sábado, 2 de enero de 2010

CONSENSO

El presente como choque de dos tiempos.
No será de la unidad de un único pensamiento que se podrá recoger de los gallegos el hacha y el sacho, haciendo esas herramientas instrumentos de  retorno a la moral del buen riego y  mejorar sentimientos tan perjudicados por las malas perspectivas del futuro, ese futuro que simbolizamos presente el primer día de todos los años.
La unidad es definida por los españoles de una única lengua (unidad coherente con las posibilidades reales que la alberga en la boca) como siendo la ”propiedad de todo ser, en virtud de la cual no puede dividirse sin que su esencia se destruya o altere”
Todas las unidades son únicas y ninguna puede ser considerada indefinidamente ‘cualquiera”, sin importancia e indigna de consideración. Por ejemplo, cada mano es única y en su capacidad unitaria se le atribuye una función. En la foto del Correo, Feijoo posiciona la mano derecha sobre la izquierda y ambas se asientan sobre la pierna derecha que está montada sobre la unidad izquierda. Esto es lo que simbólicamente podemos denominar unidad en la conquista de un  objetivo: acción activa y dominante de una unidad y acción pasiva y subordinada de la otra. En circunstancias que la condición de diestro sea dominante, la fuerza de la mano derecha, única como mano pero compuesta de cinco robustos dedos, hará que la otra mano, de unidad opuesta y digitalmente diferente, reaccione en su voluntad de abordar la unidad derecha y posicionarse por encima. Por lo menos esto es lo que observo en los dominios de mi propia existencia: las piernas y manos, en su condición de unidades independientes, alternan continuamente de posición.
Yo, como unidad administradora de las diversos órganos y otras unidades independientes de mi cuerpo, antes de pedir consenso para mejora de algunas unidades del lado derecho, deberé verificar todo el tejido que sostiene la compleja malla del sistema vascular de Galicia y ver si los especialistas en el arte de generar, propagar, codificar y conducir señales por medio de gradientes políticos están a la altura de los cambios deseados. Después, yo formularía un listado  de problemas airados de un temporal de ideas y salvados del torrente que los ahogará en el mar. Del lodo, haría emerger aquellos problemas que el sistema narval acusa como causa del dolor oceánico, daría especificidad al desvío declarando que es lo que lo provoca, cuando, donde y su real extensión del prejuicio causado, o potencialidad de causa.
En idos del pasado se presagiaba para un futuro, que hoy es presente, plena solución a los problemas de desempleo. Se estableció prioridad por su condición de gravedad, seriedad y potencialidad dañosa a la buena convivencia del cuerpo gallego. Sin que yo considerase tal prioridad como formula mágica para solvencia de todos los problemas, entendía (sujeto elíptico: yo) que se debería concentrar esfuerzos en las posibles causas, costear el sacrificio de la solución y finalmente, en haras de la reconstrucción, requerir consenso a todas las fuerzas activas y pasivas, de izquierda, de derecha y del centro; nacionales, comunitarias, provinciales y municipales; el padre, la madre o el abuelo y cualquier otro pariente perdido en el tiempo pasado y los que se perderán en el futuro.
 Por lo que a mi modesta unidad toca, me ofrezco como eterno voluntario, sin coste pero con natural reserva por prejuicios que el esfuerzo del consenso unitario de la gran diversidad pueda causar a mi salud.

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