sábado, 8 de enero de 2011

LORO AMIGO

Del diccionario libre ingles (The free dictionary)  retiro y traduzco el siguiente significado para la palabra memoria:
Es la habilidad para recordad experiencias pasadas y retener información relativo al proceso mental de aprender, conservar, invocar y reconocer el resultado de los cambios químicos que ocurren entre las neuronas de varias y diferentes áreas del cerebro, incluyendo el hipocampo.
De la misma forma a lo que se observa en un ordenador por sus dispositivos de registro, en los sentidos animales también se distinguen las memorias de corta y longa duración.
La memoria de corta duración RAM sirve para orientarnos en los quehaceres del momento y facilita que la vida transcurra sin mucho esfuerzo por la aprehensión de lo que pueda ocurrir en cada sucesivo instante. Para que ella sea activa, es necesario que estemos acordados, y para que se enriquezca, indispensable es que haya suficiente sensibilidad en los registros de almacenamiento.
En la memoria ROM están los recuerdos de larga duración, aquellos que en un determinado momento de nuestras vidas han sido retirados de la memoria instantánea y procesados en imágenes a la conveniencia de nuestros deseos y aprehensiones del momento.
En los primeros años de la vida, la memoria de corta duración posee un elevado potencial para registro de lo que los sentidos prenden. Tal capacidad nos hace entusiastas, alegres y corajosos. Nuestro optimismo en estado virgen transmite confianza en las posibilidades que nos cercan, y nos arrojamos de cuerpo y alma, con fe, esperanza y poca caridad sobre los desafíos que la vida nos impone, creyendo siempre que el entusiasmo motivado  nos conduce al éxito de cualquier emprendimiento.
En la tercera edad esta memoria parece saturarse, haciendo que el piloto automático pierda eficiencia con serios daños en el rumbo orientativo. A cierta edad es imposible no rendirse a la nostalgia, a la melancolía, a la morriña y a un fuerte pesimismo por lo que nos espera en el futuro, en que la expectativa de vida decrece exponencialmente con el pasar de los años. Naturalmente, es algo que nos trae intranquilidad, nos hace plúmbeos y reiteradamente pesados. Y estos adjetivos,  añadidos a una postura contemplativa y aparentemente apática, es lo que hace refluir los sentimientos registrados en el pasado, al mismo tiempo que las emociones del presente se disuelven como lesma  salpicada de sal.
No se trata de imitar a los loros en su gran eficacia de aprender códigos lingüísticos en detrimento de códigos matemáticos, digo eu. Es la realidad ambiente lo que estimula o desestimula el potencial docente de la enseñanza gallega. Alterar esa realidad es el gran desafío para los jóvenes que buscan echar mano en el relevo generacional. Si el cambio será bueno o malo, lo sabrán cuando alcancen la edad que los imposibilite de hacer cualquier cambio, y en ese momento habrán de rendirse  a la realidad ambiental de un nuevo momento.

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