viernes, 9 de abril de 2010

MARTIRIO DEL DEBER

Bienaventurados todos los deudores, porque con ellos se hicieron reinos en la Tierra.
Malaventurados los que lloran, para ellos no habrá salvación.
Malaventurados los mansos porque ellos serán expoliados.
Mal …
Vivimos una era de muchas y malas aventuras con muy poco espacio para los bienaventurados. El que escapó antes fue cogido ahora y el que huye ahora será alcanzado después. Pero ¿quien escapa de quien y quien alcanza a quien?
La Tierra es un global reino construido con enormes deudas. Todos deben. Debe el aldeano, debe el villano, deben todos los paisanos de cualquier nacionalidad. Deben los concellos, deben las provincias, deben los gobiernos de la comunidad. Debe España, debe Grecia y Portugal; deben los Estados unidos de América y deben todas las naciones de la Eurounión. Todos debemos más y más y más, y nadie con tanta deuda consigue trabajar. El rico que debe pide más al pobre que no paga. El banco que empresta ya no tiene lo que emprestar y lo que pertenece a todos ya no es de nadie del lugar. Y ¿para donde fue todo el dinero que debemos pagar si con nosotros no está? Yo no lo tengo, no lo tiene usted, mi buen vecino; no lo tiene Galicia y en España tampoco está.
El dinero falta, el dinero ha desaparecido. Tal vez lo hayan escondido como un tesoro de pirata. Que más da, si no hay dinero para trabajar, no habrá dinero para comer. Pero ¿para que necesitamos comer tanto dinero si el dinero hace tanto mal? Dicen que han abierto un agujeró en el cielo. Es un agujero negro, ¿será que es por ahí que se escapa el bendito y blanco animal? Miremos a la luna, por allí hay muchos montones, buenos para ladrones se esconder. Pero, para el dinero no da, que allá hay poca presión y sin prisión el dinero vuela. Pero, ¿si vuela, para donde el dinero va?
Bienaventurados los que sepan explicar tanto martirio por la virtud del deber, porque de ellos depende la paz en el suelo que pisamos.

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