sábado, 6 de marzo de 2010

LISTA ABIERTA

Mi buen amigo y primer teniente del consejo alcalde de una villa de las muchas de mi Estado Autonómico de Percebes:
No se como decirlo, pero lo diré aunque no sepa como hablarlo. Estamos a la distancia de casi un año de ese cuento de hadas que llaman sufragio universal. Los ciudadanos de Percebes viviremos juntos en un día de secreta expresión pública, por la que nos será facultado manifestar preferencia por una opción. Lo haremos a ruego de una gracia que pedimos a Dios para que la opción, libre y secreta entre tres o cuatro al impuesto, no resulte en maldición que nos condene por otros tantos años.
Usted habla de tránsfuga, mi amigo, y esa es una palabra despectiva, peyorativa, estigmatizada en la política y politizada infame por políticos en su más bajo y alto sentido ortodoxo, tanto de la derecha como hacia la izquierda, estén a la alta o vayan a la baja, por el centro o por las corredoiras.
De un tránsfuga todo se quiere saber, pues es un ser que surge en condición de conflicto y a él cabe explicar lo que de malo existe en una ideología que lo haya motivado a irse del bando. El ciudadano desea saber y quiere conocer lo que ocurre en el interior de un corro. Algo de malo debió pasar para una concejala, siendo tan pequeña y oriunda de Belen, saltase la cerca que la sujetaba dependiente a una autoridad y ahora se muestra independiente y al albedrío de su particular voluntad, muy dispuesta a hablar por reflexión extraída del derecho constitucional, que da a la persona votada, y no al partido,  el derecho de pensar y obrar en razón de su conciencia.
Traición no es una palabra liviana. No puede decirse lascivia e incontinente como hablada de una marrana. Es prudente saber primero a que lealtad y confianza ha fallado con alevosía de su acción, ¿a la persona del dictador o a los paisanos por el deber de bien administrar las cosas del pueblo?
Nadie es suficientemente pequeño para quedarse en casa el día que haya elecciones en Percebes. En cumplimiento del deber, iremos a una urna de cristal y después pensaremos que fuimos capaces de escoger un nombre para alcalde y doce para concejal. Vana ilusión, pues ese derecho no lo tiene el español, ni mis paisanos de Percebes. Quede claro: por pública intención nadie tiene derecho a candidatearse a un puesto público elegible si no es por la voluntad de un poder oculto, de quien es o será cautivo.  No es digno, no da moral y no contribuye a la buena ética de la comunidad de Percebes que a un paisano se le prive la dignidad de ser útil al pueblo, y a otro lo estafen en la oportunidad de dar preferencia a la opción personal de su particular escoja.  En 70 años, de una dictadura salvaje y cruenta pasamos a una democracia particular de listos envueltos en listas cerradas. En la cabeza, nos ofrecen uno que conocemos y en la cola viene un monte que ignoramos. En las próximas elecciones no habrá castigo del pueblo a cualquier crimen que se cometa, pues, sin lista abierta y un voto por nombre,  nuestro voto nunca lo será de censura. Será siempre un voto útil de cordura, de reata y amén.

1 comentario:

  1. "Las ganas de molestar son muchas; las capacidades muy pocas" (Ramón Vigo, sesión Plenaria 17.03.2010)

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    Hay declaraciones políticas que sorprenden por inesperadas cuando surgen de un personaje de buen nivel intelectual y con sólida formación.

    Permítaseme que recurra a mi afición por la equitación para comparar a nuestro mandatario con un caballo apático y a la edil con un moscardón que intenta despertarlo y mantenerlo vivo.

    La ética política no se puede ver reducida a ciertas reglas de cómo actuar para no molestar a los demás. Es evidente que el control del gobierno por parte de la oposición resulta molesto e irritante para el que sostiene el poder, y más si éste, en contradicción a los cínicos (de Antístenes), asocia la verdadera felicidad al poder político.

    Desconozco las capacidades, pero es cierto que no se pueden confundir los controles democráticos con las ganas de molestar; quizás no le vendría mal al mandatario una visita a las ruinas de la antigua plaza de Atenas…. siempre y cuando no sea a cargo del maltrecho presupuesto municipal.
    (alias "Socrates")

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