Hoy
he tenido un sueño (Today, I have a dream). Fue un sueño maravilloso. Con una
voz suave, grave, ronca como el roncor de la gaita, firme y decidida como la
Luz gallega y la flauta celta del Nuñez vigues, siguiendo el rumbo de un
rasgado de cuerdas y el agudo acento de la flauta llorona, penetraba el aire
una voz, una voz que yo sabía que era mía pero que nunca la había escuchado con
tanta devoción. Cantaba:
Cando
penso que te fuches, negra sombra que me asombras, ao pe dos meus cabezales
tornas fazendome mofa.
Mi
memoria es pequeña, de corta duración, el disco rígido ha perdido masa y sin
gigas ni megas la reproducción se hace lenta. Es en eses momentos que el
capricho y genio gallego se hace presente:
Cando maxino iraira, lorolorosol me
mostras, i eres a estrela que brila, i eres o vento que zoa.
Desmemoriado
sí. Pero algo me decía que en el ristre de letras no había sentido. Bajé el tono
de mi voz y deje deslizar la melodía. Sorpresa mía, un coro de voces venia en mi auxilio y en
extrema solidaridad ofrecían letra a la melodía:
Si
cantan, es ti que cantas, si choran es ti que choras, i es o murmurio do rio i
es a noite i es a aurora.
En
trasfondo se oía el gorjeo mavioso de
dos pajaros, eran el periquito y el manon que acostumbran cantar ao pe dos meus cabezales cando apunta
a aurora.
Extasiado
por mi voz coreada por multitud cantora, sentí un tranco en el pecho - Ramón,
Ramón, despierta, despierta! - Era la mano de mi señora Maria a traerme de
regreso a la realidad de la vida.
En todo estás e ti es todo, para min i en min
mesma moras, nin me abandonarás nunca, sombra que sempre me asombras.
En
cadena de secuencias arbitradas, limitada a los mil caracteres y en lenguaje de
informal alfabeto, expongo en rosario la vanidad de mi sueño.
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