sábado, 1 de mayo de 2010

TARJETA-DOLOR

Mi muy señor mío: Toda vez que leo noticias sobre la maravillosa y colosal propaganda que usted hace de la Tarjeta, se afloja el músculo de mi pescuezo y la cara desploma sin contemplaciones.
Pero, señor, explíquenos de una puñetera vez que tipo de compromiso es ese y que beneficios ofrece a quien ya tiene seguro internacional y viaja de vacaciones por el Mundo. ¿Su Card Target ofrece cobertura en Portugal, Gibraltar o Andorra? Claro que no la ofrece, ni siquiera los nacidos gallegos establecidos en Galicia tienen seguro la asistencia médica en el momento que la necesiten. Yo y mi esposa brasileña, pese a los convenios entre España y el Brasil, no tuvimos la asistencia médica que en el país de Lula se ofrece gratuitamente a cualquier español - y mira que por aquí la asistencia médica ofrece, como cualquier banco,  una disparatada variedad de derivativos, desde aquel  mata-sanos en fila de espera hasta aquel otro que es capaz de resucitar con las mejores tecnologías del mundo el más desengañado de los lázaros).
Señor, señor, señor. Se parece usted a mi cuñada psicóloga, su diploma fue impreso en letra de cola. Coló de Dios y de todo el mundo hasta que consiguió hacerse letrada en psicolocologia. En su saber todo se cola, principalmente lo que nada tiene sentido, para esconder la verdadera intención de lo que nada cola. Y así, con la gracia que Dios parió Adán y Eva, viene usted con la tesis de recreación de una tarjeta retirada de la costilla de la Constitución, del Estatuto de Autonomía y del Estatuto de la Ciudadanía, tres entidades divinas para cuidar de un cuerpo ausente cuando muy mal cuidan del presente.
Ora, ora, ora. No quiera usted  transmitir a los mejicanos que la cabeza de los gallegos es tan blanca y ausente de ideas como ese panel que tan fijamente miran ustedes. Ocho ojos absortos entre la bandera gallega y el nada para ofrecer una tarjeta que mucho cuesta y nada vale.
Por fin, señor, yo quería decirle que a usted, en Galicia, todo mundo conoce su cara, pero nadie conoce las caras de los votantes que le ofrecen sustentación. De este modo, y no por otra razón, le aconsejo que oriente al consejero de propaganda buscar un ángulo capaz de registrar todo el auditorio que le aplaude, principalmente aquellos que residen en el Exterior. Usted bien lo sabe, como lo explica la Constitución del Olvido, cuando los ojos no ven, el corazón no duele, no obstante, la mentira siempre produce dolor al ser percibida por el real sentimiento.
Europa ofrece tarjeta sanitaria a todos los europeos procedentes de los 27 Estados miembros, incluyendo Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza. Con esta tarjeta podrán acceder a los servicios de atención sanitaria  durante sus visitas temporales en cualquier país de la Unión. La tarjeta asegura la misma atención hospitalaria y médica que se ofrece a los residentes del país visitado.
Cualquier español, independientemente de su condición de origen o residencia, es también un ciudadano europeo, luego, lo que Feijoo debería explicar sin mucha milonga es donde puede obtenerse esa bendita tarjeta para quien, sin condición económica-financiera, no pueda pagar visita a un medico cuando se va de parranda por Europa.

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