viernes, 5 de diciembre de 2008

TRES VOLTIOS

TRES VOLTIOS

Decididamente, considerando los informes periodísticos depositados sobre el telón del monitor de noticias virtuales, concluyo que el amigo Alberto no merece mi confianza para el arte de gestionar mis intereses y los intereses de mis hijos y nietos. No se muestra a la altura de poder administrar nuestros derechos constitucionales, está invalidado para dar proseguimiento  al relevo de nuestra nacionalidad española.

Al recurrir a un supuesto acuerdo parlamentario, consiguió tornar pública la denuncia de lo que yo pude constatar en las elecciones municipales de 2003. Mofa y desprecio de las leyes españolas, burla insensata de la buena fe de los mayores emigrantes y retornados gallegos, ancianos que se prestan a emitir opinión por la preferencia a uno de los tres partidos candidatos, seleccionados, en proceso aparentemente democrático, desde Galicia. 

Ahora, en el exterior, los gallegos y no gallegos entendemos las dificultades a la genuflexión, no por cuestiones de herencia genética y sí porque no nos doblegamos a los caprichos de un narigudo a quien le crece su nariz de tanto tirarnos el pelo. Ese señor miente descaradamente cuando discursa intención de promover limpieza en las tres fuerzas políticas gallegas; les exige nudez total, probada con copia de rayos X sobre papel klinex usado. El no-vergonzoso transgresor de principios de igualdad, explicitadas en leyes constitucionales, tan arduamente conquistadas por su jefe y señor, exige complicidad delictuosa del presidente comunitario, en nombre de una supuesta transparencia de  ética política y democrática, que ahora demuestra públicamente nunca haber tenido.

Los emigrantes gallegos pertenecemos a una generación a la que se pretende atribuir ciertas características de pailand. Siempre he creído que tal incómodo obedecía a un complejo de inferioridad de algunos otros españoles. Ahora, al acompañar el desparpajo fonético y trayectoria política de mis patricios Alberto y Anxo, sabiendo que todo pueblo tiene los políticos que merece, veo que el esfuerzo para anular tan sincrético pendón  exigirá más sudor que lo exigido para neutralizar la crisis financiera.

El señor Touriño ha sido elegido en un juego en que las reglas eran iguales para los tres partidos y para todos los gallegos. El sentido del cambio nacía de la necesidad de rescatar  la moral y honor gallego tan deshonrado desde las malas sombras. La voz del emigrante también es voz del gallego y juntos tenemos el derecho de continuar luchando por el bienestar de Galicia, sin olvidar el sueño americano. Pero los acuerdos parlamentarios, cantados por el todo poderoso Feijóo para burlar las reglas del juego electoral, afogando con trucos semánticos la voz del emigrante, no son dignos de la pureza administrativa tan cantada y devotada del señor Fraga. El voto por correo obedece a un criterio universal de utilidad y posibilidad práctica para el ejercicio del voto. Sin esta posibilidad no habra voto. La lisura no está en la urna ni en el correo y si en la moral de quien vota y de los que cuentan el voto. Si desde cualquier punto del mundo te ofrecen identidad para depositar o sacar dinero, ¿no ocurre al señor Quintana y al señor Feijóo que una identidad semejante podría ser utilizada para dar crédito a nuestro voto? Señores, la gorra del joven Helio Guión les está haciendo mucha falta. No requiere masa encefálica y funciona con tres voltios.

 

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