sábado, 13 de diciembre de 2008

EN MOS

EN MOS

Sexto artículo constitucional:

      “…Su estructura (de los Partidos) interna y funcionalmente deberán ser democráticos”.

Vigésimo tercer artículo constitucional:

      “1. Los ciudadanos tiene el derecho a participar en los asuntos públicos, directamente o por medio de representantes, libremente elegidos en elecciones periódicas por sufragio universal”.

Habrá que saber quienes son nuestros representantes: ¿los partidos?, ¿las personas?

Los partidos nosotros no escogemos. Las personas son escogidas por los partidos, blocos o agremiaciones. Los presidentes de Estado, Comunidad y Municipio son escogidos por personas que fueron seleccionados por partidos. Los partidos no son democráticos. Son monopolio de una autoridad que selecciona sin criterio transparente un grupo de personas que no conocemos; componen listas cerradas a quién nosotros homologamos. Estos listones no son nuestros representantes, obedecen dogmas de fe publicitadas por la autoridad de sus patrones. El escaño es un puesto, asiento de los concejales. ¿Qué más da que sea de la persona qué en el asiento se sienta o del partido qué en él manda? El pueblo no tiene poder legal para vigilarlos.

Concluyo que nuestra democracia es polifonía monótona de canto chan, es monopolio certificado por oligopolio mercantil, bien capaz de producir bellezas sonoras al estilo de nuestro Pindoschan.

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