viernes, 19 de marzo de 2010

TOURIÑAN: CAUSA/EFECTO

Quien hace la ley, hace la trampa. En la nueva guerra fría que se desarrolla en la comunidad de Percebes, discrepancias jurídicas, ausencia de respecto a un estado natural que los naturales desean sostener, abuso de poder por intolerancia de un gobierno que nada desea pactar con lo  que no suponga victoria de su capricho, desafíos al gobierno central y otras cosas más, son la tónica diaria en el diario de un cuarto de los cuatro años en curso.
Todo lleva a creer que la reforma de la ley del suelo conduce en su estela el argumento capaz de ofrecer moral a la fuerza que se instalará en la península toriñana, para, finalmente, erigir el mayor monumento a la estupidez de la inconsciencia humana. El circulo vicioso efecto/causa – causa/efecto se establece en su forma estrictamente inculta cuando un artículo de una ley (voluntad impositiva de algunos individuos) remite a la voluntad de otro grupo de individuos establecidos  muy lejos de la comunidad en foco. Todos, excepto el último, no muestran cara definida ni exhiben residencia determinada para que se le cobren responsabilidades.
La Ley 7/2008 de protección da paisaxe de Galicia contempla visión idílica de  que la riqueza paisajística es uno de los grandes valores encontrados en la geografía gallega. Su fundamento se finca en un convenio europeo de paisaje, aprobado en Florencia en el año 2000. La intención expresa era favorecer una relación armónica entre los seres humanos y el medio en que existen. Exactamente, refleja la harmonía existente en Touriñan desde hace una infinidad de años y, ahora, el gobierno popular desea quebrar. Es la harmonía que había entre personas y su entorno en la parroquia de Brens antes del año 1925, y allá por los años 1950 se rompió definitivamente enterrando una bella playa, hoy muerta y cubierta con escoria en estado permanente de contaminación, la cual afecta la salud de todos los habitantes ribereños, incapacitándonos para el reconocimiento de la belleza de que ya fuimos dueños.
De la lectura de la ley muchas conclusiones se pueden establecer. Algunas se oponen, otras son excluyentes. Pero lo que parece bien claro es que la ley asegura reserva de territorio para emprendimiento de grandes organizaciones, aquellas bien estructuradas y con capacidad redaccional para argumentar prueba de atendimiento a todos requisitos exigidos en ley.  Una capacidad y poder económico que definitivamente no la poseen el pequeño grupo de habitantes que la ley afirma querer proteger en Touriñan.
Quien hace la ley también hace la trampa”, lo oí decir muchas veces a mi madre. La planta de peces en cautiverio proyectada para Touriñan  deberá someterse a una evaluación ambiental. Los evaluadores ambientalistas (¿?) deberán apreciarla conforme a la directiva Habitas de la Unión Europea, y esta nos remite a una red de zonas especiales de conservación designadas por los Estados miembros. Esto es, en el caso de nuestro Touriñan, zona a ser designada o a ser ignorada por nuestro no menos querido Feijoo. 
En circuito cerrado de causa/efecto-efecto causa, de resultado cero, la trampa es una característica típica a todos los cazadores. El hombre es el único animal capaz de caer en la misma red más de una vez. Es cuestión de esperar para ver.



Parte 2

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