lunes, 10 de enero de 2011

TRANSFUGA

TRANSFUGA es un concepto que atribuye a un soldado, o asemejado, el hecho de haber desertado de la tropa en que estaba incorporado y pasa al ejército enemigo.

Quiero creer que el ejército es una entidad de cuño nacional creado y mantenido en la intención de proteger los intereses societarios de un pueblo asentado en un determinado espacio geográfico. Los soldados son persona que reciben habilitación técnica y herramientas bélicas para defender su país en situación de ultraje por fuerzas externas.

La palabra soldado deriva del italiano soldato (alguien a quien se paga un sueldo para servir) y, en consecuencia de su especialización en técnicas de muerte al enemigo, se subordina a grupos específicos y de semejante habilidad, conforme las armas de que disponen, ejercito, mar, aire, artillaría, caballería etc., etc. El término soldado también se refiere al rango más bajo de un escalafón después de haber sido reclutado (soldado raso). En tal sentido, a ninguna otra persona, que no se haya incorporado a una tropa militariza (terrestre, aérea o marinera), se debe atribuir la condición de soldado.

Sabemos también que por la banda del sentido figurado todo es posible. Las figuras literarias transbordan, transgreden y transfugan de los grillajes que desde el sentido inicial maniataba el sentimiento naturalmente mutable de una persona. Eufemísticamente podemos referirnos al Papa como siendo un soldado de la paz, y al Rey, un soldado del deber.

En los albores del siglo XIX nuestro rey fue un francés y, acto seguido a su proclamación por Napoleón, gran parte del ejercito español transfugó de los deberes impuestos por el nuevo rey. En el caso de Portugal, la reacción fue diferente, toda familia real y su séquito se fugaron al Brasil y el pueblo portugués decidió enfrentar el invasor.

A lo que por aquí llamamos tránsfuga no pasa de variaciones puntuales en la estructura profesionalizada de una organización política. Si el político tiene un sueldo, debe poner toda su habilidad bélica a servicio del partido. Pero muy diferente de una organización industrial, comercial o militar, el político es un ser que se distingue por una ideología común a otros políticos, que se reúnen en asociaciones de carácter público (partido). Su razón de ser es el bien y bienestar público y el de ellos mismos, considerados dentro de la esfera pública que quieren proteger.

Cuando el cargo que ejerce un político es oriundo de un mandato otorgado por sufragio universal en Estado democrático de Derecho, su fidelidad emigra (tránsfuga) obligatoriamente del partido al pueblo, pues es este y no el partido quien lo selecciona por la suma mayoritaria de los votos válidos. Otra cosa es el régimen interno partidario y la disputa entre bastidores en que sus miembros guerrean desbragadamente en función de intereses propios y el afán de estar en la cabeza del poder. La habilitación armada (y consecuentemente la distinción de tránsfuga)  viene del discurso, del uso formal e informal de las palabras, de la dialéctica y uso de silogismos, algunos, verdaderos y otros, falaces. Bien intencionados, o mal intencionados, infeccionados por la retórica de la unidad corporal, el único objetivo que destaca en esa lucha, procesada muchas veces por caminos ingenuamente tortuosos, es eliminar el opositor, castigándolo con el ostracismo, para ejemplo de otros que quieran hacer oposición legítima y constructiva. Solo así podemos entender que en la política se aplique el jargón  de TRANSFUGA a un  político que hace política dentro de la política del pueblo.

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