lunes, 18 de enero de 2010

ANATEMA

Pobres los xenófobos e hipócritas, con ellos se construye el reino de los infiernos. No me extrañaría que la chalana, a bordo de la cual navega hoy CLR, se llene de polizontes mascarados e intrusos descarados al ritmo poco lisonjero de la copla gallega. Hace algún tiempo que escucho la nueva versión del cantar de los cantares por la boca del juglar Carlos Luis. Es una versión medieval de tono gris, de linealidad uniforme, modulación cavernosa, triste como juntos el agujero de Altamira y todo el bosque a su alrededor por estos días de invierno glacial.  
Antes de proceder al complejo trabajo de la excomunión, conveniente será verificar que la eucaristía es el símbolo vínculo de caridad por el que se celebra el sacrificio de la misa en memoria de la pasión, muerte y resurrección del señor, un extranjero de Galilea.
Más allá del siglo III, los ibéricos de cepa eran todos los extranjeros que hablaban la lengua de los césares. Por tan insigne honra y para distinguirlos de los indígenas trogloditas, el concilio de Elvira promulgó una serie de cánones que ahora emergen de las tinieblas con ayuda de Carlos Luis, el Sol de Galia:
Los paisanos galos que no frecuenten misa durante tres domingos seguidos serán llamados de migrantes y expuestos en plaza pública al reproche local. A los migrantes que después de cometer herejía se arrepientan y decidan retornar no se les negará la penitencia de pagar en doble sus pecados. Con el fin de ayudar aquellos que son más débiles, el ayuno riguroso que requiere pasar hambre durante un día se extenderá por todo el mes. Resistiendo, el migrante será preso, crucificado y muerto.
Xenofobia es una palabra que distingue el gallego de origen celta de otro de origen ibero. Es hija de  Xenon, padre vivo  en la naturaleza y libre por su composición estable de 9 isótopos. Antes de 1961, lo creíamos químicamente neutro, incapaz de organizar asociaciones políticamente estables. Pero después de esta data, en la medida que el franco conocimiento envejecía, se fue descubriendo que el xenón, asociado a otros gases  también nobles, formaban compuestos activos capaces de traer a la luz de nuestros días  datación radiométrica de la nebulosa solar.
Fobos es una enorme roca que se separó del Pindo, se casó con la luna Deimos y hoy ambdos fluctúan discutiendo infidelidad por órbita de Marte. Xenofobia se llamó a la hija bastarda del noble Xenón. Xenofobia es una hembra muy macho capaz de miñocarse a sí misma y producir flegma de voraces anélidos, al empujo por lo que se destile del orujo de la uva fermentada.
Ahora estamos en condición de discutir Anatema, Aunque aparentemente todo se pueda decir sin miedo a que nos quemen en hogueras, el xenófobo  e hipócrita consigue expresar viejas ideas para hacerlas nuevas, persiguiendo y proscribiendo migrantes terrestres de cualquier origen y naturaleza.

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