo trabajar, los mandan al paro para amargar una situación humillante capaz de minar su salud y creencias por el resto de sus vidas. De los gallegos que observan como esfuma el recurso arrancado impositivamente en todos los bienes que produce y compra. De todos los gallegos que ven como crece el brazo armado de la injusticia y desploma pesadamente sobre el cuello de los más pobres y necesitados.
En el pináculo de mi observatorio veo una escuadra de arrojados marineros, abanderados por la Santa Inquisición, gritando a sus esbirros: - ¡A por ellos! – Desde el promontorio, el paisano gallego, fiel pagador de los diezmos, ve las puntas afiladas del cuerno invasor y huye a las cavernas de Altamira, creyente de que a la luz de la obscuridad estará un poco mas seguro. Vana seguridad, porque en el otro extremo un nuevo Moisés arenga el pueblo con litostatuto de nueva nación a caminar por el desierto de los próximos cuarenta años. Los catorce mandamientos y el estatuto de la ley de dios son las sabias propuestas para el day after de Quintana y Feijoo. En tan legítimas propuestas yo veo ideas para surgimiento de las nuevas naciones de Galicia, naciones fieles a catorce mandamientos litografados y un day after soñado sobre las colinas alaricanas, veo visión de un fuego celestial, dibujando en su mano un cetro y sobre su cabeza la corona de Galiza.
Quiero votar en las ideas que se oponen a tan macabra ilusión. No me dejan. Pero la fe de mi voto declarada está, para prueba de la valentía de este gallego de la emigración.
Quiero votar en un representante que yo considere idóneo en la defensa de mis intereses, de los de mi familia, de los de mi pueblo, provincia y región.
Leo ávidamente las propuestas de los cabezas de lista, candidatos al Parlamento de Galicia. Busco ideas en sus mensajes, en sus consignas, en sus carteles. Busco ideas que tengan sentido y contribuyan con el bienestar de todos los gallegos. De todos los gallegos. De todos los gallegos. De aquella familia desahuciada por incapacidad de pagar un alquiler de cuatrocientos euros y se ve obligada a vivir con la pensión suiza de la anciana abuela. De la señora de la Coruña que no consigue pagar con el sueldo de su marido y el de su trabajo las hipotecas bochornosas y ve en un horizonte corto la amenaza a sus valores fundamentales. De aquella hermana que se murió de cancro por diagnóstico atemporal e incompetencia de la sanidad pública. De los miles de gallegos retornados, encasquillados en las palabras mentirosas de una constitución engañosa. De los gallegos que queriendo trabajar, sabiendo trabajar y pudiendo trabajar, los mandan al paro para amargar una situación humillante capaz de minar su salud y creencias por el resto de sus vidas. De los gallegos que observan como esfuma el recurso arrancado impositivamente en todos los bienes que produce y compra. De todos los gallegos que ven como crece el brazo armado de la injusticia y desploma pesadamente sobre el cuello de los más pobres y necesitados.
En el pináculo de mi observatorio veo una escuadra de arrojados marineros, abanderados por la Santa Inquisición, gritando a sus esbirros: - ¡A por ellos! – Desde el promontorio, el paisano gallego, fiel pagador de los diezmos, ve las puntas afiladas del cuerno invasor y huye a las cavernas de Altamira, creyente de que a la luz de la obscuridad estará un poco mas seguro. Vana seguridad, porque en el otro extremo un nuevo Moisés arenga el pueblo con litostatuto de nueva nación a caminar por el desierto de los próximos cuarenta años. Los catorce mandamientos y el estatuto de la ley de dios son las sabias propuestas para el day after de Quintana y Feijoo. En tan legítimas propuestas yo veo ideas para surgimiento de las nuevas naciones de Galicia, naciones fieles a catorce mandamientos litografados y un day after soñado sobre las colinas alaricanas, veo visión de un fuego celestial, dibujando en su mano un cetro y sobre su cabeza la corona de Galiza.
Quiero votar en las ideas que se oponen a tan macabra ilusión. No me dejan. Pero la fe de mi voto declarada está, para prueba de la valentía de este gallego de la emigración.
jueves, 12 de febrero de 2009
ESPAÑOL GALLEGO
ESPAÑOL GALLEGO
Esta semana el tema campea muy propicio a tirar de la lengua por los cuatro costados de la Galicia gallega. Si la crisis financiera, que los vientos del far west arrojaran sobre nuestras costas este invierno, nos amenaza insolvencia, qué diremos de la crisis autógena provocada por la aridez sibilante de un músculo, arrecio en punta de bayoneta, queriendo dar suporte a la cólera de un indigenismo disonante, insolente y prominente.
A los niños de mi tiempo nos obligaban escribir y hablar el español de los españoles, después el latín de los romanos. El francés de los franceses vendría a seguir. Después del tratado con los americanos, el inglés fue imperante para continuar gavillando grados del estudio elemental. De mis padres aprendí el gallego coloquial. Entre mis amigos fluía el español a la moda típica de Galicia antigua.
El primer empleo fue con dueños suecos, el segundo, con los austriacos e italianos, el tercero fue con los alemanes, todos en un grupo en que convivimos jóvenes de todas las partes del mundo. El último empleo, digno de ser mencionado, fue con los americanos coordinando división de ingeniería internacional. En todos los cargos y profesiones la lengua común fue un derivado fonético del portugués, combinado con recursos propios del habla y un conocimiento normativo de las técnicas indígenas de comunicación escrita, suficiente para alcanzar el entendimiento en todas las unidades de trabajo, y así alcanzamos competencia temida y respectada por los técnicos de la empresa matriz.
No siento en Galicia ningún rechazo al gallego. Los españoles que venían trabajar en Galicia tenían y tienen algún problema para entender el habla gallega en las aldeas, en las “feiras”. Del mismo modo, los españoles gallegos que fuimos trabajar donde no se hablaba el español sentimos idénticas dificultades para comunicarnos y hacernos entender en la nueva lengua.
Casi el cien por cien de todos los gallegos en Galicia fue alfabetizado en español gallego, y esto significa que saben hablar y escribir en español normalizado. No todos los gallegos (aunque entiendan el gallego y lo sepan hablar) consiguen leerlo, y muchos no saben (o no quieren) escribirlo en conformidad con particulares -muchas veces incomprensibles- normas imaginadas al arbitrio de un pequeño grupo de letrados.
Decir que la evolución de una lengua es consecuencia del “rechazo de los padres a transmitir formas antiguas de comunicación” me parece poseer poca solidez en la argumentación para justificar existencia de dos modos diferentes de hablar y escribir dentro de los límites de una pequeña comunidad.
Es imposible hablar simultáneamente dos idiomas con una única lengua. Cuando escuchamos la voz de dos lenguas diferentes, nuestros oídos registran apenas una única lengua. La otra es un ruido. Es imposible escribir al mismo tiempo en dos lenguas, como también es imposible escribir una única palabra diferente ocupando el mismo espacio. Muchas veces, palabras iguales, fonética y morfológicamente conceptuadas, poseen significados diferentes para diferentes personas. Es aquí que entraría el juicio de normalistas y profesores para dar eco a las normas y que a través de ellas sintamos facilidad para entrar en el mundo de la comunicación pacífica entre dos o más formas diferentes de hablar.
Nuestras vidas están limitadas por tres recursos muy tasados: el del tiempo, el del espacio y el de los recursos humanos. Todos dependen del tiempo y del espacio empleado por las personas. Dos lenguas exigen tiempos y espacios diferentes para ser aprendidos y enseñados. La capacidad competitiva de un estudiante (y también la de un profesor) depende del tiempo empleado en el aprendizado (y también en la enseñanza) de los conceptos que le serán útiles en su vida laboral y social. En el mundo antropófago de las comunicaciones competitivas, el estudiante deberá ser perspicaz en la comprensión de los temas puestos a su disposición y debe creer que les serán ventajosos en la construcción de su historia de vida. Naturalmente, el joven se ve inclinado a despreciar lo que su instinto e íntimo fuero considera inútil.
En mis tiempos de juventud rechazábamos el latín por no admitir utilidad ni para entender la misa que con tanto empeño y poca comprensión de su alcance bregaban los curas. Los jóvenes de hoy no deben ser muy diferentes, quien aprende el gallego español ¿porque habrá de aprender el español gallego si para vivir en Galicia una de las dos lenguas es suficiente? Habrá quien diga que el gallego español no lo entienden fuera de Galicia y, por tanto, el español gallego es un conocimiento más universal y se presta mejor a la comunicación entre mundos diversificados y celosos de la identidad colectiva por el buen vivir.
Esta semana el tema campea muy propicio a tirar de la lengua por los cuatro costados de la Galicia gallega. Si la crisis financiera, que los vientos del far west arrojaran sobre nuestras costas este invierno, nos amenaza insolvencia, qué diremos de la crisis autógena provocada por la aridez sibilante de un músculo, arrecio en punta de bayoneta, queriendo dar suporte a la cólera de un indigenismo disonante, insolente y prominente.
A los niños de mi tiempo nos obligaban escribir y hablar el español de los españoles, después el latín de los romanos. El francés de los franceses vendría a seguir. Después del tratado con los americanos, el inglés fue imperante para continuar gavillando grados del estudio elemental. De mis padres aprendí el gallego coloquial. Entre mis amigos fluía el español a la moda típica de Galicia antigua.
El primer empleo fue con dueños suecos, el segundo, con los austriacos e italianos, el tercero fue con los alemanes, todos en un grupo en que convivimos jóvenes de todas las partes del mundo. El último empleo, digno de ser mencionado, fue con los americanos coordinando división de ingeniería internacional. En todos los cargos y profesiones la lengua común fue un derivado fonético del portugués, combinado con recursos propios del habla y un conocimiento normativo de las técnicas indígenas de comunicación escrita, suficiente para alcanzar el entendimiento en todas las unidades de trabajo, y así alcanzamos competencia temida y respectada por los técnicos de la empresa matriz.
No siento en Galicia ningún rechazo al gallego. Los españoles que venían trabajar en Galicia tenían y tienen algún problema para entender el habla gallega en las aldeas, en las “feiras”. Del mismo modo, los españoles gallegos que fuimos trabajar donde no se hablaba el español sentimos idénticas dificultades para comunicarnos y hacernos entender en la nueva lengua.
Casi el cien por cien de todos los gallegos en Galicia fue alfabetizado en español gallego, y esto significa que saben hablar y escribir en español normalizado. No todos los gallegos (aunque entiendan el gallego y lo sepan hablar) consiguen leerlo, y muchos no saben (o no quieren) escribirlo en conformidad con particulares -muchas veces incomprensibles- normas imaginadas al arbitrio de un pequeño grupo de letrados.
Decir que la evolución de una lengua es consecuencia del “rechazo de los padres a transmitir formas antiguas de comunicación” me parece poseer poca solidez en la argumentación para justificar existencia de dos modos diferentes de hablar y escribir dentro de los límites de una pequeña comunidad.
Es imposible hablar simultáneamente dos idiomas con una única lengua. Cuando escuchamos la voz de dos lenguas diferentes, nuestros oídos registran apenas una única lengua. La otra es un ruido. Es imposible escribir al mismo tiempo en dos lenguas, como también es imposible escribir una única palabra diferente ocupando el mismo espacio. Muchas veces, palabras iguales, fonética y morfológicamente conceptuadas, poseen significados diferentes para diferentes personas. Es aquí que entraría el juicio de normalistas y profesores para dar eco a las normas y que a través de ellas sintamos facilidad para entrar en el mundo de la comunicación pacífica entre dos o más formas diferentes de hablar.
Nuestras vidas están limitadas por tres recursos muy tasados: el del tiempo, el del espacio y el de los recursos humanos. Todos dependen del tiempo y del espacio empleado por las personas. Dos lenguas exigen tiempos y espacios diferentes para ser aprendidos y enseñados. La capacidad competitiva de un estudiante (y también la de un profesor) depende del tiempo empleado en el aprendizado (y también en la enseñanza) de los conceptos que le serán útiles en su vida laboral y social. En el mundo antropófago de las comunicaciones competitivas, el estudiante deberá ser perspicaz en la comprensión de los temas puestos a su disposición y debe creer que les serán ventajosos en la construcción de su historia de vida. Naturalmente, el joven se ve inclinado a despreciar lo que su instinto e íntimo fuero considera inútil.
En mis tiempos de juventud rechazábamos el latín por no admitir utilidad ni para entender la misa que con tanto empeño y poca comprensión de su alcance bregaban los curas. Los jóvenes de hoy no deben ser muy diferentes, quien aprende el gallego español ¿porque habrá de aprender el español gallego si para vivir en Galicia una de las dos lenguas es suficiente? Habrá quien diga que el gallego español no lo entienden fuera de Galicia y, por tanto, el español gallego es un conocimiento más universal y se presta mejor a la comunicación entre mundos diversificados y celosos de la identidad colectiva por el buen vivir.
PACIENCIA ABUSADA
PACIENCIA ABUSADA
Aval de su propia trayectoria es poco, casi nada o nada. Fue así para mi cuando gobernaba el PP en toda la geografía española ¿Porque ahora habría de ser diferente cuando ellos no más gobiernan?
Dice que arrancó a los 29 años. A esa edad yo trabajaba 10 horas todos los días para ganar el pan de mi familia y proveer con recursos materiales sus estudios y los míos, sin ningún tipo de ayudas y suporte institucional de cualquier origen y mucho menos de España y de su gloriosa revolución nacional sindicalista de la FE y de la JONS.
Firmar un papel nada cuesta. Muchos actos de agentes corruptos y corruptores vienen avalados por infinidad de papeles firmados. Los ilusionistas de la financiación han obtenido grandes fortunas con simples papeles firmados. El decente y humilde trabajador pierde su trabajo, hogar y familia después de haber firmado una serie de papeles. Son papeles firmados lo que nos intima a hacer algo contra nuestra voluntad y es el papel firmado un cuerpo capaz de despertar ambiciones de desmedida naturaleza. El papel firmado lo puede todo y no vale nada. Nadie paga un real furado por un papel firmado, pero con un papel firmado serán capaces de arrancarnos el alma cuando el cuerpo no pueda defenderla.
Catorce puntos para puntalar al clamor ciudadano escenificado en un papel firmado para dar causa a denuncia de incumplimiento en la escenificación del juego por el pan y vida de los gallegos. Con un papel firmado afirman que los otros no son de confianza y quien los firman nada valen. Con papeles firmados y buenas intenciones publicitadas, el mundo está lleno. Va tan lleno que ya observamos que se hunde en el océano abismal.
Buenas intenciones a favor del empleo se oponen a las buenas intenciones a favor del capital, que mide su merito cuando elimina trabajo humano. Los impuestos sirven para distribuir riqueza pero la han empleado para concentrarla. La sanidad continua muy insana y las promesas de atender por ley un insano a los sesenta días es firma experta en letra muerta. Identidad y regeneración democrática es ese cuento que vemos en la televisión y antes veíamos en las películas de Hollywood. Sin ningún tipo de regulación ha nacido nueva profesión que da trabajo a 10 mil gallegos de España. Se les ve venir con el cuento de firmar un papel para impedir que otros diez mil sigan los mismos pasos. Por papeles firmados la naturalidad se extingue, unos son legales y otros viven furtivos. En la renovación los furtivos serán legales y los legales se verán furtivos.
¡Oh, cielos! ¡Oh, parroquias de Perceebes! ¿Quosque tandem abutere patientia nostra?
Aval de su propia trayectoria es poco, casi nada o nada. Fue así para mi cuando gobernaba el PP en toda la geografía española ¿Porque ahora habría de ser diferente cuando ellos no más gobiernan?
Dice que arrancó a los 29 años. A esa edad yo trabajaba 10 horas todos los días para ganar el pan de mi familia y proveer con recursos materiales sus estudios y los míos, sin ningún tipo de ayudas y suporte institucional de cualquier origen y mucho menos de España y de su gloriosa revolución nacional sindicalista de la FE y de la JONS.
Firmar un papel nada cuesta. Muchos actos de agentes corruptos y corruptores vienen avalados por infinidad de papeles firmados. Los ilusionistas de la financiación han obtenido grandes fortunas con simples papeles firmados. El decente y humilde trabajador pierde su trabajo, hogar y familia después de haber firmado una serie de papeles. Son papeles firmados lo que nos intima a hacer algo contra nuestra voluntad y es el papel firmado un cuerpo capaz de despertar ambiciones de desmedida naturaleza. El papel firmado lo puede todo y no vale nada. Nadie paga un real furado por un papel firmado, pero con un papel firmado serán capaces de arrancarnos el alma cuando el cuerpo no pueda defenderla.
Catorce puntos para puntalar al clamor ciudadano escenificado en un papel firmado para dar causa a denuncia de incumplimiento en la escenificación del juego por el pan y vida de los gallegos. Con un papel firmado afirman que los otros no son de confianza y quien los firman nada valen. Con papeles firmados y buenas intenciones publicitadas, el mundo está lleno. Va tan lleno que ya observamos que se hunde en el océano abismal.
Buenas intenciones a favor del empleo se oponen a las buenas intenciones a favor del capital, que mide su merito cuando elimina trabajo humano. Los impuestos sirven para distribuir riqueza pero la han empleado para concentrarla. La sanidad continua muy insana y las promesas de atender por ley un insano a los sesenta días es firma experta en letra muerta. Identidad y regeneración democrática es ese cuento que vemos en la televisión y antes veíamos en las películas de Hollywood. Sin ningún tipo de regulación ha nacido nueva profesión que da trabajo a 10 mil gallegos de España. Se les ve venir con el cuento de firmar un papel para impedir que otros diez mil sigan los mismos pasos. Por papeles firmados la naturalidad se extingue, unos son legales y otros viven furtivos. En la renovación los furtivos serán legales y los legales se verán furtivos.
¡Oh, cielos! ¡Oh, parroquias de Perceebes! ¿Quosque tandem abutere patientia nostra?
lunes, 9 de febrero de 2009
DESTIERRO
DESTIERRO
Quintana hace un des servicio a Galicia y a España por no viajar a América y contar a los gallegos y españoles lo malo que se vive en Galicia y España. Muchos que pensaban viajar a España con intención de ampararse a la solidaridad española dejarán de hacerlo por cuenta de la buena propaganda que hacen de la actual situación gallega y española. Más de tres millones de desempleados asustan a cualquiera. Sabemos que los hombres delante de una necesidad insaciable no se detienen delante de nadie y son capaces de pasar por encima de los viejos como cobardes mal hechores. Los repatriados corren serio riesgo a que un grupo de vándalos recupere sus derechos vandálicos y promuevan la expulsión de gallegos por la simple razón de su mal querer.
Estamos por doble de la media europea en paro. La solución que nos trae Feijoo es votarlo en masa para darle mayoría absoluta y resuelva los problemas de la lengua, del espionaje, del caimán que ama la barranquilla, de la mala sanidad que ha de sanarse con tarjetas gallegas, del nacionalismo propuesto por Quintana, del déficit exterior amañado desde el anterior gobierno, de políticas de gasto expansivo para beneficio de la banca por cuenta de creación de empleo, para beneficio también de los mismos por cuenta de que el gasto en pobres eleva las ventas de las empresas y estas pondrán sus lucros en las cajas de los bancos, y así hasta el surgimiento de nueva crisis.
En los debates de América, Feijoo combate a Touriño porque dice que las empresas que no ganan dinero el Estado deben ayudarlos a ahorrar pasta para mandarlos a la calle a cambio de maquinaria moderna y más desempleo.
15 por cien del electorado gallego con derecho a voto vive en el exterior. Es un peso pesado que merece mucho respecto. No se les debe engañar con malas intenciones porque Galicia no es apenas un pedazo de tierra como en un desierto africano, Galicia es el conjunto de todas las personas que aman Galicia, aunque así no lo piense algún columnista del Correo.
A los gallegos en Argentina no les llega la verdad por boca de los políticos gallegos. La tienen por las cartas y e-mails que reciben de sus paisanos desde Galicia y, principalmente, por las cartas nostálgicas de quien ha retornado y vive miserablemente en Galicia, ya sea por una miserable pensión no contributiva o por circunstancias de devaluación monetaria de una pensión oriunda del país que le dio trabajo y lo alimentó durante toda la vida. Su deseo, el de muchos repatriados, es volver al destierro,recuperar su ilusión por Galicia y morir feliz. Infelizmente, hoy el mundo no más permite semejante hazaña.
Quintana hace un des servicio a Galicia y a España por no viajar a América y contar a los gallegos y españoles lo malo que se vive en Galicia y España. Muchos que pensaban viajar a España con intención de ampararse a la solidaridad española dejarán de hacerlo por cuenta de la buena propaganda que hacen de la actual situación gallega y española. Más de tres millones de desempleados asustan a cualquiera. Sabemos que los hombres delante de una necesidad insaciable no se detienen delante de nadie y son capaces de pasar por encima de los viejos como cobardes mal hechores. Los repatriados corren serio riesgo a que un grupo de vándalos recupere sus derechos vandálicos y promuevan la expulsión de gallegos por la simple razón de su mal querer.
Estamos por doble de la media europea en paro. La solución que nos trae Feijoo es votarlo en masa para darle mayoría absoluta y resuelva los problemas de la lengua, del espionaje, del caimán que ama la barranquilla, de la mala sanidad que ha de sanarse con tarjetas gallegas, del nacionalismo propuesto por Quintana, del déficit exterior amañado desde el anterior gobierno, de políticas de gasto expansivo para beneficio de la banca por cuenta de creación de empleo, para beneficio también de los mismos por cuenta de que el gasto en pobres eleva las ventas de las empresas y estas pondrán sus lucros en las cajas de los bancos, y así hasta el surgimiento de nueva crisis.
En los debates de América, Feijoo combate a Touriño porque dice que las empresas que no ganan dinero el Estado deben ayudarlos a ahorrar pasta para mandarlos a la calle a cambio de maquinaria moderna y más desempleo.
15 por cien del electorado gallego con derecho a voto vive en el exterior. Es un peso pesado que merece mucho respecto. No se les debe engañar con malas intenciones porque Galicia no es apenas un pedazo de tierra como en un desierto africano, Galicia es el conjunto de todas las personas que aman Galicia, aunque así no lo piense algún columnista del Correo.
A los gallegos en Argentina no les llega la verdad por boca de los políticos gallegos. La tienen por las cartas y e-mails que reciben de sus paisanos desde Galicia y, principalmente, por las cartas nostálgicas de quien ha retornado y vive miserablemente en Galicia, ya sea por una miserable pensión no contributiva o por circunstancias de devaluación monetaria de una pensión oriunda del país que le dio trabajo y lo alimentó durante toda la vida. Su deseo, el de muchos repatriados, es volver al destierro,recuperar su ilusión por Galicia y morir feliz. Infelizmente, hoy el mundo no más permite semejante hazaña.
domingo, 8 de febrero de 2009
TARJETA SANITARIA
TARJETA SANITARIA
Hace algunos años sufrí en mi carne las consecuencias de haber creído lo que los políticos gallegos me contaban al pie de mi oído en sus precampañas de escalada al poder.
Trabajo. Trabajo para quien quisiera trabajar. Buenos sueldos, seguridad laboral con garantía de futuro en cualquier lugar de España. Para mi era suficiente un único lugar de una única provincia, de una única comunidad, del único pueblo en que por primera vez vi la luz al venir al mundo en que vivimos.
Excelente sistema de Sanidad. Yo conocía un sistema aparentemente primitivo de asistencia sanitaria. Era representado simbólicamente en mi cabeza por la calavera de don Augusto y por la extraordinaria preocupación y desvelo de mi madre durante los infantes años de consolidación de mi cuerpo. Durante toda mi vida laboral en el extranjero tuve oportunidad de conocer varios modelos de asistencia sanitaria. Modelos públicos y modelos privados. Conviví simultáneamente con los dos y he sido crítico radical delante de situaciones en que la moral, ética y el sentido común provocaba revuelta de mis sentimientos. En empresa multinacional expuse ante su dirección los motivos irracionales de una lista de espera que provocaban multiplicación de costes por ausencia a los puestos de trabajo, primero, por imposición dolorosa de algún tipo de enfermedad en fase de eclosión y, segundo, por imposición administrativa que exigía presenciarse ante el médico en día y hora marcada. En un ciclo vicioso de causa y efecto, el efectivo médico aumentaba en proporción con el aumento del tiempo de espera, al mismo tiempo que los costes laborales registraban el disturbio de una situación rara a un análisis detallado.
Años y años después, viví ese mismo estado en el concello de Cee, después de haber escuchado en el extranjero hablar de la excelencia del sistema sanitario español.
Algunos gallegos que nunca han tenido el honor de hacer lo mejor para su país y las leyes de su Patria se resienten que las ayudas recibidas de la EU puedan ser desviadas hacia la confección de una tarjeta sanitaria ofrecida a los ancianos que culminaran su última etapa de vida en tierras fuera de España. Estas tarjetas cuestan en Galicia 3 mil euros al año (el sueldo anual que el gobierno de Fraga y Aznar me ha ofrecido a mi retorno con base en el diploma constitucional). Si esta misma cantidad fuese colocada en el bolsillo de cada anciano en el exterior para su libre gestión, todo gallego en Sudamérica viviría como un dios y moriría como un rey.
Lo siento, amigos Touriño y Feijoo. Si ustedes vienen a América a ofrecerme las mismas garantías que el Sergas ofrece a los residentes en la comunidad gallega, por respecto a su condición de gallego le daré mil gracias, después de recusar tan magnánima oferta y pedirle explicaciones de cómo y donde podré usar esa tarjeta gallega y a quien podré recurrir cuando la prestación sanitaria se muestre un fraude con el único objetivo de justificar gastos en la contabilidad pública.
En tiempo de crisis internacional es bueno mantener nuestro tradicional sentidiño y evitar el estruendo de la manada que suele correr al grito de Sálvese quien pueda.
Hace algunos años sufrí en mi carne las consecuencias de haber creído lo que los políticos gallegos me contaban al pie de mi oído en sus precampañas de escalada al poder.
Trabajo. Trabajo para quien quisiera trabajar. Buenos sueldos, seguridad laboral con garantía de futuro en cualquier lugar de España. Para mi era suficiente un único lugar de una única provincia, de una única comunidad, del único pueblo en que por primera vez vi la luz al venir al mundo en que vivimos.
Excelente sistema de Sanidad. Yo conocía un sistema aparentemente primitivo de asistencia sanitaria. Era representado simbólicamente en mi cabeza por la calavera de don Augusto y por la extraordinaria preocupación y desvelo de mi madre durante los infantes años de consolidación de mi cuerpo. Durante toda mi vida laboral en el extranjero tuve oportunidad de conocer varios modelos de asistencia sanitaria. Modelos públicos y modelos privados. Conviví simultáneamente con los dos y he sido crítico radical delante de situaciones en que la moral, ética y el sentido común provocaba revuelta de mis sentimientos. En empresa multinacional expuse ante su dirección los motivos irracionales de una lista de espera que provocaban multiplicación de costes por ausencia a los puestos de trabajo, primero, por imposición dolorosa de algún tipo de enfermedad en fase de eclosión y, segundo, por imposición administrativa que exigía presenciarse ante el médico en día y hora marcada. En un ciclo vicioso de causa y efecto, el efectivo médico aumentaba en proporción con el aumento del tiempo de espera, al mismo tiempo que los costes laborales registraban el disturbio de una situación rara a un análisis detallado.
Años y años después, viví ese mismo estado en el concello de Cee, después de haber escuchado en el extranjero hablar de la excelencia del sistema sanitario español.
Algunos gallegos que nunca han tenido el honor de hacer lo mejor para su país y las leyes de su Patria se resienten que las ayudas recibidas de la EU puedan ser desviadas hacia la confección de una tarjeta sanitaria ofrecida a los ancianos que culminaran su última etapa de vida en tierras fuera de España. Estas tarjetas cuestan en Galicia 3 mil euros al año (el sueldo anual que el gobierno de Fraga y Aznar me ha ofrecido a mi retorno con base en el diploma constitucional). Si esta misma cantidad fuese colocada en el bolsillo de cada anciano en el exterior para su libre gestión, todo gallego en Sudamérica viviría como un dios y moriría como un rey.
Lo siento, amigos Touriño y Feijoo. Si ustedes vienen a América a ofrecerme las mismas garantías que el Sergas ofrece a los residentes en la comunidad gallega, por respecto a su condición de gallego le daré mil gracias, después de recusar tan magnánima oferta y pedirle explicaciones de cómo y donde podré usar esa tarjeta gallega y a quien podré recurrir cuando la prestación sanitaria se muestre un fraude con el único objetivo de justificar gastos en la contabilidad pública.
En tiempo de crisis internacional es bueno mantener nuestro tradicional sentidiño y evitar el estruendo de la manada que suele correr al grito de Sálvese quien pueda.
viernes, 6 de febrero de 2009
Correo-encuestas
¿Cree que el voto emigrante podría ser decisivo en la próxima autonómica?
http://www.elcorreogallego.es/participa/encuestas/ecg/cree-voto-emigrante-podria-ser-decisivo-proximas-autonomicas/idEncuesta-1169/
Por razones desconocidas no consigo participar en las encuestas del Correo Gallego. Para mí es una pena, pero me conformo con la desdicha. Curiosamente, el diagrama de torta ha registrado mi voto como el primer voto registrado de los participantes en la encuesta. Mi opinión vinculante al voto fue la siguiente:
Es evidente que ningún voto, sea del emigrante o del residente, es decisivo en cualquier elección. En algunas circunstancias de equilibrio inestable una ligera brisa es capaz de derrumbar un pesado cuerpo. ¿Fue la brisa la responsable por el derrumbe? Parece que sí. Pero si los últimos votos contabilizados fuesen los votos de mi vecino y querido Corcubión, la calificación de brisa sería atribuida a las gentes de este magnífico estado y en las mentes perdedoras aparecerán serias intenciones de promover su consecuente desprestigio. Nonsí?
Copiar y divulgar esta opinión en el Correo Gallego. Gracias.
http://www.elcorreogallego.es/participa/encuestas/ecg/cree-voto-emigrante-podria-ser-decisivo-proximas-autonomicas/idEncuesta-1169/
Por razones desconocidas no consigo participar en las encuestas del Correo Gallego. Para mí es una pena, pero me conformo con la desdicha. Curiosamente, el diagrama de torta ha registrado mi voto como el primer voto registrado de los participantes en la encuesta. Mi opinión vinculante al voto fue la siguiente:
Es evidente que ningún voto, sea del emigrante o del residente, es decisivo en cualquier elección. En algunas circunstancias de equilibrio inestable una ligera brisa es capaz de derrumbar un pesado cuerpo. ¿Fue la brisa la responsable por el derrumbe? Parece que sí. Pero si los últimos votos contabilizados fuesen los votos de mi vecino y querido Corcubión, la calificación de brisa sería atribuida a las gentes de este magnífico estado y en las mentes perdedoras aparecerán serias intenciones de promover su consecuente desprestigio. Nonsí?
Copiar y divulgar esta opinión en el Correo Gallego. Gracias.
jueves, 5 de febrero de 2009
DEBATES
DEBATES
Me entero que en un régimen democrático hay que fingir querer participar de los principios democráticos. Los más puros dirán que no es suficiente parecer democrático, habrá que serlo. ¿O será al revés? Ough, a cachola de Conde me confunde.
Los debates deberán ser entre todos los luchadores que creen poseer fuerzas para medirse entre ellos. Habiendo abundancia de contendientes, es útil promover una escala de debates reduciendo su número hasta que surjan los dos más categorizados en la disputa del premio.
Aunque en la vida real la motivación sea por conducirse con un ánimo de ganar eternamente, todos los resultados prueban que perder es el rito más frecuente en las relaciones humanas. Siendo el perder el evento de mayor probabilidad, el ansia de ganar es el sentimiento que se impone, aún a sabiendas que el rabo de la victoria poco provecho lleva al público contemplador. El empate como resultado de las relaciones sociales despierte interés por la expectativa que genera de que en breve ocurra un colosal combate del que los últimos combatientes saldrán mal trapillos y desgastados para las función que el triunfo reserva.
La comunidad gallega es una pequeña corporación. La disputan apenas tres conciencias con firme voluntad de imponer su modo de pensar las cosas a tres millones de representados. Cada uno de los tres candidatos lleva atrás de sí un largo séquito de seguidores, aparentemente todos fieles a los dogmas que aceptaron para poder componer la lista de candidatos al congreso autonómico. A pesar de la enorme responsabilidad de conducir todo el aparato legislativo, nadie se interesa por el currículo de los seguidores y en el espectáculo de los embates quedan delegados a meros espectadores.
Ante las circunstancias y condiciones del actual juego democrático es interesante el modelo presentado por Feijoo que adopta las posibles combinaciones de tres elementos independientes, tomados dos a dos: Feijoo x Touriño. Feijoo x Quintana y Touríño x Quintana. Un final debate con los tres cara a cara eliminaría algunos vicios que favorecen el recuerdo de la última imagen.
Finalmente, los tres millones de representados estaríamos habilitados a votar en el 1 de marzo con conocimiento y absoluta dependencia a nuestras conciencias. Eso sí, sin ninguna garantía de que el escogido por la mayoría será el Presidente o que el Presidente, escogido por quienes él escogió, sea el mejor y el más adecuado gallego para gobernar a tres millones de españoles.
Me entero que en un régimen democrático hay que fingir querer participar de los principios democráticos. Los más puros dirán que no es suficiente parecer democrático, habrá que serlo. ¿O será al revés? Ough, a cachola de Conde me confunde.
Los debates deberán ser entre todos los luchadores que creen poseer fuerzas para medirse entre ellos. Habiendo abundancia de contendientes, es útil promover una escala de debates reduciendo su número hasta que surjan los dos más categorizados en la disputa del premio.
Aunque en la vida real la motivación sea por conducirse con un ánimo de ganar eternamente, todos los resultados prueban que perder es el rito más frecuente en las relaciones humanas. Siendo el perder el evento de mayor probabilidad, el ansia de ganar es el sentimiento que se impone, aún a sabiendas que el rabo de la victoria poco provecho lleva al público contemplador. El empate como resultado de las relaciones sociales despierte interés por la expectativa que genera de que en breve ocurra un colosal combate del que los últimos combatientes saldrán mal trapillos y desgastados para las función que el triunfo reserva.
La comunidad gallega es una pequeña corporación. La disputan apenas tres conciencias con firme voluntad de imponer su modo de pensar las cosas a tres millones de representados. Cada uno de los tres candidatos lleva atrás de sí un largo séquito de seguidores, aparentemente todos fieles a los dogmas que aceptaron para poder componer la lista de candidatos al congreso autonómico. A pesar de la enorme responsabilidad de conducir todo el aparato legislativo, nadie se interesa por el currículo de los seguidores y en el espectáculo de los embates quedan delegados a meros espectadores.
Ante las circunstancias y condiciones del actual juego democrático es interesante el modelo presentado por Feijoo que adopta las posibles combinaciones de tres elementos independientes, tomados dos a dos: Feijoo x Touriño. Feijoo x Quintana y Touríño x Quintana. Un final debate con los tres cara a cara eliminaría algunos vicios que favorecen el recuerdo de la última imagen.
Finalmente, los tres millones de representados estaríamos habilitados a votar en el 1 de marzo con conocimiento y absoluta dependencia a nuestras conciencias. Eso sí, sin ninguna garantía de que el escogido por la mayoría será el Presidente o que el Presidente, escogido por quienes él escogió, sea el mejor y el más adecuado gallego para gobernar a tres millones de españoles.
lunes, 2 de febrero de 2009
RESCATE MORAL
RESCATE MORAL
En cartas al director de la Voz de Galicia, José Ignacio Soria Lafuente explica que es vasco, hijo de vasco, nieto de vascos y vive en Galicia hace 17 años. Pide auxilio para que alguien le explique porque no podrá votar el día 1 a las elecciones del Parlamento Vasco.
Muy sencillo, caro Ignacio: eres español por derecho de nacimiento o por alguna ley española que te otorga ese derecho constitucional. En función de esa condición de nacional español puedes vivir en cualquier rincón de España y también del mundo si transportas un pasaporte español.
El sistema democrático está dividido en algunos extractos que se complementan hasta alcanzar el mayor nivel de poder ejecutivo o legislativo (extrañamente el poder judiciario se mantiene al margen de la voluntad democrática) Así, en las elecciones municipales puedes votar para algunos concejales que se encargarán de escoger el alcalde que les sea más simpático. El poder de tu voto municipal solo tiene alcance en el municipio en que, por razones de residencia fija o escoja personal, estás censado para efectos electorales. Ningún español de cualquier origen está censado simultáneamente en más de un municipio. Igualmente ocurre con los emigrantes en el exterior, por regla general están censados en el municipio de origen propio, de sus padres o abuelos (después de este nivel, en la práctica desaparecen los vínculos legales). El segundo extracto democrático al que todos los españoles tienen acceso es el comunitario. Aquí también impera el principio de que nadie pude votar simultáneamente a otra comunidad que no sea la determinada por la condición de censo electoral. Como tú vives en Galicia y voluntariamente has solicitado empadronamiento en Galicia, tu libertad de votante democrático está restringida a la comunidad gallega. Puedes vivir en Galicia y mantener tu empadronamiento en el País Vasco, en esta hipótesis solo podrías votar al Parlamento vasco y no al gallego. Lo mismo ocurre con los emigrantes españoles en el exterior, votamos al parlamento de la comunidad en que estamos censados. La Junta Electoral Central en su base de datos tiene todas las informaciones pertinentes al registro de empadronamiento para que no haya ningún tipo de fraude.
El empadronamiento es libre y flexible y en el momento en que seamos re censados en otra comunidad cesa el empadronamiento anterior. Repito, el proceso es universal y válido para todos los españoles de derecho, residentes en cualquier rincón del mundo.
Espero haber contribuido al rescate de tu moral y ética cívica para que no hagas desprecio al poder de tu voto por razones que no se sostengan.
Unha aperta de este galego universal.
En cartas al director de la Voz de Galicia, José Ignacio Soria Lafuente explica que es vasco, hijo de vasco, nieto de vascos y vive en Galicia hace 17 años. Pide auxilio para que alguien le explique porque no podrá votar el día 1 a las elecciones del Parlamento Vasco.
Muy sencillo, caro Ignacio: eres español por derecho de nacimiento o por alguna ley española que te otorga ese derecho constitucional. En función de esa condición de nacional español puedes vivir en cualquier rincón de España y también del mundo si transportas un pasaporte español.
El sistema democrático está dividido en algunos extractos que se complementan hasta alcanzar el mayor nivel de poder ejecutivo o legislativo (extrañamente el poder judiciario se mantiene al margen de la voluntad democrática) Así, en las elecciones municipales puedes votar para algunos concejales que se encargarán de escoger el alcalde que les sea más simpático. El poder de tu voto municipal solo tiene alcance en el municipio en que, por razones de residencia fija o escoja personal, estás censado para efectos electorales. Ningún español de cualquier origen está censado simultáneamente en más de un municipio. Igualmente ocurre con los emigrantes en el exterior, por regla general están censados en el municipio de origen propio, de sus padres o abuelos (después de este nivel, en la práctica desaparecen los vínculos legales). El segundo extracto democrático al que todos los españoles tienen acceso es el comunitario. Aquí también impera el principio de que nadie pude votar simultáneamente a otra comunidad que no sea la determinada por la condición de censo electoral. Como tú vives en Galicia y voluntariamente has solicitado empadronamiento en Galicia, tu libertad de votante democrático está restringida a la comunidad gallega. Puedes vivir en Galicia y mantener tu empadronamiento en el País Vasco, en esta hipótesis solo podrías votar al Parlamento vasco y no al gallego. Lo mismo ocurre con los emigrantes españoles en el exterior, votamos al parlamento de la comunidad en que estamos censados. La Junta Electoral Central en su base de datos tiene todas las informaciones pertinentes al registro de empadronamiento para que no haya ningún tipo de fraude.
El empadronamiento es libre y flexible y en el momento en que seamos re censados en otra comunidad cesa el empadronamiento anterior. Repito, el proceso es universal y válido para todos los españoles de derecho, residentes en cualquier rincón del mundo.
Espero haber contribuido al rescate de tu moral y ética cívica para que no hagas desprecio al poder de tu voto por razones que no se sostengan.
Unha aperta de este galego universal.
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