domingo, 21 de marzo de 2010

FUTURO INCIERTO



Pensar en el futuro es un ejerció de actividad planificadora que envuelve conocimiento profundo de objetivos, metas y sus respectivas estrategias, para que hagan posible los propósitos establecidos en la misión que ofrece alma al cuerpo de una gran empreitada (obra).
Ya estamos en el otoño, y yo lo noto observando el horizonte al oeste de mi morada. En el plano horizontal de mis ojos, vi como el sol se hundía al atardecer de un día caliente, exactamente en un punto a la distancia de diez kilómetros, marcado por un determinado rascacielos posicionado milimétricamente en la mitad del percurso que el astro sol trayecta hacia el norte. Un árbol (figueira das Indias), con sus raíces cautivas por la opresión de un vaso de barro y sus hojas esparcidas a la altura de la ventana de mi oficina (tres metros del suelo) muestra el cambio, amarillando el verdor para dejarse caer como gotas de lágrima.
El ocaso es un momento sombrío marcado por el desplacer que da observar como un ciclo avanza hacia su final. Cuando un pozo va llenándose con agua, el sentimiento que nos produce es de hartura futura. Cuando merma su liquidez, la sensación   es de secura presente, la cruel secura que cola la lengua al diente y adormece los dedos de las manos en las noches que ya no duermo y con dolor aprecio el resto de la cuenta que me queda.
En Europa, los franceses se inclinan al lado socialista. En los Estados Unidos, los americanos claman por mejorar lo social. En América del Sur, latinos y amerindios caminan por senderos propios en busca de la liberta que no tuvieron cuando la libertad al reino de Iberia les fue concedida.
Por determinación del Gran Legislador del Mundo, nada es perfecto en la vida de los humanos. Y si, como dicen, fuimos hechos a su imagen y semejanza, muy malo ha sido aquel espejo en que el artista se miró para eternizar tan mala obra. Se ha engañado y nos ha engañado al mostrarnos la realidad como era al revés. Nos engaña la alborada cuando en el despertar de Albor muestra el rojo añil del palo Brasil blandido por los  cardos de don  Henrique, cosa que jamás ocurrirá, pues este señor, defendiendo el socialismo, vendió todo lo que era social dejando una deuda descomunal a un obrero, de origen humilde y emigrante del sertón brasileño.  
Dos temas retirados de los propósitos establecidos en la misión que fundamenta la galleguidad, que requieren estudios ligeros y remedio social contra un futuro incierto, son el escaso prestigio del político en Galicia, el tema ambiental y el problema demográfico. Para descubrir la realidad que sustenta estas tres molestias, bueno será salir del ardid oponiendo un segundo espejo al primero, para que no se repita el engaño del señor fijo a Fernando.

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