martes, 13 de enero de 2009

HOSPITAL

HOSPITAL

No me consta que en España existan leyes específicas regulando homologación de títulos académicos emitidos por universidades americanas. No obstante, para homologación de títulos extranjeros de Especialistas en Ciencias de la Salud se ofrece un concurso compuesto de dos pruebas, teniendo cada una de ellas carácter eliminatorio. La primera prueba será del tipo test, con 100 preguntas de contestaciones múltiples. La segunda prueba consiste de un ejercicio práctico propuesto por un tribunal para valorar supuesta habilidades técnicas de los candidatos.

En la primera prueba, está universalmente probado por científicos del área de Ciencias Humanas que tanto lumbreras como torpes licenciados tienen semejantes probabilidades de obtener aprobado o suspenso.

En la segunda prueba, la simpatía o antipatía de la banca con relación al examinado es determinante, sin que su conocimiento y experiencia formal influya significativamente en la selección.

En el caso específico del Hospital Xunqueira, mi experiencia como paciente ha sido desastrosa. De los médicos que me atendieron, todos, excepto uno, eran diplomados españoles. Un cáncer en estado avanzado solo fue identificado por médicos americanos de un país de aquellos que vosotros os referís despectivamente como bananero. En hospital de ese mismo país, a donde yo había ido para obtener en el consulado un visto en mis diplomas obtenidos en conceptuadas universidades (de las que la ignorancia de Pilar Martínez, directora de Colocación Laboral en Cee, no tenía la menor idea y, en consecuencia, se burlaba de los licenciados en Sudamérica, específicamente de mí y del hijo de mi amigo Hector Oreiro Cordo), fui operado en menos de dos semanas, corridas entre el momento de confirmación del cáncer y mi salida andando del hospital.

Pasaron más de cuatro años y estoy vivo para contar el cuento y daros la lata.

Creo que el amigo Marquiños está contaminado por el concepto lúdico de la universidad de Corcubión y piensa que en América todas las universidades tienen la misma condición.

En principio, si una persona está diplomada o licenciada en alguna especialidad, desde que el diploma no sea falso (y esto es muy fácil de averiguar) esa misma persona está habilitada a trabajar en cualquier parte del mundo. Otra cosa es que demuestre excelencia en su conocimiento o experiencia, algo ausente (por lo que deduzco de Marquiños y mi propia experiencia) en el hospital de mi santiña Junquera.

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