jueves, 29 de enero de 2009

SEÑOR RAJOY

Señor Rajoy:

Usted es gallego como yo. O casi. Yo llevo de gallego algunos años más que vos. Y creo haber hecho por mi patria, Galicia y España, tanto cuanto vos y algo más. Usted no siente la raíz profunda de un palo pedagógico azotando la piel de un infante crio a la edad de cuatro o cinco años. A usted no le han crecido los brazos por tener que cargar baldes de agua recogida de la fuente al pie de un cruceiro, a usted no le han crecido los músculos de tanto amasar el pan nuestro de cada día. Usted no ha dejado de crecer por tener que cargar pesados fardos de harina antes del crepúsculo aparecer y tener que ser un comportado crio en un colegio construido con los ahorros de un emigrante gallego. A usted no le duele el pecho por haber empujado cuesta arriba una bicicleta en medio a un denso y silicoso humo de la factoria de Brens. En usted no se desarrolla artrosis en las juntas por haber pedaleado más de diez kilómetros diarios por más de diez años en las carreteras barrosas del concello de Cee.

Señor Rajoy, quien estará muy atento a que se respecte el voto emigrante en las próximas elecciones al Parlamento de Galicia seremos nosotros, los emigrantes. Después del primer de marzo (que no será más un día de la gloriosa mentira a semejanza del 1 de abril) pediremos del Gobierno Central y Gallego las explicaciones que quepan por abuso y trampa sobre el contado de nuestro sufragio. No nos callaremos bajo el manto de la humildad propia de quien vive en tierras extrañas, si usted, su pupilo y el falso nacionalista quieren mangonear nuestro sentimiento de mixotes ibéricos.

Si ustedes, Rajoy, Feijóo y Quintana, creen que será posible votar en urna a todos los emigrantes y trabajadores gallegos esparramados por el mundo, digan y expliquen nos como hacerlo y nosotros votaremos con mucho gusto en la urna que nos designen. Además sería muy praceroso por la oportunidad de juntarnos y saludarnos unos a los otros como ocurre con los parroquianos en mi villa.

Ustedes saben (y si no lo saben será porque son torpes e ignorantes y no merecen la consideración política que desean) que la mayor parte de los emigrantes (principalmente aquellos a quien la suerte no les mostro el sonriso de sus labios) poseen un DNI y un pasaporte caducado y ninguno de los dos sirve para mostrar su identidad a las autoridades internacionales (en el caso del pasaporte) o a las autoridades españolas (en la hipótesis del DNI). Los consulados no emiten DNI ni lo renuevan. Mi pasaporte está vencido hace un año y yo no consigo renovarlo a pesar de mis renovados intentos junto a las autoridades consulares. En cierta ocasión, para entrar en el recinto consular permanecí en pie durante cinco horas suportado por un bastón y dos piernas gotosas vigiladas por un guardia negro armado. Ya dentro en el recinto, más una hora, ahora cómodamente sentado y viendo la televisión española para al final, en un boca a boca, recibir la noticia de que el pasaporte lo gestionan con día y hora marcada y que tal gestión es agendada por teléfono. El teléfono toca y toca y nadie atiende, supuestamente congestionado. Hoy me respondió una voz electrónica para decirme que atienden de lunes a viernes en horario de 8:30 hasta la 1:30, agradeció mi llamada y colgó.

No pedimos a Rajoy que se calle. Tiene todo el derecho a separar el joyo del Trigo. Que lo haga en respecto a los emigrantes vivos y que se publique una lista de todos los votantes validados. Hagan esto armonizados con las fuerzas partidarias y los ciudadanos gallegos del mundo, respectando la memoria de los residentes ausentes para la gloria de Galicia.


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