DESTIERRO
Quintana hace un des servicio a Galicia y a España por no viajar a América y contar a los gallegos y españoles lo malo que se vive en Galicia y España. Muchos que pensaban viajar a España con intención de ampararse a la solidaridad española dejarán de hacerlo por cuenta de la buena propaganda que hacen de la actual situación gallega y española. Más de tres millones de desempleados asustan a cualquiera. Sabemos que los hombres delante de una necesidad insaciable no se detienen delante de nadie y son capaces de pasar por encima de los viejos como cobardes mal hechores. Los repatriados corren serio riesgo a que un grupo de vándalos recupere sus derechos vandálicos y promuevan la expulsión de gallegos por la simple razón de su mal querer.
Estamos por doble de la media europea en paro. La solución que nos trae Feijoo es votarlo en masa para darle mayoría absoluta y resuelva los problemas de la lengua, del espionaje, del caimán que ama la barranquilla, de la mala sanidad que ha de sanarse con tarjetas gallegas, del nacionalismo propuesto por Quintana, del déficit exterior amañado desde el anterior gobierno, de políticas de gasto expansivo para beneficio de la banca por cuenta de creación de empleo, para beneficio también de los mismos por cuenta de que el gasto en pobres eleva las ventas de las empresas y estas pondrán sus lucros en las cajas de los bancos, y así hasta el surgimiento de nueva crisis.
En los debates de América, Feijoo combate a Touriño porque dice que las empresas que no ganan dinero el Estado deben ayudarlos a ahorrar pasta para mandarlos a la calle a cambio de maquinaria moderna y más desempleo.
15 por cien del electorado gallego con derecho a voto vive en el exterior. Es un peso pesado que merece mucho respecto. No se les debe engañar con malas intenciones porque Galicia no es apenas un pedazo de tierra como en un desierto africano, Galicia es el conjunto de todas las personas que aman Galicia, aunque así no lo piense algún columnista del Correo.
A los gallegos en Argentina no les llega la verdad por boca de los políticos gallegos. La tienen por las cartas y e-mails que reciben de sus paisanos desde Galicia y, principalmente, por las cartas nostálgicas de quien ha retornado y vive miserablemente en Galicia, ya sea por una miserable pensión no contributiva o por circunstancias de devaluación monetaria de una pensión oriunda del país que le dio trabajo y lo alimentó durante toda la vida. Su deseo, el de muchos repatriados, es volver al destierro,recuperar su ilusión por Galicia y morir feliz. Infelizmente, hoy el mundo no más permite semejante hazaña.
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