viernes, 15 de enero de 2010

CLAVELITOS DE LA T-UNA

Clavelito, no te acuerdas cuando te decía, a la pálida luz de la luna, yo no quiero querer más que a una y esa una mi vida eres tú.
Quien lo diría. Me entero que las caixas tienen origen en el monte y fue por iniciativa de los franciscanos, orden mendicante del siglo XIII esparramada por tres ramas: observantes, capuchinos y conventuales. Destaco, para efectos de la presente reflexión, la Divina proporción del canónico Luca Pacioli, pater de la moderna contabilidad por introducción de la partida doble y muy amigo del artista Durero, de quien recibió el interés combinatorio del arte empírico por la ciencia naturalista de la proporción humana.

Sin más interés que el absoluto desinterés, los franciscanos, visando satisfacer las más elementales necesidades de un hombre pobre con potencial de defenderse por sí mismo al impulso de una pequeña ayuda, resolvieron aplicar una pequeña proporción de limosnas y donativos que recibían de los creyentes. Como el ojo de una persona también crece con el tamaño del ganado que vigila, los préstamos prendarios fueron tributados por una especie de interés, que aumentaba en proporción de la posibilidad del pobre hacerse económicamente rico. La crítica aberrante al interés del desinterés se vio ahogada por el Concilio de Letran de 1515 y fue definitivamente enterrado durante el Concilio de Trento, que proclamó el carácter benéfico del monte pio. Los ingleses, que en todo buscan la utilidad, vieron en las cajas de ahorro excelente oportunidad de crear riqueza, vendiendo esperanza de mejor vida  pagada con los ahorros de la clase trabajadora, a quien se conquistaba ofreciéndoles una minúscula fracción de una parte del móntate ahorrado.

Por el Real Decreto de 29 de junio de 1853se establecerán Cajas de Ahorros en todas las capitales de provincia en que no las haya, con sucursales en los pueblos de las mismas donde a juicio de los gobernadores y de los Ayuntamientos respectivos puedan ser convenientes”. Todas ellas, a efectos de la Ley, tienen el carácter de Establecimientos municipales de beneficencia.

Mucho ha cambiado en sus relaciones movientes la economía gallega. Y mucho ha de cambiar, ya que la crisis y presunción de cumplimiento de la profecía maya en 2012, predecible por los ejemplos actuales de convulsión que precede las consecuencias de un choque anafiláctico, no andan por ahí al sincero interés de divertirnos y divertirse como lo hacían las caravanas de gitanos al pasar por el pueblo de Cee. Sin duda, concuerdo con Pousa que el transformar dos caixas en una grande y arbitrada al interés del capital no traerá beneficio social al gallego. Muy a lo contrario, llevará sus ahorros a países donde la ceguera permite arrancar intereses que superan el 300%, y no por eso Santander se ve libre de la crisis. Esa, sí, es Una, Grande y libre de los preconceptos y clavelitos de la Tuna.


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