domingo, 5 de diciembre de 2010

INPUT/OUTPUT

Labores intra-mundanas me han impedido de dar conexión a lo que en el estiércol de mi cerebro se elabora durante la digestión de mis matinales lecturas. Pero poco importa las razones que entretengan el procesamiento natural de todo aquello que ingerimos. Todo y cualquier cosa que entra trinchada en el pote asentado en el trespies de mi lareira es INPUT. No importa las vueltas que tenga que dar por los largos y estrechos meandros del laberíntico procesador. Al final siempre sale alguna cosa, porque alguna cosa tiene que salir. A esto se llama OUTPUT.
¿A usted no le cheira lo que pueda ser input o output? Bueno, le recomiendo que salga fuera de las limitaciones cranianas que bordea su pensamiento.
Input, ya lo explica la propia palabra, es alguna cosa put, puesto dentro de un sistema y utilizado en sus operaciones para alcanzar un put resultado, por ejemplo: energía, trabajo y poder, utilizados en la dirección de esa maravillosa máquina que es el hombre con hambre. La palabra put ha sido empleada desde tiempos ancianos para referirse a algo o a alguien que admite la entrada de alguna cosa. Más tarde (recientemente, habrá que admitirlo) fue muy utilizada para fertilizar terreno de alguna cosa que computa (ordena, dirían los nacionalistas de la lengua paisana) y por tal embrujo input pasa a ser ampliamente utilizado en todo que se refiere a la transmisión de opinión e información.
En muchas circunstancias el significado de la palabra input descama en algo incomprensible, para hacernos dudar de si put es algo bueno o put es algo malo. Por ejemplo: que podemos pensar de Put-ing? O este otro: ¿cual el destino que debemos dar a lo que creemos que está put-refacto (corroído y corrompido)?
Vamos ver ahora lo que podemos distraer de la palabra output. Out-put, también claramente explicado por lo que se deduce de la composición autoput (pues es así que suena la palabra out en la fonética real), es la energía, trabajo y poder que sale de un determinado sistema en un determinado periodo.
Difícil, ¿verdad? Pese a la enorme importancia que tienen estas dos palabras, son pocos los que consiguen entenderlas. Peor aun es saber que, entre aquellos que saben, algunos creen que input es mejor que output. Los imputs – dicen-  nos hacen entender cada vez más y mejor:- tanto más leemos y  oímos, tanto más pasivamente entendemos - esclarecen algunos.
Pero otros se postan al lado de la salida para afirmar que el output es muy superior al input, porque buen resultado, aunque suene como un pedo, es todo aquello que hablamos y decimos y, aunque salga por el culo, constituye expresión pura de la lengua manoseada por la boca y cantada por las manos, cuando fielmente auxiliadas en el sistema por la ordenanza de una computadora. Ough!

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