martes, 9 de febrero de 2010

FUSIÓN o FISIÓN

Donde está el clamor de las ruas por las caixas? Para que tanto interés en la fusión de oligopolios para monopolizarlos al sabor de qué consigna? ¿ Quienes son los verdaderos socios de las caixas para que podamos rendirles vasallaje? Donde viven y como viven? ¿Deben tanto que no conseguirán pagar y cabrá al crego  determinar el tamaño de la hostia que se ha de poner en la boca der nuestros paisanos a título debo no niego, he de pagar?
¡Ah, secretos! Sublimes secretos para que nadie se entere por donde va el gran regazo de la enorme deuda.
Sepan todos los paisanos que es su deber proveer recursos suficientes a mantener el buen estado de la deuda regional. Es bueno y agrada al señor. No se atrevan los villanos a desafiar el monopolio del saber, pues sus ojos acostumbrados  a la oscuridad de las tinieblas serán quemados por el rayo que partirá del señor el día que venga luz a la ribera e ilumine la mente del humilde aldeano.
No quiera el cabo villano alcanzar el grado de general, pues no conviene al maestral soportar tamaño intento.
¿Porque no llegan a mis oídos, para que mis ojos puedan ver, lo que se dice a favor o en contra, pero con razones que me hagan entender tamaña dedicación del mandatario a un asunto bancario?
Por lo que a mi cabe, en cuanto no venga un rayo que me ilumine, seguiré creyendo en la opinión que me haga más ilusión, la mía:
Subsisten en Galicia dos cajas con cierta tradición y buen trabajo. Un grupo de gallegos prefieren ser clientes de una y otro grupo prefiere ser cliente de la otra. Cuando no se sienten bien atendidos, por cualquier razón, emigran al banco que ofrezca más atención, mejores servicios, menor coste y más rentabilidad. ¿Hay exigencia de galleguidad en tal comportamiento?
De la fusión se espera que los clientes abandonen su fidelidad a las viejas cajas y se mantengan en la nueva con la misma fe e ilusión que tenían antes de la fusión. Intento muy difícil de conseguir pues, como en la religión, quien tiene dios no quiere dos.
Extraña que países como Grecia Irlanda y Portugal, que han recibido durante los últimos años decenas de miles de millones en ayudas de la UE, se encuentren, en términos de competitividad y deuda relativa,  en peor situación que antes.  Bueno sería observar que mejor que solvencia y galleguidad mejor seria hablar de la calidad de las aplicaciones, para que a la fusión no suceda intervención por angustia de una gran fisión.

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