sábado, 3 de enero de 2009

MALOS TIEMPOS

MALOS TIEMPOS

Unidades financieras pierden empleados a los miles. Emprendedores congelan sus proyectos. Gigantes del sector automotriz ruegan auxilios del Gobierno. No obstante, para algunas compañías nunca los negocios les fueron tan promisores.

Algunas compañías especializadas en el cobro de débitos vienen ocasionando fuertes tensiones en los deudores, obligándoles, en atmósfera de inquietud insustentable, a devolver, con intereses y otros costes, el principal de los prestamos compromisados.

Colectores de pagos, abogados, escuelas de negocios y compañías de alimentación están entre aquellos que ven la crisis como una gran fuente de ingresos.

El deudor típico y contumaz es aquel que tiene un perfil de consumo que no corresponde a su poder de compra. Cayó en el pozo de la insolvencia por causa de la estupidez del prestamista. Los préstamos le fueron ofrecidos con el mismo interés que un pescador tiene al cebar los peces que quiere pescar. Los especialistas de la banca confiaran en su taco de forzar pagamentos en los tiempos acordados. Ahora, delante de los cambios circunstanciales, recurren a otros especialistas en cobros para intentar recuperar, muchas veces sin suceso, parte del patrimonio perdido.

Algunos deudores se tornan insolventes debido a circunstancias imprevisibles como un accidente, una enfermedad, el divorcio.

Algunas empresas de cobros, para rescatar deudas de las personas, las bombardean diariamente con llamadas telefónicas, amenazas de mostrar su insolvencia al publico y diversas entidades comerciales; emiten correspondencias asustadoras y en muchas circunstancias encumbren el proceso de secuestro financiero con el auxilio de un oficial de justicia portando orden de confisco de los supuestos bienes del deudor.

Un gran número de empleados vive colgado en pagarés por cuenta de su trabajo y horas extras para pagar los réditos. Son celosos del deber de pagar en el momento ajustado. Al perder el empleo, ven desmoronar sus vidas y proyectos, pierden todo que han conquistado,moral y honra, se ven insultados por empresas y hombres de la iglesia y del estado, al mismo tiempo que el registro de su deuda aumenta exponencialmente. Algunos expertos aparecen para aconsejarlos en técnicas psicolocas de cabeza fría y en una gran variedad de programas sobre como contornar la crisis en tiempo de crisis. Por tal servicio y sin ninguna garantía de resultado, los expertos tiran ventaja del sufrimiento humano.- “Se alguen ten que perder o seu emprego xa dicidiremos a dirección mais eu quen terá que marchar. Inda que sexa o problema moi grande, sempre hai solución pra elo” – ironizaba ayer, en su estilo de animación televisiva, José Ramón Gayoso. Malos tiempos para unos, oportunidades para otros.

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