martes, 17 de mayo de 2011

VOTAR


Votar es un verbo transitivo que expresa la transición de un juicio a favor y contra algo o alguien. El instituto de Investigación Social de la universidad de Michigan, en reciente estudio,  observó tasas  de fluencia y cadencia en 100 entrevistadores, considerados bien sucedidos en el intento de convencer sus entrevistados a participar de una propalada entrevista. Concluyeran que hablar rápido o muy lento no es un modo apropiado para el ejercicio de la persuasión  Los entrevistadores que hablaban demasiado lento fueron considerados afectados, poco brillantes y excesivamente pedantes. Los que hablan ligero semellaban aquellos individuos que arrojan arena sobre nuestras pupilas oculares.

En esta investigación el concepto fluencia acabó perdiendo para aquellos que hablan truncando la frase cuatro o cinco veces por minuto. La cantidad óptima de palabras ha sido determinada entre tres o cuatro por segundo.

La prosodia – acentuación, ritmo y entonación de lo que se dice- fue fundamental para que el receptor consiguiese interpretar la comunicación que recibía del discursante. Tales recursos son extremamente útiles, pues nos proporcionan cantidad valorable de informaciones, incluyendo la forma como el oyente se siente en relación a nosotros y los sentimientos del hablante en aquel momento.

Es reconocido como la palabra puede ser interpretada fuera del significado ofrecido por el diccionario. Hay circunstancias en las que un palabrón suena sutilmente amistoso, y otras en que una expresión, en sí amistosa, nos ofende gravemente. No fue lo que han dicho y si el modo como lo han dicho - se afirma.

Este estudio de curso reciente me ha remitido a un mitin en la plaza de la constitución, ocurrido en las elecciones municipales del año 2003. En aquella ocasión, mi amigo Ramón imponía el ritmo de su discurso intercalándolo con un piscar de luces. El apagar de luces provocaba un caluroso estampido de aplausos de una parte de la platea. Lo curioso fue que el palmoteo, estratégicamente posicionado, contagiaba incluso a los más reaccionarios opositores. Era consecuencia del efecto pavlov, elocuentemente descrito por el médico ruso, descubridor del reflejo condicionado.

Votar es un verbo transitivo cuyo tránsito del votante al votado depende del patrón del habla y de los modos como esta consiga conformar las opiniones. La estructura lingüística de lo que se dice es soberanamente afectada por ambos, aquel que habla y aquel que escucha, restando influencia a aquello que se dice, aunque lo dicho venga bien configurado por la gramática de uso impuesto.

No es la comisión por un pequeño delito lo que condena, ni mucho menos un amor embrujado por un instante de lujuria constituye pecado mortal. Son hechos tan comunes que a ellos la literatura universal dedica toneladas de libros, y a todos nos entusiasman. Otra cosa es la persona y su ocupación en el momento que diga o haga algo. Hoy el mundo ha cambiado, este y oeste desde su centro en la Casa Blanca. Ya no existe presunción de inocencia para quien presumidamente no es inocente.

Votar es un verbo transitivo que…

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