Esta mañana, dos gallegos, en un encuentro espontáneo, caminaban por el istmo de Touriñan:
Xan Martiño: “Esta obra será el mayor engaño ideológico en la historia de nuestra tierra. Será un desastre ecológico."
Pedro Cuñado: “No tiene importancia, los populares ya estamos acostumbrados a estas costas.”
Xan Martiño: “El País se hundirá si el proyecto es aprobado."
Pedro Cuñado: “Por el amor de san Benito, para de zumbar epitafios y trata de hacer las cosas al gusto de quien ordena, por lo menos una vez en la vida.”
Xan Martiño: “Lucharemos en las elecciones locales el año que viene y los populares, como resultado de este proyecto, vamos perder muchos concellos.”
Pedro Cuñado: “Si los populares y los del pescado queremos decidir la elección, debemos salir al campo con un cartel diciendo “MISIÓN CUMPLIDA, RODABALLO EN LA BOCA”
Xan Martiño: "No seas estúpido, Pedro. No puedes traicionar la misión del padre de la nación y mentor del mayor partido de España, Fraga Iribarne, franco amante de Galicia, que todo lo hacía por puro amor al hombre de la tierra."
Esto suena como si Xan esperase que el proyecto piscícola de prisión de rodaballos y lenguados estuviere prestes a ser aprobado en el parlamento gallego. Extrañamente, Xan no parece tan satisfecho como debería serlo si realmente creyese que el proyecto no es un desastre para su grupo político. Dicen que un ataque de pánico es una de las experiencias más aterradoras que puede ocurrir en la vida de una persona. Xan Martiño se esfuerza por tocar las campanas contra tan extraña excitación fisiológica que se mueve en el vientre del jefe, pero…
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