Lo dice la Dirección Xeral de Conservación da Natureza. Y si la dirección general lo dice, podemos quedarnos todos tranquilos y dormir seguros de que en la península de la pacifica aldea de Touriñan sus habitantes jamás serán impedidos de pescar, o bogar chalanas alrededor del entorno peninsular. Si hay algún malintencionado hijo de Pindoschan dispuesto a alterar el curso natural de esta placida promesa, que se calme, pues el director xeral, celoso de su instinto conservador de la naturaleza, jamás permitirá la instalación de chiringuitos cavernícolas para flujo indiscriminado del alcohol en las venas de empleados mal pagos, aquellos empedernidos trabajadores oriundos de la miseria de otras parroquias y en constante pena, exentos de cualquier propiedad por el privilegio de ser eterno destripador de peces en la dulce comarca del finisterrae muxián.
Una ley a propósito será propuesta para declarar furtivos todos los aldeanos que no vistan declaración de obreros pescadores en tanques sombreados por el césped acrílico. La fiscalía y los operativos del tráfico, siguiendo ordenes del director xeral, sabrán realizar su trabajo en acciones tempestivas de procesos previamente planificados mediante los correspondientes planos directores del sistema acuicultural, que definirán los impedimentos de acceso aldeano por falta de papeles que puedan atestar su idoneidad tradicional al uso de los recursos naturales que, por propios medios y sin previa venia, venían cuidando desde tiempos inmemoriales. El director Xeral, día y noche, vigilará con un ojo de vidrio y otro de cristal el curso de la evolución ambiental estratégica, puntuando minuto a minuto el estado de la evaluación táctica para el alto dominio y permanente status quo de quien por aquí nunca estuvo. La justicia y la fuerza carabinera, en fiel defensa de la ley 9/2002 y sus posteriores derivados, harán cumplir sus mandamientos al hilo de espada y con venda en los ojos, pues ya es sabido de todos que en ojos que no enxergan… o sentimiento é cego.
Nadie se atreverá discutir el desalojo de naturales para un justo asentamiento de foráneas empresas comerciales, principalmente de aquellas que transportan en sus bolsillos toda la lógica del mundo: la acuicultura es crucial para la conservación de la biodiversidad marina, eliminando de su entorno las poblaciones salvajes. Pena de estas poblaciones que, como aquellas poblaciones de las islas vírgenes de las Antillas cubanas, serán decimadas hasta la extinción bajo la protección cristiana de los sabios de la dirección Xeral.
La acuicultura en Touriñan tendrá todas las garantías ambientales del director xeral, encargado de cuidar el medio ambiente y mantener el linguado cautivo en buen estado y libre de la contaminación salvaje de naturales concurrentes que, para mantener sanas sus poblaciones marineras, buscaban en el mar los recursos naturales para complemento de su bienestar.
Viviremos días de nefasta acuicultura para orgullo de una costa que nunca fue muerta, pero habrán de matarla para hacer justicia a tan fatídico nombre.
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