La universidad de Santiago, en colaboración a la rueda con el misterio de la igualdad, y un presupuesto de 324 mil euros caminarán juntos en un proyecto de reeducación de maltratadores. La idea es magnífica por la grandeza de la propuesta. La idea resultará inocua, exactamente por el tamaño de la grandeza de los maltratadores en género de cualquier aspereza.
No es maltratador apenas aquel que ha sido atrapado dándole un bufetazo a su pareja (hombre o mujer). Son maltratadores también aquellos profesionales que en nombre del derecho promueven juicio falso, a favor de su cliente y en contra del cliente de su colega de profesión, buscando dar condición de convencimiento al arbitrio de un sistema tan ambiguo y caduco como eficaz en la administración de penas distributivas, ni siempre justas.
Nuestra sociedad vive un momento de preconceptos, entre la virtud y el vicio, de extrema vasallaje a quien tiene dinero y de máxima indiferencia a quien no lo tiene. Parece ser una realidad que ningún cambio de gobierno consigue corregir. Mucho por lo contrario, a cada muda, el cascabel se hace mas fuerte y sus timbres suenan más amenazadores.
Hace muchos años que los derechos fundamentales del hombre y la mujer fueron establecidos en convención internacional. La Constitución española se refiere a eses derechos con alguna ambigüedad, pues es fácil constatar que en materia de sucesión eses derechos no se contemplan, como no se contemplan en la práctica una infinidad de derechos, asegurados bajo el techo de leyes inocuas, confeccionadas con frases bonitas y transformadas algunas veces en sentencias ferozmente inicuas.
Es de fácil constatación verificar de que lado pende el fulcro de una balanza cuando una mujer, o un hombre, sin recursos económicos se sienta de un lado, y del otro se sienta un hombre, o una mujer, poseído con soberbios recursos, de esos que a los ricos repugna, porque les sobra, y a los pobres agrada, porque les falta.
Recojo de un escrito de Amini Haddad Campos algunos datos interesantes:
“No século I d.C, Filon, filósofo helenista, lançou raízes argumentativas e ideológicas para a subordinação das mulheres. De igual forma, para Platão, a mulher tinha alma inferior e pouca racionalidade. Para Aristóteles, a fêmea era um macho mutilado”.- Y sigue para preguntarse si esos absurdos ya fueron superados.- “Nessa mesma esteira, Jean de Marconville, em 1564, invocou os gregos, os romanos, os textos bíblicos, os padres da Igreja para demonstrar a imperfeição das mulheres, assegurando que as mesmas não detêm aptidões “(...) para manejar e conduzir coisas grandes e difíceis como costumes, religião, república e família, pois parecem ter sido feitas mais para a volúpia e o ócio que para tratar negócios de importância”.
La violencia de género no pasa de un modesto capitulo de la violencia practicada entre las más diversa y distintas clases. Y en nuestra pequeña sociedad gallega, mismo albergando un relativo pequeño número de paisanos (en número menor que los ciudadanos de Madrid, para no hablar de México, São Paulo o Tokio), la diversidad social compite con la diversidad parroquial en una infinidad de matices, algunos con cuño de insólita pasión.
Es suficiente una pequeña discordia para desatar los nudos que amarran la violencia. Una palabra, la misma palabra escrita de un modo diferente, acentos distintos, un riego compartido, un amor triangulado, el amor no correspondido, y mil arenitas más en un arenal de trifulcas, son, cada una por sí y todas por una, suficientes para clavar la violencia de un sentimiento de venganza sobre la retórica del juicio de una buena razón.
PAZ ENTRE LOS HUMANOS DE BUENA Y MALA VOLUNTAD
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